El 31 de marzo de 2020, dos meses después de haberse posesionado de su cargo como directora de la UAESP, Luz Amanda Camacho recibió en su despacho la notificación de un fallo de la Procuraduría que la sancionaba en primera instancia con destitución.
El fallo estaba relacionado con actuaciones suyas como gerente de la Contraloría departamental en el Meta. En aquella ocasión, como lo hizo ahora cuando tuvo que renunciar por sugerencia de la alcaldesa de Bogotá y exigencia del Concejo, tomó la sentencia con calma y logró desmontarla en la segunda instancia.
Sin embargo, siguió ligada al Casanare y reforzó la línea directiva de su equipo de trabajo con altos funcionarios de ese departamento que antes habían sido vigilados suyos.
En la nómina aparecen Fredy Ferley Aldana Arias, subdirector técnico de disposición final y exdirector de Aseo de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Yopal; Antonio Porras Álvarez, subdirector de recolección, barrido y limpieza y también exfuncionario del Acueducto de Yopal; Rubén Darío Perilla Cárdenas, subdirector administrativo y financiero y excontralor provincial de Casanare, e Ingrid Lisbeth Ramírez Mora, subdirectora de servicios funerarios y alumbrado público y también exfuncionario del Acueducto de Yopal.
Mientras se encontraba en Casanare, Luz Amanda Camacho también fue investigada por participación en política. Ocurrió cuando, a pesar de ser funcionaria pública, se integró a una coalición política de izquierda liderada en 2009 por el Polo Democrático. Esa colación le tendió puentes con el Partido Verde y aproximarse a la hoy alcaldesa de Bogotá, Claudia López.