Se tiene la idea de que el dólar aumenta por motivos distintos a la oferta y la demanda de dinero. Se parte del hecho de desconocer al dinero como una mercancía igual que cualquier otra, con la atribución especial de ser medida intermediaria de valores de cambio de otras mercancías o bienes de consumo y de servicios.
Igualmente se parte de la idea que el aumento de la divisa dólar no es una cuestión relacionada directamente con la depreciación, en cuanto a precio se refiere, del valor de peso.
Al comparar dólar y peso, lo que hacemos es comparar precios de mercancías distintas, con la facultad de medir el valor de otras mercancías de consumo. Cuando la demanda de una de estas mercancías sobrepasa a la otra, esta otra se deprecia y la primera se valoriza.
Es así que cuando hay exceso de demanda de dólar en Colombia, el peso comienza a perder fuerza en el mercado y las condiciones de vida de los colombianos de vuelven costosa. Si sucede lo contrario, el costo de vida se reduce. Existe un único factor que permiten que una moneda se encarezca y la otra se devalúe: este factor es la oferta y la demanda.
La manipulación de la oferta y la demanda de las monedas es un factor clave en cuestión, por ejemplo, el caso ejecutado por EE.UU, que imprimió dólares en exceso en plena pandemia, lo cual lo depreció, y ahora los recoge aumentando la tasa de interés en sus bancos, lo que permite atraer capital hacia EE.UU.
Esto genera una fuga de capitales desde otros países (incluido Colombia) hacia los bancos norteamericanos. Una fuga de dólares en Colombia representa a su vez una escasez de los mismos y conlleva, producto de la oferta y demanda manipulada, a que se valorice el dólar y se deprecie el peso.
La baja del precio del peso con respecto al dólar indica la dependencia de Colombia de la moneda norteamericana, lo que quiere decir, que Colombia tiene una economía altamente basada en la importación de bienes y servicios que se realizan usando la moneda dolar.
Cuando el precio del dólar se incrementa en un país más que en otro, lo que nos está indicando es que el país donde más se valoriza la divisa, es más dependiente que el otro; es decir, tiene que ofrecer más su moneda en los bancos, para obtener más divisas; hay una mayor oferta de su moneda y una mayor demanda de dólares. Aquí se parte del hecho de que la moneda principal en Colombia para el comercio internacional, es el dólar.
En ese orden de ideas sucede algo que es clave entender: toda mercancía extranjera que pretenda convertirse en mercancía colombiana (importación), tiene que convertirse primero, así lo determina el mercado, en mercancía dólar.
Pero no toda mercancía colombiana que pretenda convertirse en mercancía extranjera (exportación) se convierte, por ningún lado, en mercancía peso. Aquí se encuentra toda la distorsión cambiaria que afecta directamente la economía colombiana.
En otras palabras, el importador colombiano tiene dinero peso, para importar algún bien o servicio debe convertir primero sus pesos en divisa dólar para poder actuar en el mercado internacional, es decir, debe dirigirse al banco y comprar dólar; al hacer esta actividad está sobreofertando el peso y sobredemandando el dólar, lo que conlleva a que el peso se deprecie y el dólar se revalorice.
Si una alta importación coincide con una fuga de divisa y a su vez con una reducción de inversión extranjera, la devaluación de la moneda local con respecto al dólar es aun más intensa.
Pero qué significa una sobreoferta del peso con respecto al dólar; se trata aquí de que la moneda peso deja de ser demandada, deja de circular en la banca internacional o por lo menos se reduce esa circulación.
Entiéndase que cualquier banco colombiano, en territorio colombiano, que compre y venda dólares o cualquiera otra divisa o título valor extranjero, tiene un carácter internacional, porque dichas transacciones son de carácter internacional.
En ese sentido podríamos decir que el peso, aun no saliendo de ese banco, ni del país, tiene una circulación internacional. Dicha circulación internacional se ve afectada porque la demanda de peso se ve disminuida al aumentar la solicitud de divisas por parte de los importadores colombianos o en términos más precisos, al reducirse la oferta de divisa.
Por otro lado, los últimos informes del DANE manifiestan que “De acuerdo con la información de exportaciones procesada por el DANE y la DIAN, en septiembre de 2022 las ventas externas del país fueron US$4.778,6 millones FOB y presentaron un aumento de 26,0% en relación con septiembre de 2021; este resultado se debió principalmente al crecimiento de 40,0% en las ventas externas del grupo de Combustibles”.
En ese orden de ideas, también se señala que “De acuerdo con las declaraciones de importación registradas ante la DIAN en agosto de 2022, las importaciones fueron US$7.297,6 millones CIF y presentaron un aumento de 36,4% con relación al mismo mes de 2021. Este comportamiento obedeció principalmente al aumento de 32,2% en el grupo de Manufacturas”.
Aquí se ve claramente que la magnitud de las importaciones es mayor que las exportaciones; pero la distorsión del precio de ambas monedas se hace efectiva porque una circula más que la otra, es decir, una es demandada más que la otra.
El importador colombiano necesita dólares para realizar su actividad en el exterior, el importador extranjero no necesita pesos para comprar el Colombia.
La propuesta para revalorizar el peso frente al dólar consiste precisamente en poner a circular internacionalmente al peso, es decir, garantizar que el importador extranjero que compra bienes y servicios en Colombia realice sus transacciones en moneda colombiana.
Para tal caso, debe dirigirse, con sus dólares, por ejemplo, al Banco de la República, y comprar pesos; que es lo mismo, convertir los dólares en peso o más preciso, demandar pesos, y luego realizar sus operaciones en Colombia con moneda local.
Con esto se garantiza que el dólar sigue circulando como divisa extranjera, pero también se garantiza que esos dólares queden en manos del Estado colombiano y no en manos del exportador colombiano, para evitar futuras fugas de divisas.
Igualmente se garantiza, que es lo más importante, que la moneda peso tenga demanda internacional, ya que el precio del peso con respecto al dólar es fijado por la Superintendencia Financiera de Colombia según la Tasa Representativa del Mercado (TRM), es decir, según la oferta y la demanda del mismo.