"Del afán no queda sino el cansancio" refrán para el presidente y la alcaldesa.
Pretender cambiar el país con problemas, y especialmente de corrupción, de más de 200 años, en un año, es una pretensión irracional de la que ya vemos sus resultados.
Pretender arreglar la ciudad con todos sus problemas , y equivocadas políticas de movilidad , como Transmilenio y el saboteo al metro, haciendo todas las obras públicas al tiempo, lógicamente que paralizarán la ciudad.
Por eso no es extraño que Bogotá haya sido calificada como la ciudad más congestionada del mundo, según un medio de comunicación mundial. Y, ante tal situación, los dos gobernantes topermente pretenden mandar a toda la población al matadero del transporte público para acabar con los trancones sin que este sea seguro y suficiente.
Ese complejo de los gobernantes alternativos, de salvadores, puede llevar al país al desbancarradero, y Bogotá, ya considerada la más trancada del mundo. Aunque también se les podría aplicar el otro dicho popular: " el que mucho abarca , poco aprieta".