La ruta histórica de las Farc (4)

La ruta histórica de las Farc (4)

Con esta entrega cerramos esta reflexión sobre la constitución, política, social e histórica de las Farc

Por: Horacio Duque
marzo 30, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
La ruta histórica de las Farc (4)

 

Seguramente los trabajos de la Comisión de la Verdad nos llevaran a nuevos eventos, personas y grupos de la resistencia agraria que le dan soporte a la existencia de las Farc.

La historia y la acción política de las Farc siguen en otras condiciones que son resultado de su lucha y potencial revolucionario.

Son las condiciones que propicia la reforma rural integral, los derechos de millones de campesinos, la democracia ampliada, los derechos de las víctimas, la búsqueda de los desaparecidos y el desempeño de las Farc como un movimiento político y social en los diversos escenarios del Estado, la institucionalidad, la economía, la sociedad  y el campo global.

En el estudio y conocimiento de las Farc quiero resaltar el trabajo de análisis científico de Miguel Ángel Beltrán Villegas, el cual se reúne en su texto “Las Farc-EP (1950-2015): Luchas de ira y esperanza.”, publicado por Ediciones desde abajo, publicado en noviembre del 2015. Destaco su amplia fuente bibliográfica y documental que se encuentra entre las páginas 175 a 197.

A continuación la última parte de este trabajo sobre las raíces y la ruta histórica de las Farc.

La situación agraria en los años 60.

La situación agraria en el país, al inicio de los años sesenta empeoraba cada vez más, a pesar del pacto entre conservadores y liberales en el Frente Nacional -que dio fin a sus enfrentamientos-, la solución a los problemas del campo postergada continuamente, había dado como resultado, el incremento de los problemas agrarios, la violencia había acabado con muchas comunidades rurales y los campesinos no tenían acceso a los servicios básicos, salud y educación, ni vías de acceso a la economía nacional. El crecimiento de la industria dejaba rezagado al campo y una solución desde el gobierno de Lleras Camargo era necesaria para impulsar el desarrollo agrario en el país y a su vez solventar las necesidades de los campesinos. La desigualdad social en el campo continuaba vigente y unos pocos mantenían la propiedad de la tierra sin explotarla y muchos campesinos no tenían ningún título de propiedad. Los partidos liberal y conservador, concentrados en solventar sus diferencias y repartirse el poder, dejaban de lado la base popular de sus partidos, lo que llevó a muchos campesinos a simpatizar con las ideas comunistas sobre el reparto de la tierra y de la tierra para quien la trabaja. Con el fin de evitar la expansión del comunismo en el continente, el gobierno de Estados Unidos impulsa la alianza para el progreso. En el marco de esta estrategia norteamericana, el país busca modernizar las estructuras agrarias e impulsar una reforma agraria que solucionara los problemas de inequidad en el campo (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Con el objeto de dar fin a la problemática agraria, el gobierno expide la ley 135 de 1961.

A pesar de las intenciones del gobierno y del ambiente propicio para realizar la reforma agraria, en palabras de Absalón Machado: el país perdió la oportunidad de hacer la reforma agraria, y esta sería nuevamente postergada, lo que incrementó los problemas en el campo, sumando a esto el inicio de la persecución a los territorios de influencia comunista que desataran la violencia y la exacerbación de la problemática rural. El Frente Nacional termina limitando la influencia del PC a los territorios de frontera, alejándolo de la posibilidad de participar en las elecciones, y a su vez persiguiéndolo. En el año 1961 el PC, Plantea que la lucha guerrillera no se puede imponer de forma artificial, sino que es la resultante histórica de un proceso social y político, que aunque lento sea muy firme, en virtud de las causas que lo originan y su fortalecimiento depende de la participación y solidaridad de las masas. Este proceso viene desde el IX congreso del partido, en que se lanza la consigna: la combinación de todas las formas de lucha.  La estrategia de combinación de todas las formas de lucha impulsada desde el Partido Comunista, incita al movimiento campesino a volver a las armas, para, mediante el uso de la fuerza buscar no solamente la solución al problema de la propiedad de la tierra y la inequidad social, sino el poder para el pueblo.

La calma que surge al inicio del Frente Nacional no durara mucho, continúa la acción de las bandas al servicio del gobierno en búsqueda de ganancias y de recompensas por matar comunistas, rodeando sus zonas de influencia y amenazando a sus habitantes. De igual manera, el ejército continuaría reforzando la acción de estos excombatientes liberales, mediante “entrenamiento, dotación moderna, munición, recursos económicos”, incrementado la incertidumbre en estas zonas, debido a las constantes agresiones, amenazas y persecuciones.

Durante esta época de transición, el movimiento guerrillero de Marquetalia, Rióchiquito y en general de la región del sur que compromete los departamentos del Tolima, Huila, Cauca, donde se ha sostenido la resistencia armada sufre un giro estructural que modifica su táctica de lucha y transforma el movimiento guerrillero en un Movimiento Agrario. Se termina la estructura militar, se acaban los grados y las denominaciones militares y todo el mundo se dedica a trabajar la tierra. (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx )

El Nuevo Movimiento Agrario se da su propia dirección ajustado a las características de su nueva condición ya no militar, sino agraria. Los antiguos guerrilleros se transforman en dirigentes agrarios, labriegos y trabajadores del campo. En estas circunstancias todos los habitantes de la región empiezan a trabajar en las labores del campo, de tal manera que un año después, en 1958, la selva de la región ha sido desmontada y en su lugar se desarrolla una agricultura pujante y próspera, las fincas se van abriendo y consolidando como espacios familiares y de producción. Ese proceso de transformación de las guerrillas en movimiento agrario en la región de Marquetalia, pronto se ve interrumpido por la actitud asumida por los directorios políticos y el ejército de impulsar en la región de la Gaitania, Planadas, sur de Ata y Herrera en el departamento del Tolima, a los liberales “limpios” para ir contra el Movimiento Agrario de Marquetalia (Medina, 2009). Para hacerlo, articulan a algunos de ellos como policías del gobierno, y a otros, les asignan sueldos, entrenamiento militar y los dotan con armas modernas. Las poblaciones de Santiago Pérez, La Estrella, Campo Hermoso son el blanco de la agresión de estos grupos a la cabeza de Mariachi, Arboleda y Peligro. Una vez desatada la persecución en esas regiones, siguen desarrollando su objetivo central de arremetida contra el Movimiento Agrario de Marquetalia para eliminar sus principales dirigentes y apoderarse de las tierras y cultivos (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

En Gaitania y muchas otras partes proliferaron los grupos de matones y “pájaros” a sueldo vestidos de civil que trabajaban conjuntamente con los “limpios” uniformados o disfrazados de policía carabinera y perfectamente financiados por el gobierno, los latifundistas y terratenientes, los directorios políticos y los mandos militares (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ) .

Los últimos meses de 1959 y los primeros de 1960, son particularmente difíciles para los dirigentes agrarios de la región de Marquetalia, la violencia se va haciendo cada vez más fuerte y se dirige contra los antiguos dirigentes guerrilleros, entre ellos, Manuel Marulanda Vélez, Isauro Yosa y Jacobo Prias Alape (Fermín Charry Rincón-Charro Negro), el más destacado dirigente guerrillero comunista de la época y miembro de su Comité Central, quien es asesinado en la calle principal de Gaitania, por parte de un contingente de guerrilleros "limpios" procedentes de Planadas. Este grupo, al mando de Jesús María Oviedo ("Mariachi"), era permitido tanto por las autoridades civiles como militares. Nuevamente la trágica experiencia de El Davis, siete años atrás, se volvía a repetir en forma escandalosamente similar. En febrero de este mismo año, se produjo un atentado contra el dirigente del Sumapaz, Juan De La Cruz Varela. Y en el mismo mes, un contingente del Ejército inició operaciones militares en la región del Ariari. Estos son sólo algunos hechos protuberantes en un enorme caudal de actos de violencia contra dirigentes agrarios, que empezaban a preocupar gravemente a la opinión pública nacional.

La “malicia indígena” de las gentes de Gaitania, le indicaba a la gente que iba a haber problemas y era mejor estar prevenidos. Lamentablemente, justo ese día, cuando más necesitaba tener presente este aprendizaje social, heredado de su madre y cultivado al calor de cientos de combates y luchas libradas desde los tiempos de Quintín Lame, en un lapsus de confianza irracional, Jacobo Prías Alape (Charro Negro), no quiso hacer caso de las recomendaciones hechas y cayó abatido a manos de asesinos a sueldo integrantes de una de las bandas de los “limpios” comandada desde Planadas por Jesús María Oviedo “Mariachi”. “Charro Negro”, era un antiguo dirigente indígena, quien, según Isauro Yosa (Mayor Lister), era quintinlamista, nacido en Ortega y había conocido al indio. 61 Había impulsado intensas movilizaciones indígenas en Natagaima, Coyaima, Ortega y Chaparral. Fue guerrillero después del 9 de Abril, de Eliseo Velásquez y de otros grupos en los Llanos donde la guerrilla gozaba de gran respaldo popular.

Pero todas las jugadas no podían ser tan racionales que permitieran a los actores calcular por completo sus efectos más lejanos, por ejemplo los asesinatos de antiguos bandoleros o de quienes se hacía aparecer como tales. En concreto hubo una jugada que nunca debió producirse, pues hacerla significaba justamente accionar el resorte sentimental de uno de los hombres cuya vida había transcurrido entre amores y odios y que tenía por ello, la capacidad para armar y poner en marcha una nueva máquina de guerra: Manuel Marulanda Vélez, (Tirofijo). Y esa jugada fue justamente el asesinato de Charro Negro.

Ya a comienzos de los años cincuenta Alape había comenzado una gran amistad con Manuel Marulanda desde los tiempos del campamento del Davis, amistad que significó para Marulanda la primera influencia decisiva en cuanto a su formación política; era su mentor, su padre político. Con él comprendió el papel del grupo militar como brazo armado de la gente, integrado a los campesinos y apoyado por ellos. Y gracias a esta escuela Marulanda entendió el carácter de “bandoleros” que tenían las guerrillas de los Loayzas, sus familiares, y se mantuvo aislado de ellos. El asesinato de “Charro Negro” es la señal de alarma que le indica a todos los antiguos combatientes Liberales y Comunistas que el régimen de Alberto Lleras Camargo no se detendría hasta exterminar físicamente el movimiento agrario que se había trasformado en las autodefensas de Marquetalia, El Pato, Riochiquito, Guayabero y otras, después de la caída de Rojas Pinilla. Corrobora que la decisión de no entregar las armas en la Segunda Amnistía después del plebiscito de la junta Militar, había sido correcta. La primera fue propuesta por el General Gustavo Rojas Pinilla en 1953. Esta segunda traición del Gobierno quedaría grabada con sangre y fuego en el imaginario de todos los antiguos combatientes, liberales y comunistas que continuarían en la resistencia y posteriormente se les conocería como los “Marquetalianos”. Se había configurado uno de los referentes simbólicos del sustrato cultural que dio coherencia a este “nuevo” sector en ciernes: La desconfianza ancestral por todo lo oficial, es decir por todo lo que provenga del Estado y de las élites gobernantes. Este elemento entró a formar parte del “imaginario instituido” en torno al nacimiento del grupo. A lo largo de los siguientes 40 años, Amnistía sería sinónimo de Traición y de estratagema. Y los Marquetalianos serían el símbolo viviente de muchas cosas: Rotunda negativa a entregar las armas en cualquier proceso de paz, incredulidad absoluta sobre la palabra empeñada por el Gobierno y sus funcionarios, desconfianza por todo lo “urbano” (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La ola de asesinatos que vive el país en estos años no sólo afecta a líderes campesinos o de la oposición política, sino que incluso, como ya había ocurrido con anterioridad, los propios guerrilleros liberales amnistiados comienzan a ser sistemáticamente dados de baja por la fuerza pública. Por ejemplo, el 19 de enero muere en Bogotá Hermógenes Vargas, "Capitán Peligro", tras haber sido herido por la tropa. El 23 de enero, a su turno es asesinado por un cabo de la Policía, Silvestre Bermúdez, "Mayor Mediavida ", quien se había convertido en el jefe político del Prado (Tolima).

El Ejército se instala en Gaitania y Planadas.

A raíz de las reuniones desarrolladas y de las denuncias que se hacen en todos los estamentos del gobierno, coinciden en que la única manera de evitar el derramamiento de sangre es volviendo a poner la región en manos de las fuerzas militares. El ejército se posesiona inicialmente en Gaitania y posteriormente en Planadas. Pero la situación no mejora; las presiones sobre la población se intensifican y se inicia un proceso de señalamiento y persecución a la dirigencia que obliga al retorno a la clandestinidad de muchos de ellos, y por esa vía a la reorganización de las autodefensas regulares. Inicialmente estos grupos están dedicados en especial a la vigilancia y a la protección de la población. No obstante, en la medida que el ejército ejerce sobre ellos presión y un permanente hostigamiento, pasan a guerrillas regulares que realizan emboscadas y hacen recuperación de Armas (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La acción de los “pájaros” en Marquetalia se hace cada vez más inmanejable. Entre 1960 y 1962, estos grupos comandados por Alirio Salcedo y Efraín Valencia efectúan numerosas incursiones en las que asaltan en los caminos y en las casas, incendian, roban y asesinan campesinos para quedarse con sus bienes y propiedades. Frente a esta situación la dirección de las autodefensas decide perseguirlos y aniquilarlos.

El Pato.

En esta zona ubicada en el departamento del Huila, el establecimiento de los comunistas sería igualmente arduo, ya que varios grupos liberales se disputaban el control de la zona. Sin embargo, entró la fuerza guerrillera dirigida por Alfonso Castañeda -Richard, quien finalmente logró subordinar a las guerrillas liberales y a las bandas que operaban en la región. Iniciando la desarticulación de la guerrilla en autodefensa, a pesar de la oposición de la población.

Guayabero.

En este territorio ubicado en el departamento del Meta, otro grupo de combatientes comunistas, encuentran una colonización ya asentada, controlada por el guerrillero liberal Dumar Aljure, contra quien se enfrentan por el control del territorio y la población que lo habitaba, terminando con el desalojo del guerrillero liberal, se busca de igual forma organizar el movimiento agrario, no sin antes defenderse contra los intentos de Aljure por retomar nuevamente su liderazgo en esas tierras. Así, las columnas de marcha dan paso a las zonas de autodefensa con base en un amplio y bien configurado movimiento agrario que ejercía la dirección política y militar, administraba justicia, parcelaba y mantenía el control social dentro de los asentamientos. El PC apoyó la candidatura del liberal Alberto Lleras Camargo en 1958 con el fin de regresar a la legalidad, e iniciar la inclusión de los territorios de colonización de influencia comunista en el país. Pero el ánimo de inclusión del PC, dura hasta el año 1959 en que triunfa la revolución cubana e incentiva nuevamente en el Partido el ánimo de lucha y de organización de los combatientes, reforzando la táctica de la autodefensa, alejándose cada vez más de la posibilidad de negociación con el gobierno de Lleras Camargo, y de inclusión en el territorio nacional, razón por la cual se deja a estos territorios cada vez más apartados de la economía nacional (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Durante un tiempo, los movimientos agrarios trabajan pacíficamente en el campo, e inician un relativo crecimiento. Sin embargo, las bandas de excombatientes liberales dificultaban la organización en el país por la amenaza y persecución a los comunistas,

  1. Las repúblicas independientes de Gómez Hurtado.

Los territorios en donde hubo un mayor desarrollo de las formas de gobierno de las autodefensas comunistas fueron los de las denominadas “zonas liberadas”, posteriormente también conocidas como “repúblicas independientes”, debido, básicamente, a la falta de presencia institucional del Estado, que muchas veces no llegaba ni siquiera a través de sus Fuerzas Militares y que, cuando lo lograba, lo hacía transitoriamente; aunque, sin duda, el ejercicio meramente nominal de las autoridades civiles en dichas zonas también tuvo mucho que ver con el desarrollo de los contrapoderes. Atendiendo a estas características, el florecimiento, no solo de las autodefensas sino de sus “formas de gobierno”, fue propicio en áreas bastante diversas de la geografía nacional: tierras indígenas, como la de Riochiquito; zonas de frontera cerrada con tradiciones de lucha reivindicativa, como la del Sumapaz; y algunas regiones de frontera abierta, como El Pato, El Guayabero, o el Alto Ariari. Allí se establecieron los “poderes alternativos” que, en lo político contaron con autoridades civiles y jefes militares autónomos, quienes garantizaban diversos grados de control territorial y, por supuesto, también manejaban instancias populares de gobierno; y, en lo económico, generaron diversas estrategias orientadas a la sostenibilidad de la vida campesina y del propio modelo de gobierno autónomo. Sin embargo, lo que quizás llama la atención en mayor medida es que estos gobiernos asumieran la tarea de garantizar un orden social, y hasta dictaran normas para asegurar la disciplina entre los combatientes y para regular las relaciones de estos con la población civil; propósitos y comportamientos que desbordaban “ampliamente las posibilidades del movimiento”; de modo que no podemos partir, analíticamente, de una versión totalmente perfeccionada de estos ejercicios —para cuya realización, la toma del poder habría sido indispensable— sino que es preciso entenderlos en términos del documento programático que los inspiraba: como iniciativas “en práctica en medio de las posibilidades, en las zonas liberadas por parte de los consejos populares y de las autoridades designadas por ellos” (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Esta situación comenzará a sufrir cambios a partir del 27 de mayo de 1964, día en que se inician los operativos militares en Marquetalia y que las FARC conmemoran como su fecha de nacimiento, aun cuando solo será hasta fines de 1966 que adoptan propiamente esa denominación. Este episodio, que tendrá profundas incidencias en el futuro del país.

En 1962 se posesiona el presidente conservador Guillermo León Valencia, y los territorios de frontera donde ejercía influencia el Partido Comunista, fueron puestos en la mira del gobierno, en gran parte por al anticomunismo que por los años sesenta se expandía desde el gobierno de Estados Unidos. En 1962, el ejército realiza una primera operación contra Marquetalia que obliga a los pobladores a colocarse a disposición de la resistencia agraria y a prepararse para cualquier tipo de ofensiva militar, esta iniciativa del gobierno, lleva a los cuadros del Partido Comunista a activar paulatinamente la autodefensa, para prepararse ante futuros ataques y para concientizar a la población sobre la situación. El PC mediante la táctica de la combinación de todas las formas de lucha, refuerza la organización de la autodefensa, preparándose para cualquier ataque porque la situación en estas zonas cada vez era más tensa, el ejército comenzó a rodear estos territorios para evitar que se expandiera su influencia a otros, aislándolos e impidiendo muchas veces que vendieran sus productos fuera de estas tierras, alejándolos de la posibilidad de inserción en la economía nacional y del desarrollo capitalista que se estaba dando en el país. Los territorios de influencia Comunista fueron denominados Repúblicas Independientes por el senador conservador Álvaro Gómez en el Congreso de la República: “no se ha caído en la cuenta que hay en éste país una serie de repúblicas independientes que no reconocen la soberanía del Estado”. Sus declaraciones, dan impulso a las posteriores acciones militares en las que el gobierno busca restituir su soberanía en las regiones apartadas donde antes no había hecho mayor presencia, se determina que en estos territorios la creciente influencia del PC es un peligro para el mantenimiento del poder del Frente Nacional y se decide acabar con ellas indiscriminadamente.

El ejército desarrolla una primera operación contra Marquetalia que obliga a los pobladores a colocarse a disposición de la resistencia agraria y a prepararse para cualquier tipo de ofensiva militar. En esta época se implementan las campañas cívico-militares por parte del ejército, se regalan herramientas de trabajo, ropa, mercados y atención en salud, a la vez que se desarrollan las labores de inteligencia y se busca el apoyo de la población para la institución militar (Loaiza, 2012 ver http://bit.ly/2mObBVm ). La población siente que se viene una operación militar de grandes proporciones, la exploración aérea de la región por parte de la aviación, las acciones cívico militares y el incremento de la presencia del ejército en la región así lo indican. Frente a todos los indicios que señalan el advenimiento de un operativo militar, el movimiento agrario empieza a prepararse para enfrentarlo. Se recoge a mujeres, niños y ancianos que no pueden asumir la defensa armada del territorio y cuando la información precisa la inminencia de las operaciones, las familias se internan en la selva y los hombres armados se quedan a defender el territorio. El 11 de abril de 1964, solo unas semanas antes de iniciarse la operación, Jacobo Arenas (Juan Morantes) y Hernando González Acosta parten desde Girardot hacia Marquetalia enviados por el Partido Comunista, con la misión de ayudar en la denuncia de la agresión que ya se ve venir, vincularse a la organización y ayudar en la resistencia. En los primeros días de abril de 1964 tuvimos conocimiento de una grave decisión del gobierno colombiano: la guerra de exterminio contra la región de Marquetalia comenzaría en la tercera semana de mayo de ese año (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

En Marquetalia, el PC organiza nuevamente la columna de marcha para movilizar a las familias de los combatientes hacia las montañas y hacia Rióchiquito con el fin de evitar que los ataques acaben con sus familias, los combatientes se quedan en Marquetalia para resistir frente a los ataques. “Entre finales de abril y principios de mayo de 1964, son evacuadas unas 1200 personas de la población civil de Marquetalia y de las veredas vecinas. La población queda a la expectativa del inicio de los operativos”

Comienza la “guerra preventiva contrarrevolucionaria bajo los lineamientos del plan LASO (Latin American Security Operation) inspirado en la nueva filosofía de la guerra irregular”, con el fin de devolverle al Estado la soberanía sobre todo el territorio nacional, y quitarle al PC la influencia en estos territorios. Las fuerzas militares promueven la campaña de intimidación y propaganda en contra del Partido Comunista: cierran el acceso y salida de estos territorios; impiden la movilización de campesinos a otras zonas para evitar la expansión del PC, y obstaculizan la comercialización de sus productos, para que económicamente les sea cada vez más difícil el mantenimiento de estos territorios, dejándolos prácticamente aislados para facilitar la acción del ejército.

Entre el 27 de mayo y el 14 de junio de 1964, se desarrollan combates entre la resistencia de Marquetalia y las fuerzas armadas, hasta que el ejército toma el control de la zona y los combatientes comunistas dejan definitivamente la autodefensa para convertirse en guerrilla. Los ataques a Marquetalia, dan como resultado la activación definitiva de la táctica del Partido Comunista de la combinación de todas las formas de lucha impulsada desde 1961, “de esta forma, la autodefensa popular deja de ser un movimiento espontáneo para convertirse en una orientación sistematizada y generalizada por los destacamentos comunistas, que la recomiendan para responder organizadamente a los ataques, […] con un fundamento militar”, pasando de la autodefensa a la acción guerrillera.

Contra el núcleo revolucionario de Marquetalia se emplearían a fondo 16.000 hombres del ejército. Fuerzas combinadas de infantería, artillería, aviación para bombardeos y aerotransporte iniciarían la agresión. Se emplearía en todo su rigor la táctica del cerco y el bloqueo. Si se producía por parte de los campesinos alguna manifestación de resistencia, serían lanzadas bacterias contra la población. La Sexta Brigada -entonces bajo el mando del coronel Hernando Currea Cubides- fue destacada para la operación inicial. El comando de la guerra fue trasladado a Neiva, Capital del departamento del Huila (su anterior sede había sido la ciudad de Ibagué, capital del vecino departamento del Tolima). Y comenzó la movilización de tropas y de material bélico (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Los marquetalianos conforman una dirección para enfrentar el operativo. Dicha Dirección asume la característica de Estado Mayor, integrado por Manuel Marulanda, Isaías Pardo, Tula Pardo, Darío Lozano, Jaime Guaracas, Joselo, Eduardo Lozada, Chucho Nazareno y Rogelio Díaz. Con un pequeño núcleo de 42 hombres se disponen a pelear, organizándose en escuadras de 10 hombres (9 de base y un comandante); dada la precariedad de las armas con que cuentan deciden que cinco unidades irían armadas y cinco desarmadas y los primeros deben rescatar las armas de los segundos. Entre finales de abril y principios de mayo, son evacuadas unas 1.200 personas de la población civil de Marquetalia y de las veredas vecinas, las cuales las llevan hacia las zonas selváticas donde han sido “encaletadas” con anterioridad provisiones, unas donadas por los campesinos y otras compradas. La población queda a la expectativa del inicio de los operativos.

El 18 de mayo de 1964, los mandos militares dan a conocer públicamente la iniciación oficial de Operación Marquetalia, el 27 de ese mismo mes, se produce el primer combate contra un pequeño destacamento comandado por Jaime Guaracas, David González y Darío Lozano.

Una vez el asalto se produce, el movimiento de resistencia concluye en una asamblea general de guerrilleros que ya nada tienen que hacer allí y se plantean como única alternativa convertirse en una guerrilla móvil, lo cual determina no solo la modificación de la táctica de combate, sino del carácter del grupo armado. Durante varias semanas los sobrevivientes de Marquetalia convertidos en guerrilla móvil se desplazan operando en la región.

Después de conocer la muerte de Isaías Pardo en combate, el Estado Mayor que está en Rióchiquito organiza la Conferencia del Bloque Sur, antecedente orgánico de lo que serían las FARC, esta concluye que la guerrilla en Marquetalia debe hacer sólo otros cuantos combates y más tarde retirarse para un período de descanso. A pesar del cerco militar que cubre límites del Tolima con el Cauca, Huila y Valle, Marulanda vuelve a Marquetalia a reforzar el núcleo guerrillero que aún continúa combatiendo en esas tierras.

La represión oficial, después de las operaciones de Marquetalia, Rióchiquito, Pato y Guayabero se extiende a Planadas, Rioblanco, Chaparral, Natagaima, Aipe, Palermo, Santa María y otros municipios de Tolima y Huila. La dinámica de las confrontaciones genera dispersión del movimiento guerrillero que intenta responder a la ofensiva militar del ejército y aviación, y sobrevivir en medio del tamaño desbordante de los operativos (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Primera Conferencia Guerrillera.

A finales de 1965 se realizó en Rióchiquito, la Primera Conferencia Guerrillera se define como consigna subsistir y desarrollarse, se fija el propósito de ir construyendo una organización más unida y estructurada. En la Conferencia constitutiva del bloque Sur, como se le llamó, se analiza la situación de la guerrilla comunista en el territorio nacional, se unifica la acción de los diferentes destacamentos con el fin de coordinar la lucha y cumplir el Programa Agrario de Marquetalia, se estudian las tácticas empleadas por el ejército, se consolida la acción guerrillera impulsada por el Partido y se impulsa la organización en guerrilla móvil. Tras realizar un balance de las acciones militares cumplidas durante este período, aprobó planes de acción militar, política, organizativa, de educación y finanzas”. De esta conferencia, “surgió ya la decisión de continuar la lucha armada guerrillera con el propósito de iniciar la lucha por la toma del poder para el pueblo. Dio las líneas generales y ahí mismo se convocó a la II.

Terminada la invasión de Marquetalia, Marulanda con todos los combatientes y las familias campesinas desalojadas, se dirigen hacia Riochiquito donde se realiza dicha Conferencia, en el mes de Septiembre de 1.964 como paso inicial de una organización más unida y estructurada que vendría más tarde. Asisten los grupos guerrilleros de El Pato, Riochiquito, “26 de Septiembre”, (Natagaima y Chaparral), Coyaima, Purificación y Guayabero. En ella se decide adoptar una Dirección política y militar unificada en el Partido Comunista. Se define la necesidad de actuar nacionalmente superando el carácter localista que habían mantenido desde los años 50. Considera la Conferencia de una extraordinaria importancia la iniciativa de unificar nuestras fuerzas dentro de bloques geográficos determinados, con lo cual el radio de acción del movimiento guerrillero para cada uno de los grupos, se ampliará y con ello contará con mejores condiciones para la planificación, determinación y desarrollo de las acciones futuras”.  La guerrilla comunista adopta el nombre de “Bloque Sur” y se aprueban planes de acción militar, política, de organización, de educación y de finanzas.

De esa conferencia surgió ya la decisión de continuar la lucha armada con el propósito de iniciar la lucha por la toma del poder para el pueblo.

El 20 de Julio de 1964, durante la conferencia se elabora y se da a conocer, en la primera reunión de los combatientes de Marquetalia, el PROGRAMA AGRARIO DE LAS GUERRILLAS. El programa es fundamentalmente un manifiesto explicativo del porqué de la resistencia y de los propósitos de la misma, está dirigido a los campesinos, obreros, estudiantes, artesanos, intelectuales revolucionarios, y en general a la población colombiana. En él se señala la existencia de un movimiento revolucionario de campesinos del Sur del Tolima, Huila, Cauca y Valle que han tenido que soportar, desde 1948, la acción de las fuerzas institucionales y criminales de la oligarquía que detenta el poder representadas en los latifundistas, ganaderos, comerciantes y gamonales de la política oficial, que se dice, han decidido defender sus intereses a "sangre y fuego".

La operación contra Marquetalia se convirtió en un hito fundador de las farc, por la confrontación desigual, porque los guerrilleros se sobrepusieron al operativo, porque la toma de la región por el Ejército se convirtió en una toma simbólica y porque en medio de la operación, el 20 de julio de 1964, una asamblea general de guerrilleros lanzó el “Programa Agrario”, compuesto por siete puntos y que se constituyó en el documento declarativo que antecedió a la creación formal de las farc. Desde entonces, el recuerdo de Marquetalia formó parte de los relatos y de los discursos, de las canciones y de las charlas educativas a los nuevos militantes. El culto insurgente conmemora este episodio, cada 27 de mayo, como el día en que se dio inicio a la agresión, con izadas de bandera, condecoraciones, actos políticos, proclamas de los jefes históricos de la organización, comidas especiales y fiestas.

Riochiquito.

A la agresión a Marquetalia le siguió la de Riochiquito, en septiembre de ese año. En Riochiquito, aunque el Ejército ingresó a la región, no se produjeron enfrentamientos cruentos con las tropas; bajo el mando del coronel Álvaro Valencia Tovar se procuró establecer una relación con las autodefensas a través de acciones cívico-militares. El ataque a los campesinos provino más bien de las “bandas oficialistas” o “los pájaros” que, según Ciro Trujillo —comandante de las autodefensas de la región—, habían ocasionado, en dos años, la muerte de treinta y siete “compañeros” y el despojo de 112 fincas.

En este territorio ubicado en los límites entre el Huila y Cauca, se establece el primer destacamento de la columna de marcha bajo la dirección de Jacobo Prías Alape, su asentamiento y la aceptación de la población serían difíciles, debido a la gran cantidad de población indígena de la zona que rechazaba la violencia -y a su vez las acciones del gobierno, pero que de igual forma desconfiaba de la presencia de los guerrilleros comunistas en su territorio. La acción allí, se enfocó en la necesidad de hacer coincidir los intereses y la cultura de dos grupos claramente diferenciados: los campesinos colonizadores blancos y las comunidades nativas indígenas, cuando la persecución y la violencia se incrementan y el ejército se acerca a los territorios indígenas, se logra la consolidación de la autodefensa en Riochiquito, a pesar de las diferencias entre los habitantes y su continua resistencia a que los combatientes comunistas se quedaran en sus tierras, debido a la fuerte persecución al Partido Comunista (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

En septiembre de 1965, Riochiquito es atacado por el ejército. Existe en pleno apogeo la lucha contra las Repúblicas Independientes, vienen de la embestida a Marquetalia y han acumulado una experiencia que forja la resistencia más dura y difícil para población.

En Rióchiquito, la población siente el acoso de las fuerzas militares y el recrudecimiento de la violencia en la región. Cuando la operación se inicia es asesinado un grupo de campesinos en Nátaga, entre ellos un hijo de Ciro Trujillo. El campesinado se inquieta y pide ayuda a las guerrillas móviles ubicadas en la región, con la experiencia acumulada en Marquetalia le sugieren a la población que desocupe la zona, marche a otras partes para evitar ser víctimas de los enfrentamientos. Algunos lo hacen, otros no (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Rióchiquito sufre la crudeza de los operativos militares y el enfrentamiento guerrillero. Pronto comienzan allí los ametrallamientos, bombardeos, destrucción e incendio de viviendas y cosechas, así como los ataques sorpresivos y las emboscadas guerrilleras, hasta que el ejército ocupa y controla la región, obligando a la guerrilla a desplazarse hacia el Tolima y Huila.

La invasión de Riochiquito, venía siendo instigada desde el Congreso, por un protagonista Liberal: Víctor Mosquera Chaux, representante de los terratenientes caucanos, quienes tenían interés en las tierras de esta zona predominantemente indígena. La orden de invadir fue firmada por el General Ayerbe Chaux, también de origen caucano. Al ser desalojados nuevamente de Riochiquito el 15 de septiembre de 1.965 los destacamentos guerrilleros se dirigieron hacia el cañón del Duda en un sitio conocido como “La Francia” en la región del SUMAPAZ.

  1. Segunda Conferencia del Bloque Sur.

La disgregación de los grupos guerrilleros por los departamentos del Cauca, Tolima y Huila crea la necesidad de convocar la Segunda Conferencia de las guerrillas del Bloque Sur, la cual se realiza en La Francia, Cañón del Duda, en el Sumapaz,  y en la misma se hace un balance de la situación de los grupos, establece unos criterios de unidad de los mismos y formula un plan que le permita al movimiento guerrillero seguir luchando con éxito frente a la ofensiva gubernamental. En esta Conferencia el Bloque Sur se constituyen en Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC.

En ella se adopta el Reglamento interno denominado Estatuto de reglamento de régimen disciplinario y las normas de comando, el cual consagra buena parte del imaginario instituido que ha caracterizado a este grupo insurgente hasta nuestros días. Se adopta un Plan Operacional de cobertura nacional consistente en el Despliegue de Fuerzas. Se constituyeron seis destacamentos guerrilleros dirigidos por Ciro Trujillo: Destinado a Caldas y Quindío. Joselo Lozada: Cordillera Central. Manuel Marulanda junto con Jacobo Arenas: El Pato; y otros destacamentos dirigidos por Carmelo López, Rogelio Díaz y José de Jesús Rojas Rivas (“Cartagena”). Se afirmó que iniciaban una lucha prolongada por la toma del poder que definitivamente pone en sentido a la otrora autodefensa. Se crea una Comisión Financiera Nacional, al mando de Gilberto. Se eligió a Marulanda como el comandante superior y a Ciro Trujillo como segundo al mando. En esta Conferencia participaron 350 combatientes quienes conformaron el núcleo inicial de las FARC. Todos, salvo excepciones como Jacobo Arenas, eran de extracción campesina.

Se expiden documentos precisos y reglamentos que rigen la vida interna del combatiente, aparecen estatutos internos, régimen interno, y aparece ratificado el programa agrario de los guerrilleros. La II dio una estructura militar y orgánica al movimiento. Crea el tipo de grado de mando de comandantes. Cada escalón tenía su respectivo reemplazante, con sus normas, la metodología y disciplina de dirección. Con esa nueva denominación, se busca unificar la lucha guerrillera comunista en el país, llevar a cabo acciones de defensa de la propiedad campesina y a su vez luchar contra el gobierno del Frente Nacional que le impide la participación a terceros partidos en las elecciones. El trabajo inicial de las FARC será bastante complicado, los ataques militares del gobierno habían debilitado a la guerrilla comunista, razón por la cual se buscó la unificación de todos los destacamentos para continuar la lucha. Su debilidad dificulta la acción ofensiva, y por un tiempo se encargan de la defensa, mientras se fortalecen internamente y se concientizan del cambio de táctica de acción del PC, mediante la consolidación de la guerrilla móvil en el territorio nacional. “Las FARC se constituyen en el brazo armado del Partido Comunista”, se abandona definitivamente la posibilidad de volver a convertirse en movimiento agrario y toman las armas para defenderse y promover el Programa Agrario de Marquetalia.

  1. Tercera Conferencia Guerrillera.

La Tercera Conferencia, se celebra en Guayabero en 1.968. Tiene por objeto analizar en profundidad las experiencias obtenidas en las dos cordilleras, la central y la oriental en lo que se refiere ya no solo a la sobrevivencia de la guerrilla, sino al cumplimiento de los acuerdos aprobados por la Conferencia Constitutiva.  Para Marulanda esta Conferencia es la confirmación de que carecíamos todavía de conocimientos adecuados, para el desarrollo del movimiento guerrillero. Se reconoce entonces falta de conocimientos adecuados, traducida en la incapacidad de la comandancia de las Farc para interpretar a fondo los lineamentos de la 2a Conferencia Constitutiva; las viejas prácticas colectivas de los años Cincuenta, aún predominaban. Hubo violaciones de los planes que trajeron como consecuencia el fracaso de algunos mandos, como es el caso del Comandante Gilberto responsable de las finanzas. Y del destacamento comandado por Ciro Trujillo en el Quindío. Es decir los imaginarios instituidos inicialmente para el movimiento de autodefensa campesina no funcionaban ahora para una organización verdaderamente conspirativa. Muerte del Comandante Arrayanales en el Valle. Pérdida de Joselo en la cordillera Central. Golpes contra Abanico en el norte del Tolima; prácticas de política muy “liberal”. Todo el mundo sabía dónde vivía la guerrilla, qué hacía, cuáles eran sus planes de desplazamiento, quiénes eran sus contactos.  No se estaban cumpliendo los lineamentos de la guerrilla móvil y clandestina. Se había perdido el 70 por ciento de las armas del movimiento y habían terminado muchos hombres muertos o en la cárcel. Faltaban en consecuencia, conocimientos sobre la concepción móvil de la guerrilla. Faltaba madurez en los mandos que continuaron aplicando los mismos métodos utilizados en los años cincuenta. Se impone entonces la necesidad de “encriptarse”, de cerrar los contactos tradicionales con el exterior y de homogenizar ideológica y militarmente la naciente organización, se impone la clausura material y de sentido (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Tercera Conferencia, traza nuevos lineamientos, pero más ágiles, más operativos, más actuantes. Se despliega la fuerza sobre el Tolima, Huila, Cauca. En el Magdalena Medio ya funciona el IV Frente. Este periodo militarmente se demarca por el cambio en la concepción organizativa y operativa, es la transición del destacamento guerrillero a la fundación de los frentes.

En un balance general de lo que representa la Tercera Conferencia se podría decir que en ella se da un proceso de refundación de las Farc, en cuanto que se evalúa la situación general de la organización después del golpe de Caldas, se establece una estrategia de reconstrucción organizativa, se define un plan de trabajo, de recomposición política y territorial del proyecto, con ello se inicia una fase de crecimiento y consolidación planificada (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Operación sonora.

En ese periodo de reconstrucción y de recuperación de la fuerza guerrillera, que dura prácticamente entre 1966-1974, quizá una de las experiencias más reveladoras sobre la personalidad de Marulanda, es sin duda, lo que se conoce como la “Operación Sonora”. Esta operación es un desplazamiento que cubre los territorios del Caquetá, Meta, Tolima, Cauca y Valle, con el que Marulanda quería demostrar que si es posible la subsistencia de la guerrilla móvil en la Cordillera Central.

Marulanda realiza un intenso entrenamiento de dos meses con el personal que él mismo escoge, en total 27 guerrilleros, incluidas tres mujeres, que conforman la móvil, protagonistas de la Operación Sonora, afirma Medina (2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Móvil al mando de Marulanda sale de El Pato, como el inicio de una experiencia que busca recuperar en la demostración práctica de un comandante la moral de la guerrilla.

Marulanda comprueba en la experiencia de sus hombres por sí mismo, que son las lógicas personales las que conducen a los errores y fracasos humanos y a la pérdida de vidas y armas (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

En el recorrido vuelve por los hechos, reconstruye los acontecimientos en toda su continuidad, experimenta lo vivido por sus hombres y luego racionaliza la doble experiencia, la de sus hombres y la suya, la que discute finalmente mediante la persuasión. La experiencia, doblemente trajinada, se transforma en una orden y en la recuperación mental de un nuevo plan. Es la comunicación de mando que produce en sus hombres un estado de confiabilidad en un momento de crisis profundad (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La crisis de las Farc en los años 70.

La crisis de las Farc se refleja en su poca actividad militar y en cierto distanciamiento frente a la nueva ola de protestas campesinas que se registraban en algunas regiones del país al comenzar la década del setenta (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

El periodo 66-68, resulta supremamente difícil para las Farc, el cambio de táctica hacia la guerra de guerrillas, la construcción de los destacamentos y la consolidación del mismo, así como la construcción de una cultura de la guerra se va gestando en medio de las dificultades que siendo propias del inicio de un proyecto de esta naturaleza repercuten a la larga convertidas en una dificultad mayor cuando se está combatiendo al mismo tiempo. La situación por las que atraviesa la guerrilla, según Marulanda, es atribuida a varias razones, en particular a la incapacidad de la comandancia de las Farc para interpretar los lineamientos de la Segunda Conferencia Constitutiva, al fracaso en la construcción de una economía de guerra sólida y de una política de finanzas clara; el movimiento guerrillero que se está gestando con mucha simpatía de las masas en el Quindío, comandado por Ciro Trujillo, es abruptamente golpeado por fuerzas militares produciéndose la muerte de varios combatientes y la detención y el encarcelamiento de otros; se da la pérdida del 70% en armas, a lo que se agregan las dificultades y las mermas que tiene Joselo en la Cordillera Central y los golpes recibidos en el norte del Tolima (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Esta es una época en que la mayoría de iniciativas fracasan, según Marulanda por la falta de conocimientos sobre la concepción móvil de la guerrilla, la falta de madurez y disciplina en los mandos que continúan aplicando los mismos métodos que aplican en los años cincuenta, sostiene Medina (2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Ese es un periodo crítico en el que Marulanda y los sobrevivientes reconocen sus errores, se dan modificaciones y se plantean soluciones; los nuevos planes se presentan en una situación de mucha presión, de mucha quietud y desinterés de las masas por la guerrilla, lo que no implica, que algunos avances significativos se estuviesen haciendo a través de la capacidad de los comandantes y de sus relaciones cordiales con la población en lugares de apertura (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

IV y V Conferencias

Entre 1968 y 1974, las Farc lograron reorganizarse e iniciar una etapa de relativo crecimiento. Ese proceso fue jalonado por la IV y V Conferencia, celebradas en 1971 y 1974, respectivamente. Allí proyectaron la creación de nuevos Frentes guerrilleros y fijaron orientaciones de orden financiero, sin que ello significara que hubiera claridad en la conformación de una estructura de Mandos de Frente, ni de una estructura de Mando Nacional, según Jacobo Arenas. En la tarea de renovar el influjo de la guerrilla, el 4° Pleno del Estado Mayor celebrado en 1973 realizó algunos reajustes significativos al plan militar aprobado en la IV Conferencia, que entraron a operar mientras se realizaba la V Conferencia. Entre ellos se encontraban los siguientes cambios: las columnas guerrilleras debían concentrarse, realizar ataques y luego diluirse; los planes militares regionales debían elaborarse pensando en la operatividad de las columnas y debían atender a las condiciones concretas de cada región; debían ubicar “objetivos de mayor alcance”, para lo cual las columnas debían operar en dirección a los centros nerviosos del sistema ubicados en la economía, las comunicaciones y las Fuerzas Armadas; y, por último, el desdoblamiento de las columnas guerrilleras si el terreno, la población y los dispositivos enemigos lo aconsejan (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

A la Cuarta Conferencia realizada en abril de 1971, a comienzos del Gobierno de Misael Pastrana en el Pato, asisten delegados de los frentes constituidos en el Magdalena Medio y El Pato. Asisten también delegados que estaban trabajando en la Cordillera Central. Igualmente estaban trabajando ya en procura de constituir frentes en Gaitania, Planadas, Chaparral y otras. En ella Marulanda afirma que si no podemos señalar muchos éxitos, por lo menos ya podemos decir que no nos continuaron matando, lo que es un paso supremamente grande. Se escuchan rumores por parte del Ejército en el sentido de que han perdido contacto con las guerrillas en los últimos meses. No saben a ciencia cierta dónde operan, donde se meten, como se mueven. Se opera en consecuencia mucho más clandestinamente y en ese sentido se ha ganado la iniciativa. Ha cambiado la situación en este sentido. Hoy donde hay combate aunque sea un fusil se llevan los guerrilleros, esto es una ventaja en lugar de perderlo, afirmaba Marulanda (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ). Se consolida definitivamente la idea de los Frentes; al instalarlos deben fortalecerse y crecer y posteriormente desdoblarse en otros frentes, multiplicarse en personal y en armas, lo mismo en cuanto al apoyo de la población. La necesidad de los Frentes surge de la prioridad de establecerse ya no como destacamentos en diversas áreas del país, sino como células organizadas, con todas sus posibilidades. Los Frentes se convierten en “guerrillas madres” que se desplazan en diversas columnas a áreas lejanas del propio epicentro del frente. Los frentes deben dar columnas que luego van convirtiéndose en nuevos frentes a medida y capacidad de sus desplazamientos. Es decir se va concretando una concepción de orden estratégico (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Quinta Conferencia.

La Quinta Conferencia se celebra en septiembre de 1974 en el Meta. Marulanda dice que nos repusimos, ahora sí cálculo que nos hemos repuesto de esa terrible enfermedad que casi nos liquida a todos: es decir, volvimos a ser, más o menos, la misma guerrilla anterior, citada por Medina (2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).  La crisis orgánica de las Farc estaba resuelta. Se propone la ampliación de la fuerza guerrillera hasta convertirla en un ejército revolucionario.  Hasta ese momento solo combaten con tres Frentes, y ya se daban las condiciones para crear el Quinto Frente en Antioquia lo mismo que el Sexto Frente en el Valle del Cauca y Cauca (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

VI Conferencia.

Según Jacobo Arenas, en la reorganización del grupo guerrillero fue clave la VI Conferencia, realizada en 1978, pues allí se definieron aspectos relacionados con su estructuración interna y varias elaboraciones normativas. También se instituyó el impulso a la realización de planes por cada Frente, de acuerdo con la importancia del área y a su valor estratégico. A diferencia de los anteriores eventos, en la VI Conferencia apareció más clara la meta de dar el salto de una guerrilla regional a una guerrilla con presencia nacional, planteándose por primera vez el propósito de formar un ejército revolucionario. Adicionalmente, la VI Conferencia consolidó la estructura de la organización al estatuir toda su línea de mando, que tiene una conformación colectiva. Primero dio vida normativa al Secretariado del Estado Mayor Central, el ente más alto de esa organización. Fue creado en el Pleno del Estado Mayor de 1973, y tiene la responsabilidad de concretar en “planes estratégicos” las iniciativas políticas y militares que surjan en las Conferencias guerrilleras. También reajustó el Estado Mayor Central y creó los Estados Mayores de Frentes. La Conferencia también reformó varias normatividades que regulaban la vida de esa organización. Allí se discutió y aprobó una nueva versión del Estatuto, las “Normas Internas de Comando” y el “Reglamento de Régimen Disciplinario” (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ). Estos textos, aprobados en lo que parece ser su tercera versión, le daban claridad y seguridad al ordenamiento interno de la guerrilla. Con el paso del tiempo, tener una estructura organizacional clara e institucionalizada se convertirá en una de las fortalezas de las farc.

A la Sexta Conferencia realizada en enero de 1978,  en la región del Duda, asisten delegados de El pato y los Frentes IV, V. VI y VII. Previo a esta Conferencia se había distribuido a los Frentes un Documento llamado “TESIS”, con una serie de propuestas en torno a la posibilidad de trabajar en la creación de un “pequeño ejército” (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ). Y a esto se dedica efectivamente esta Conferencia. Considera esta Conferencia que para crear un pequeño ejército es indispensable trabajar en las siguientes direcciones:

Capacitar un mando, crecer en número de combatientes, armas, finanzas, crear escuelas regionales para los frentes y una escuela a nivel de estado Mayor, en el Secretariado; escuelas ideológicas, políticas y militares. El periódico Resistencia debía salir permanentemente y se habló igualmente de la necesidad de periódicos por Frentes. Se establece, como parte importante de la estrategia para la creación de ese pequeño ejército, el desdoblamiento de los frentes y la ocupación de nuevas áreas de influencia. Se habla de la posibilidad de tener un mando pequeño pero experimentado. Ya hay influencia en los sectores urbanos. Se comienza a diseñar un nuevo sistema operativo, que consiste en no esperar a que el enemigo ataque, sino que hay que atacarlo. Al golpear un Frente, deben golpear todos al mismo tiempo. Se une la fuerza de 4 o 5 Frentes para golpear grupos importantes del enemigo, pero luego deben desplegarse para volverse a unir. Se comienza a producir un cambio de mentalidad para evitar la concentración de fuerzas que tanto daño causó en los años sesentas. Se calcula que las Farc tienen en ese momento unos 1.000 hombres, con unos 100 a 120 mandos; aparecen las especialidades: armeros, especialistas en explosivos, cuadros políticos, etc. Se comienzan a comprar las primeras armas y a disponer de nuevo armamento, lo cual coincide con los inicios del auge del negocio de las drogas y la presencia de varios frentes guerrilleros en zonas de cultivos ilícitos. Igualmente coincide con la generalización de actividades de depredación tales como el secuestro y la extorsión. Las nuevas oportunidades económicas ofrecidas por el narcotráfico contribuyen a crear las condiciones para el inicio de una nueva serie histórica en el proceso de consolidación de las Farc, lo cual se evidencia en la Séptima conferencia. Igualmente habían sucedido otros eventos que también contribuyeron a que cambiaran los referentes de la acción y que las jugadas estratégicas se reorienten en una dirección distinta a la experimentada hasta aquí (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ).

Séptima Conferencia.

En ella, se evidencia que en las Farc se había iniciado ya una nueva serie histórica; aquella que los colocaría definitivamente ante la posibilidad de dar el paso hacia la Guerra de movimientos, dirigida por un mando que debía reunir en sí mismo tanto lo político como lo militar. Se realiza en el Guayabero del 4 al 14 de Mayo de 1.982, días después de conocerse el triunfo de Belisario Betancur. Desde la Segunda Conferencia de fundación, la Séptima es quizá la más importante de las realizadas por esta organización armada, debido al alcance de sus decisiones y a la transformación de sus imaginarios instituidos (Medina, 2009 http://bit.ly/1CZDgUx ). Como ya se ha dicho, en la tipología de las guerrillas que E. Pizarro ha propuesto, se caracteriza este cambio como la iniciación de un período de transición que transformará al grupo insurgente de Guerrilla Partisana en Guerrilla Militar (Pizarro, 1989 http://bit.ly/2akHvAl ). Está terminando el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala, el cual evidencia hasta la saciedad la crisis de legitimidad del régimen, agudizada por la pretensión de su gobierno de buscar salidas a toda la crisis de violencia disparada durante su administración, recurriendo solamente a la represión, a la penalización de los conflictos sociales y de la protesta ciudadana a través del Estatuto de Seguridad, el cual como pretendido remedio resultó peor que la enfermedad que quería curar. La guerra tendió a generalizarse y a escalonarse. Estaban dadas las condiciones para que las FARC salieran definitivamente a enfrentar la tarea de creación del Ejército Del Pueblo. Y que los frentes se expandieran y se consolidaran, afirma Medina (2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

El nuevo modelo de operar: Plan “Cisne tres”

En 1.980 tras una larguísima espera de 32 días metidos entre la selva en una emboscada preparada contra el ejército que hacía prácticas de supervivencia sobre la confluencia de los ríos Guayabero y Leyva cerca de la Uribe, después de lo cual solo hubo una pequeña escaramuza sin importancia, pues el ejército operaba con una nueva táctica: La de “tropas desplegadas”. Terminados los recursos y completamente agotados regresan al campamento para analizar qué estaba sucediendo. La moral de los combatientes se desmoronaba. Se agotaban los recursos sin ninguna “productividad” tangible. Sobre esto dice Jacobo Arenas que, analizando, vimos en concreto lo que en realidad sucedía de tiempo atrás; nosotros teníamos un modo de operar y el ejército tenía otro modo de operar; y así en esa circunstancia no había sorpresa, ni confrontación de las dos fuerzas. La realidad es que nuestra fuerza empleaba la antigua táctica mientras el ejército había cambiado la táctica operativa. Resultado del análisis de esta experiencia, es el “Plan cisne tres”, que según lo explica Jacobo Arenas, consiste en la movilización de tres unidades de manera independiente, para tratar de encontrar el sitio donde se concentra la tropa. Tan pronto una cualquiera de las unidades daba con el objetivo, avisaba a las dos restantes, y se concentraban en una sola fuerza para el asalto. Dicho plan fue experimentado por primera vez en la zona del Guayabero, el 19 de Agosto de 1.980 contra una patrulla de 20 hombres, denominada “Águila 2”, la cual formaba parte de tres unidades desplegadas sobre la zona. La patrulla fue copada y despojada de todo su armamento y uniformes. Y según Alape era la primera vez que la guerrilla lograba apresar a una patrulla completa del Ejército. Lo más importante sin embargo, para el desarrollo de las Farc como ejército, es que con esta acción pasa del planteamiento defensivo a un planteamiento nuevo que es absolutamente ofensivo.  En lo sucesivo ya no serán las Farc una guerrilla que combate a la defensiva desde la emboscada, sino un pequeño ejército ubicado en la ofensiva, con pequeñas unidades desplegadas, para concentrarse y atacar al ejército que trata de operar sobre “sus” territorios. Es decir que el concepto geopolítico de Territorio o de Región comienza ya a tener sentido factible para las FARC, en una guerra que iría evolucionando a partir de ese año, de guerra de guerrillas móviles y un tanto erráticas, a tener años más tarde la posibilidad de desarrollar acciones de una envergadura propias de una guerra de movimientos; con una distribución por Frentes por todo el país y con áreas específicas para cada uno (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ). La necesidad de mantener su presencia sobre el Territorio y de retenerlo el mayor tiempo posible, no tanto en cuanto área geográfica, sino como la vía para conservar su influencia sobre las redes de apoyo y las comunidades asentada en dichos territorios.

La Séptima Conferencia, evalúa este nuevo accionar, sus resultados y sus posibilidades y reconfirma el rumbo trazado hacia la guerra de movimientos basada en la construcción de un ejército altamente tecnificado. Todo esto teniendo en cuenta las nuevas condiciones sociales que presentaba Colombia a comienzos de la década de los años 80. Se estudia como fenómeno de trascendental importancia el proceso de urbanización acelerada de las ciudades colombianas, de los últimos 10 años. Existe ahora una población mayoritariamente urbana y en relación con ella una población rural muy exigua. Frente al planteamiento del Ejército consistente en el despliegue estratégico de paz para los tiempos de guerra, que para las FARC tiene sentido estratégico, la conferencia asume la discusión de continuar no solo el desarrollo del pequeño ejército, sino de crear las condiciones de lo que Marulanda denomina El gran Ejército del Pueblo. En síntesis, la guerrilla pasa a ser una fuerza ofensiva que se despliega para buscar el enemigo y se une para atacarlo. Esto se conoce como “El Nuevo Modo de Operar”. Se orientan las tareas hacia la consolidación de un gran ejército, para lo cual deberán consolidarse los estados mayores de los 17 frentes existentes incluyendo los que están en perspectiva para desdoblarse. Se crean todas las especialidades de un ejército: armeros, especialistas en explosivos, topógrafos, enfermeros, odontólogos, especialistas en comunicaciones, en propaganda, etc. Se diseña un Plan estratégico para todo el territorio nacional, denominado “Campaña Bolivariana para la nueva Colombia”. Allí se analiza cómo se debe producir el crecimiento, la multiplicación del movimiento, los desdoblamientos; cómo organizar las primeras compañías, cómo deben crearse las unidades grandes, cómo deben crearse las unidades pequeñas, cómo deben unirse. Cada Frente tiene escogidos lugares estratégicos para cuando se entre en ofensiva. El Plan Militar se articula con lo político, pues se reconoce que las Farc tienen problemas de espacio político. Hay ausencia de influencia en los crecientes movimientos de masas en las zonas urbanas, afirma Medina (2009). En consecuencia se tiene en cuenta las fuerzas que deben participar en la lucha propiamente política. A largo plazo se fija la meta de realizar una primera gran ofensiva para tomar parte del territorio Nacional, contando con un espacio político adecuado y una fuerza aproximada de 30 mil hombres organizados en 48 frentes. Para esto cada Frente tiene unas metas de crecimiento en hombres y de organización de masas. La posible consolidación de una parte del país en manos de las FARC, permitiría un cambio en la relación política para una próxima etapa, definitiva ya en la parte militar, con una fuerza superior de hombres. Debería utilizarse la política de paz del Gobierno de Betancur para conseguir el espacio político que faltaba. Llegando para ello incluso a la suspensión temporal de las acciones a fin de entrar en conversaciones con el Gobierno, buscando aparentemente una salida política al conflicto armado. Esta idea tuvo su desarrollo y culminó con los acuerdos de la Uribe, dice Marulanda (Medina, 2009). La tregua y cese al fuego, ofrecida en la propuesta de paz del gobierno Belisario Betancur, entregaba en bandeja de plata a las FARC la posibilidad de romper su dependencia del Partido Comunista para la realización del trabajo político entre los sectores más pobres. Amarrando la ofensiva militar de las FF.AA en su contra, podrían realizar dicho trabajo y tener presencia autónoma e independiente del Partido.

Reunidos ya los elementos necesarios para la construcción de una táctica y una estrategia por primera vez consistentes, - las cuales permitían no solamente la supervivencia del grupo guerrillero sino su ampliación y fortalecimiento -, al cabo de 18 años de lucha, por primera vez las Farc ven ante sus ojos la posibilidad de ser una agrupación realmente conspirativa y que ya estaba en la capacidad real de plantearse la toma del poder. La guerrilla empieza a actuar militarmente con autonomía de los factores políticos, dice Eduardo Pizarro (1989), sin embargo como se verá más adelante, lo que ocurrió realmente es que en la Séptima Conferencia hubo una autocrítica tácita en relación con la primera decisión de la Conferencia del Bloque Sur de 1964 ya mencionada, cuando se acordó “adoptar una dirección política y militar unificada en el partido Comunista” (Medina, 2009). Ahora la dirección total, se ejercería desde el Estado Mayor conjunto y el Secretariado Unificado. Las Farc consideran que el espacio político que tiene el comunismo en Colombia lo tiene es el Partido Comunista, que después del XIII Congreso ha votado mayoritariamente una plataforma de lucha por la Apertura Democrática, la cual en la concepción de las Farc es imposible de lograr solamente por la vía de la lucha política. Y la lucha con base en la actividad legal no se corresponde con los nuevos horizontes planteados en la Séptima conferencia. Se trata ahora entonces de ganar un espacio político propio en función de la “guerra revolucionaria”, como único medio, o única forma viable para la toma del poder. Al analizar este proceso en el caso específico del Medio y Bajo Caguán Fernando Cubides dice que: Aunque el apartado “trabajo de masas” de su Manual de estrategia, no sea el más desarrollado, el hecho notorio es que se ocupa cada vez más de tareas políticas, a partir de 1.980. De su período conspirativo y enteramente clandestino, proviene la manera de entender aún el “trabajo de masas”: se sigue llamando tal la búsqueda de un contacto, el sondeo de un poblado para detectar una necesidad socialmente sentida pero no la arenga o la acción abierta de cara a un público (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

Octava Conferencia.

El 3 abril de 1993, durante la administración Gaviria, en medio del impulso del modelo de desarrollo neoliberal y la guerra integral, las Farc desarrollan la Octava Conferencia Nacional Guerrillera en La Uribe, Meta, en la cual plantean su convencimiento de la necesidad de una solución política al conflicto, proponiendo a todos los colombianos una Plataforma para un Gobierno de Reconstrucción y Reconciliación Nacional, que trabaje por la conformación de un gobierno nacional, pluralista, patriótico y democrático.

Esta conferencia evalúa la situación general del momento, establece los ajustes necesarios al Plan Estratégico de las FARC-EP, introduce modificaciones al régimen interno, al estatuto de los guerrilleros y a las normas internas de comando; aumenta a siete el número de miembros del Secretariado; le fija objetivos a cada uno de los bloques de frente, unifica criterios para planes de desarrollo de corto, mediano y largo plazo; mejora los mecanismos de comunicación de cada uno de los bloques y frentes, y establece normas para todas las responsabilidades de los Estados Mayores, reorganizando algunos de ellos (Medina, 2011 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Declaración Política de la Octava Conferencia ratifica la decisión de continuar en la búsqueda de las soluciones a la crisis del país y es en esa perspectiva que proponen trabajar por un nuevo gobierno de reconciliación y reconstrucción nacional capaz de conducir a los colombianos hacía la paz, para ello, formulan una Plataforma para un Nuevo Gobierno de Mayorías, que trabaje por la convocatoria de una Nueva Constituyente, que sea respetada en las decisiones que se tomen, tenga representación de todos los sectores de la nación y que pueda abordar sin temores, los temas que le fueron reprimidos por el gobierno a la Constituyente de 1991 (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

La Plataforma para un Gobierno de Reconstrucción y Reconciliación Nacional es el documento central que constituye la propuesta política de las FARC-EP en la Octava Conferencia. En ella se constituyen los diez puntos básicos mediante los cuales la organización considera viable el proceso de reconstrucción y reconciliación en el camino de la conformación de un gobierno nacional, pluralista, patriótico y democrático, plantea Medina (2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

Novena Conferencia.

En su repliegue, las Farc convocaron a la Novena Conferencia, con tantas dificultades que no hay certeza si fue una reunión presencial o virtual, pero se sabe que se realizó en el primer trimestre de 2007. Fue la última conferencia con Marulanda como comandante, pues éste murió el 26 de marzo de 2008 (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

Esta conferencia reafirmó su estrategia de guerra, pero la nueva táctica sería la de volver a la guerra de guerrillas clásica: golpear en pequeños grupos, sabotaje, trampas arteras con minas antipersonales, y volver a la retaguardia.

Para el año 2007 las Farc se plantean una reforma y la llevan a la conferencia nacional de guerrilleros, una propuesta que les permitiera recobrar la vitalidad militar y pasar a la ofensiva. Para ese momento las Farc tenían cuatro particularidades. Por un lado, había crecido mucho durante la época del Caguán con casi 20 mil guerrilleros en armas, lo cual a su vez llevó a que los infiltrarán en todas sus estructuras. Incluso Manuel Marulanda alcanzó a decir que se debía limpiar a las FARC, así solo quedaran 5 guerrilleros (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

En segundo lugar, este crecimiento que se vio fuertemente en la época de los diálogos del Caguán, llevó a que muchos mandos de las Farc se les ascendiera con poco tiempo de experiencia militar, lo cual llevó a que estos mandos sin experiencia suficiente cometieran errores militares y fueran propensos a desertarse o desmovilizarse, dice Medina (2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

En tercer lugar, para el año 2007 cuando llegó la conferencia guerrillera, las Farc se veían a gatas en temas económicos ya que todo lo habían invertido en la guerra, aguantando la ofensiva militar del Plan Colombia y Plan patriota. Así, si bien nunca estuvieron sin flujo de caja, lo cierto es que tampoco lograron acumular el dinero suficiente para desplegar una ofensiva.

En cuarto lugar, si bien las Farc habían resistido la ofensiva paramilitar en varias zonas del país, también es cierto que había perdido las zonas urbanas y lograron mantener las zonas rurales. Por el contrario, el ELN fue barrido por la ofensiva paramilitar entre 1997 y 2001. Dicha ofensiva paramilitar trajo una degradación de la guerra y el aumento de los reclutamientos de forma intensiva (Medina, 2009 ver http://bit.ly/1CZDgUx ).

Con este panorama las Farc llegan a la novena Conferencia Nacional Guerrillera. Para ello se plantean cuatro objetivos. El primero es crear el “Plan Renacer de Masas” que consistía en aumentar el trabajo político en las zonas urbanas y una nueva reingeniería militar, que en lo fundamental se basaba en volver a la guerra de guerrillas. Para ello se masificaron las UTC o Unidades Tácticas de Combate, que eran comandos guerrilleros de entre 4 y 8 personas. Se crearon las Fuerzas especiales de Ariari.

Décima Conferencia.

Esta Conferencia se realizó entre el 17 y el 23 de septiembre de 2016 en El Diamante, Llanos del Yarí, y en dicho evento se trató todo lo concerniente a los diálogos de paz en La Mesa de La Habana y la transformación de las Farc en movimiento político.
Bogotá, 15 de marzo del 2017.

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