En Bogotá se arrojan cerca de 7000 toneladas de basura diarias al relleno sanitario Doña Juana y desde que llego Peñalosa al poder, el porcentaje de reciclaje que se puede aprovechar de esa cantidad –1400 toneladas– pasó principalmente a los operadores privados, aumentando la difícil calidad de vida de los recicladores, quienes son sujetos de especial protección declarados por la Corte Suprema y por tal deberían tener mayores garantías para ejercer su labor ambiental.
Y es que hoy muchos, en un día de trabajo que puede superar las 12 horas, no alcanzan a recolectar ni lo de un día de salario mínimo (Video).