El sol, como siempre a las 11 de la mañana, aplanchando los carros que pasaban por la avenida principal de El Milagro, uno de los sectores más exclusivos de Maracaibo. A esa hora una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales, FAES, irrumpía en la residencia Costa del Sol. Con sigilo, subieron hasta el piso 11 y se detuvieron en el apartamento 11C. Llamaron varias veces a la puerta y fue la propia Aida Merlano, la mujer que buscaban porque había entrado de manera ilegal al país.
Aida estaba junto ElsidaTubiñez quien era la empleada doméstica de ella además de su novio Yacob quien estaba indocumentado y fungía con el nombre de Daniel. Cuando la llevaron a la estación de policía quedó claro que delito había violado en Venezuela: usurpación de identidad, uso de documento falso y asociación para delinquir”.
Aida había llegado a Venezuela después de una larga travesía los primeros días de diciembre cuando llegó a Paraguachón y siguió la misma ruta que tomó el excomandante de las Farc Jesús Santrich cuando decidió pasar a la clandestinidad. Allí ya la acompañaba su novio Yacob Vargas Silvera. En ese lugar de La Guajira antiguos aliados políticos suyos la ayudaron a cruzar las trochas fronterizas de Cojoro y los Fluos, de ahí tomó camino hasta Maracaibo. En esta ciudad pasaron las fiestas de navidad y fin de año.
En estos meses la forma que tenían de subsistir era la que tenía Vargas Silvera que era ir hasta La Guajira y recoger viveres. El apartamento que ocupaban, a pesar de que no tenían agua ni luz, estaba en un lugar muy lujoso, el mismo donde cayó hace una semana.