En días pasados hice el ejercicio de ver televisión colombiana junto a mi abuela. Estando todo el país en aislamiento obligatorio a veces no queda otra alternativa. Retomé el viejo ritual que tenía en mi infancia y me senté a ver producciones nacionales en el horario prime time, costumbre que en los últimos años se ha perdido.
Sin embargo, hubo un comentario de mi abuela que me llamó la atención. Pese a que se había acabado una novela y empezó la siguiente, mi abuela tardó rato en darse cuenta que era otra producción: "Es que siempre son los mismos con las mismas. Así uno ni nota cuando cambia de novela".
En efecto, algo de razón tenia el comentario. Tanto Caracol como RCN tienen sus roscas que dan como resultados que siempre terminemos viendo las mismas caras aunque sean diferentes producciones. En especial Caracol, que no suelta a actores como Carlos Torres, Variel Sánchez o Brian Moreno.
En el caso de Torres, el televidente no lo había sacado de la imagen de Charly Flow cuando ya lo tenían protagonizando Amar y Vivir. Y cuando esta última se acabó, ya estaba grabando la segunda temporada de la Reina del Flow. Así mismo, hay un montón de actores ya consagrados que, sin necesidad de ser protagonistas, siempre son fijos en las producciones del canal.
La situación anterior es lamentable porque en academias actorales y teatros hay un sinfín de jóvenes talentosos buscando una oportunidad que jamás tendrán en televisión. Aunque la rosca en el medio no es cosa nueva, el televidente no debería tener la sensación de que siempre son los mismos actores en diferentes novelas.
Conviene recordar que para que un actor logre sobresalir en televisión es determinante la labor del manager o representante detrás de él. Si analizamos los elencos de las novelas del momento podemos ver que los productores de RCN y Caracol no salen del mismo grupo que incluye a no más de diez mánagers: Maricela Marulanda, Maria Clara López, Cabeto Galeano, Deisy Marulanda, Jose Rivera, Merce García, Gabriel Blanco y Gloria de la Pava son los que más protagónicos y papeles de importancia se llevan en las producciones nacionales.
El problema es que los anteriores solo manejan actores consagrados y esto hace casi que imposible que un nuevo talento se dé a conocer. Es como si la industria audiovisual colombiana fuera una torta cocinada por los mismos y para las mismas. Lamentable situación para quien sueñe con ser actor hoy día.