En días pasados se hizo público el World Inequality Report 2022, coordinado por el reconocido economista francés, Thomas Piketty, y escrito por Lucas Chancel, codirector del laboratorio de investigación que respaldó el reporte, el World Inequality Lab. El presupuesto de este laboratorio, con sede en Francia, es aportado en un 30% por una subvención del Consejo Europeo de Investigación, el 23% por universidades, centros de investigación y oficinas de estadísticas y el resto por otras entidades.
El World Inequality Report 2022 presenta una síntesis de diversas investigaciones internacionales, con el fin de rastrear las desigualdades globales. Los datos y el análisis contenidos en el informe se basan en el trabajo de más de cien investigadores durante cuatro años, ubicados en todos los continentes.
El equipo detrás del World Inequality Report parte de que “los números de crecimiento económico son publicados cada año por los gobiernos de todo el mundo, pero no nos dicen cómo se distribuye el crecimiento entre la población, sobre quién gana y quién pierde con las políticas económicas. Acceder a esos datos es fundamental para la democracia. Más allá de los ingresos y la riqueza, también es fundamental mejorar nuestra capacidad colectiva para medir y monitorear otras dimensiones de las disparidades socioeconómicas, incluidas las desigualdades ambientales y de género”.
Así está la desigualdad en materia de ingresos y riqueza
Uno de los principales hallazgos del reporte es que el 10% más rico de la población mundial recibe actualmente el 52% del ingreso global, mientras que la mitad más pobre de la población mundial gana el 8,5% del mismo.
Las desigualdades en la riqueza global son aún más pronunciadas que las desigualdades en los ingresos. Así, la mitad más pobre de la población mundial posee solamente el 2% de la riqueza, mientras que el 10% más rico posee el 76% de toda la riqueza.
El World Inequality Report 2022 también detalló que la desigualdad varía dependiendo de la zona y del país que se analice. La región más igualitaria es Europa y la más desigual es la región de Oriente Medio y África del Norte, conocida como MENA.
Para entender el anterior hallazgo, la publicación destacó que, en Europa, el 10% de los más ricos concentra el 36% de los ingresos de la región. En Medio Oriente, en cambio, el 10% de los más ricos concentra el 58% de los ingresos. Latinoamérica se acerca a los resultados de Medio Oriente, pues allí este porcentaje de los más adinerados concentra 55% de los ingresos.
Desde 1980 aumentaron las desigualdades de ingresos y riqueza
En el World Inequality Report 2022 se destacó que las desigualdades de ingresos y riqueza han aumentado en casi todas las regiones del mundo desde 1980. “Esto fue producto de una serie de programas de desregulación y liberalización que tomaron diferentes formas en diferentes países”, citó el informe.
En la publicación se resalta que dicho aumento no ha sido uniforme, dado que ciertos países han experimentado fuertes aumentos en la desigualdad, como es el caso de Estados Unidos, Rusia e India, mientras que otros como China y varios países europeos, como Suecia, han registrado aumentos menores.
Con base en lo que refleja cada una de las naciones desde la década de 1980, la publicación resaltó que “estas diferencias confirman que la desigualdad no es inevitable, es una opción política”.
Un hallazgo positivo del informe tiene que ver con las desigualdades entre países. Al respecto, se afirma que, “si bien la desigualdad ha aumentado en la mayoría de los países, en las últimas dos décadas, las desigualdades globales entre países han disminuido. Esto se refleja en que la brecha entre los ingresos promedio del 10% de los países más ricos y los ingresos promedio del 50% de los países más pobres [registró] una reducción de alrededor de 50 veces a un poco menos de 40 veces”.
Sin embargo, las desigualdades aumentaron al interior de los países. La brecha entre los ingresos promedio del 10% de las personas más ricas y el 50% más pobre casi se ha duplicado, pues pasó de ser 8,5 veces superior a 15 veces superior. “Este fuerte aumento en las desigualdades dentro del país ha significado que, a pesar de la recuperación económica y el fuerte crecimiento de los países emergentes, el mundo sigue siendo hoy particularmente desigual. También significa que las desigualdades dentro de los países son ahora incluso mayores que las desigualdades significativas observadas entre países”, señaló el documento.
Con base en este panorama, el World Inequality Report 2022 destaca que al mundo le queda un largo camino por recorrer para ponerles fin a las desigualdades económicas globales, las cuales son heredadas de la organización desigual de la producción mundial entre mediados del siglo XIX y mediados del XX.
El anterior planteamiento se basa en que “las desigualdades globales parecen ser tan grandes hoy como lo fueron en el apogeo del imperialismo occidental a principios del siglo XX. De hecho, la porción del ingreso que actualmente capta la mitad más pobre de la población mundial es aproximadamente la mitad de lo que era en 1820, antes de la gran divergencia entre los países occidentales y sus colonias”, citó el reporte.
Los niveles de ingreso promedio no muestran la realidad de las naciones
Dado este panorama, el equipo de World Inequality Report 2022 resaltó que “los niveles de ingreso promedio nacional son malos predictores de la desigualdad: entre los países de ingresos altos, algunos son muy desiguales (como EE.UU.), mientras que otros son relativamente iguales (por ejemplo, Suecia). Lo mismo ocurre entre los países de ingresos bajos y medianos, algunos de los cuales muestran una desigualdad extrema (por ejemplo, Brasil e India), niveles algo altos (por ejemplo, China) y niveles moderados a relativamente bajos (por ejemplo, Malasia, Uruguay)”.
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