Gustavo Petro logró retrasar por varios meses la iniciativa de revocatoria a su mandato hace 4 años. Esa situación sentó precedentes jurídicos y legales que ahora son aprovechados por Enrique Peñalosa para enfrentar la revocatoria en curso.
Aunque muchas personas no lo recuerdan hace 4 años se vivió una situación muy similar a la que se esta dando este año: hubo una revocatoria en la capital. En 2013 y en 2017 durante la primera mitad del año fue noticia de primera plana cada avance en los procesos de revocatoria.
En la versión 2013 el cauce de noticas empezó a agotarse después de la radiciación de firmas: fueron haciéndose más esporádicas las notas sobre las demoras en el proceso causadas por la defensa de Petro. Finalmente el proceso sucumbió debido a la sorpresiva destitución del alcalde por parte de la Procuraduría aunque solo faltaba establecer la fecha para la votación de la revocatoria.
En 2017 a pesar que esa demora ha vuelto, esta vez los promotores de la revocatoria se han propuesto que el letargo noticioso no lo va a hacer: Petro se ha puesto a la tarea de mantener viva en las noticas la empantanada revocatoria.
No se sabe a ciencia cierta cuál es la estrategia pero el exalcalde publicó esta mañana la siguiente frase en la que denuncia la demora como si no supiese realmente lo que está sucediendo:
Es un hecho que consejo electoral y gobierno nal se han burlado de las firmas por la revocatoria. La rspuesta no es otra que la movilización
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 28, 2017
Con esta pose se ahorra tener que explicarle a sus seguidores que esa demora (que apenas comienza) se debe a “leguleyadas” similares a las que él mismo utilizó en 2013 para hacer valer sus derechos como alcalde elegido democráticamente.
En su momento Petro usó y abusó de todas las figuras a su alcance (bajo el concepto de legítimo proceso) para enfrentar una revocatoria que dijo ser ilegítima. Todo ese proceso demoró la revocatoria hasta diciembre de ese año cuando se demostró que era una iniciativa avalada por un número suficiente de ciudadanos.
Petro ha dicho que no quería atrasar la revocatoria (más aun cuando ahora promueve una), pero esa afirmación queda en duda al saberse que su defensa radicó 180 copias de un mismo derecho de petición justo en el momento en el que la Registraduria daba luz verde a esos comicios.
La realidad es que la molestia mostrada en el trino no es causada por la supuesta “burla” en el proceso sino más bien está molesto por el hecho de probar una dosis de su propia medicina: a pesar de los deseos de Petro las normas que lo beneficiaron a él también deben beneficiar a los demás alcaldes que enfrenta una revocatoria del mandato.