El Sr. Roberto Pérez lidera el proceso de revocatoria de mandato del alcalde de Cartagena, Manuel Vicente Duque, el cual nace producto de la inconformidad de la ciudadanía con la manera en que se está manejando la administración local y el incumplimiento de su programa de gobierno. Esta iniciativa tuvo su nicho el pasado 7 de enero, cuando la Registraduría Nacional aceptó la iniciativa del Sr. Pérez y su grupo de colaboradores, quienes iniciaron ese mismo mes la recolección de las firmas en la ciudad de Cartagena.
El proceso: venciendo obstáculos
Han pasado ya cinco meses desde el inicio del proceso y el camino recorrido hasta el momento ha sido agotador y lleno de trabas, como lo afirma el mismo Roberto Pérez en entrevista realizada el pasado 25 de abril.
“Durante el proceso siempre han intentado intimidarnos. Hace unos días, Espacio Público se llevó nuestras pancartas en una zona del mercado de Bazurto donde estábamos recolectando firmas. En otra ocasión, unos motorizados amenazaron a un grupo de nuestros muchachos en Ciudadela 2000. No hay garantías, pero a pesar de eso seguimos en pie de lucha para lograr nuestro objetivo”.
Los obstáculos no han sido suficientes para echar atrás el proceso, los han ido venciendo uno por uno, lo que les mantiene firmes y en camino a seguir buscando más apoyo del cartagenero, el principal agente para la consecución de la revocatoria.
“La insatisfacción es generalizada y eso provoca que cada día lleguen más ciudadanos cansados por el mal estado de la política local y dispuestos a poner de su parte para generar un cambio importante en beneficio de su ciudad”, afirma Pérez.
Un cambio que se generará de la mano con la gente, los principales protagonistas de este proceso; por tal razón Roberto Pérez y su grupo de colaboradores se han dirigido a los líderes comunales de los barrios para que sean ellos los encargados de explicarle a la gente el objetivo principal de la revocatoria.
“Nuestro objetivo principal, más allá de revocar del mandato a Manolo Duque, es hacerle entender a la gente que el problema no es el alcalde y su mala administración, el problema es el sistema político que rige a nuestra ciudad, el cual pone y quita a candidatos a su conveniencia, y es esa situación la que debemos darle fin”. Para Roberto Pérez es importante hacerle entender eso a las personas, por eso le apuesta al diálogo con las comunidades, todo con la intención de generar una conciencia política y lograr desestabilizar el sistema corrupto que se está denunciando con el proceso de la revocatoria.
Por tal razón es importante el papel de las comunidades en este proceso, ya que son ellos los que saldrán a votar para elegir a un mejor alcalde, pero en esa ocasión lo harán conscientes que su voto deben realizarlo en pro del mejoramiento de la ciudad.
¿Quién pagará la revocatoria?
La pregunta que más se hace el ciudadano es de dónde va a salir el dinero de la revocatoria y Pérez responde que el dinero está saliendo de sus bolsillos, los mismos organizadores de este proceso lo están financiando, y a pesar de que no ha sido nada fácil, ninguno se echa para atrás. Han recibido constantes amenazas, y persecución, Y existe una represión contra la revocatoria por parte de la administración. Aparentemente siempre hace falta un documento. Como lo más largo es recoger las firmas y que estas sean aprobadas todas, el mismo grupo se ha encargado de corroborarlas.
Se destacan 2 factores importantes en este proceso: la motivación y las garantías en los organismos de control. Roberto resalta la importancia de la ley 1757 de participación ciudadana, dice que gracias a ella se puede llevar a cabo este proceso, que si bien, no es fácil, ha sido el primero que se ha realizado en la historia de la ciudad.
“Los ciudadanos están aburridos de lo mismo”, inestabilidad social, una enorme brecha de desigualdad y la predominancia de los intereses particulares, es por eso que ya no salen a votar, sino que esperan los resultados, porque siempre son los mismos resultados: un candidato que parece tener lo que el pueblo quiere, pero que resulta siendo justo lo opuesto, por eso el abstencionismo en Cartagena ascendió al 64% y las encuestas siempre indican altos niveles de desfavorabilidad hacia el alcalde.
Lo que más importa ahora es cuándo sabremos si se llevará a cabo la revocatoria. Roberto dice que en aproximadamente 4 meses y de ahí en adelante solo queda que los ciudadanos escojan un nuevo candidato. Con el asunto de la revocatoria se dieron cuenta de algo: son muy pocos los que a pesar de querer un alcalde distinto están dispuesto a lanzarse a serlo. Si bien, se han acercado varios a Roberto con el propósito de hacer parte de una nueva administración, pocos son los que están dispuestos a lanzarse a la candidatura de la alcaldía de Cartagena. Es una ciudad bastante difícil de manejara.
Se tienen 4 candidatos hasta el momento, que están bastante entusiasmados con el asunto, y en ese sentido lo extraordinario de estas elecciones será bastante favorable, no saldrá tan costoso, porque el tiempo de campaña será muy corto, dando lugar a unas elecciones bastante económicas.
