El expresidente Álvaro Uribe y su candidato Iván Duque viajaron el jueves 1 de marzo a Barranquilla con un propósito claro: lograr modificar el ajedrez político de la Costa. El resultado de las encuestas en favor de Duque hacía promisorio el encuentro con la Casa Char, como en realidad ocurrió. Se reunieron en lugares separados, pero al mismo tiempo los veteranos: Uribe y Fuad Char; y los jóvenes: Iván Duque y Alex Char. No hubo testigos.
Una de las señales ciertas de que el viento empezaba a soplar en favor de Iván Duque, fue la columna de Mauricio Vargas en El Tiempo el domingo siguiente titulada: Los retos de Duque. Se sabe de las simpatías del periodista con Vargas Lleras, así como de la relación cercanísima como asesor personal con Alex Char pero también con el viejo Char. El tono de la columna lo dijo todo.
La decisión de Germán Vargas Lleras de colocar como fórmula vicepresidencial a su alfil Luis Felipe Henao, en la última hora del último día para inscribir la candidatura, es revelador de que el potaje aún no está bien cocinado y que los acuerdos con la Costa se enfriaron. Algo con lo que nunca contó el ex vicepresidente Vargas Lleras cuya candidatura no logra aún despegar, según las encuestas.