El regreso de Rafael Escrucería, el último del clan de ingrata recordación en la política nariñense, está dedicado a recoger todo tipo de apoyo sin distingo de partidos. Aunque se reunió con el expresidente César Gaviria, quien le dio el aval del Partido Liberal para buscar una curul en la Cámara de Representantes por Nariño, con Escrucería también está Neftalí Correa, el viejo cacique liberal de la casa del expresidente que fue inhabilitado y destituido, y Ricardo Romero, papá del gobernador Camilo Romero del Partido Verde. Por esa vía es que se habla de un guiño del gobernador a Escrucería, quien antes de codearse con los liberales estuvo en las toldas del antiguo PIN, con el que llegó al Concejo de Bogotá en 2007 en donde se vio involucrado en el cartel de la contratación de Samuel Moreno y fue acusado 497 veces por compra de votos.
Con el apoyo de los dos caciques en Tumaco y Nariño, el clan Escrucería quiere recuperar el poder que tuvo hace 20 años a través de su última carta: Rafael Escrucería.