Es indudable que el COVID-19 y la cuarentena impuesta en el mundo entero llegaron para cambiarnos los hábitos. En ese contexto, hay que rescatar lo positivo en medio de esta crisis de salud pública mundial: aprendimos a quedarnos en casa, a bajar la velocidad del estrés, a valorar más lo que tenemos, a enamorarnos de las cosas pequeñas, a entretenernos de alguna manera y, por supuesto, a retomar la lectura hace parte de este gran cambio.
Las cifras mundiales hablan por sí solas. Aunque las librerías físicas como la mayor parte del comercio se mantuvieron cerradas estrictamente por algunos meses y tuvieron que ingeniárselas para vender, aquellas que tienen la opción de ventas online “hicieron su agosto”, como se dice en el adagio popular. Y aunque en un inicio no se les auguraba muchos éxitos, la industria no ha parado de crecer y en promedio triplicó sus ventas, ya que al tener más tiempo libre las personas se preocuparon por hacer esas lecturas que un día dejaron pendientes o a medias, aquellos bestsellers que por falta de tiempo nunca se leyeron, y las que indudablemente en momentos de crisis son básicas para el ser humano.
Aunque en el caso de Colombia, y según el Dane en su encuesta de lecturabilidad de 2017 que es la más reciente de la que se tiene conocimiento, nuestro país tiene la cifra más baja y casi a la par de México con 2.7 y 2.9 libros por persona al año respectivamente, comparado con otros países de Latinoamérica como Argentina 4.5, Chile 5.4 y España 10.3; aun así las lecturas aumentaron y los canales de venta obligatoriamente cambiaron de presencial a online.
En el caso de los niños, los profesores hacen un gran esfuerzo por recomendar a sus alumnos, leer más libros de manera virtual, de acuerdo a su edad y poner el hábito de la lectura como un método de conocimiento y entretenimiento, que los padres indudablemente apoyan. Los millennials, por su parte, también han procurado mantener la costumbre e interesarse por temas nuevos y definitivamente los adultos lectores habituales, se consolidaron en estos bellos pasatiempos.
Los libros más vendidos según coinciden varias librerías, son los motivacionales, de superación personal, auto cuidado, espiritualidad, dietas, psicología, testimonios personales y hasta mandalas para colorear entre niños, jóvenes y adultos.
El lector tradicional que en su gran mayoría es el público adulto, prefiere pasar las páginas de un libro físico, dejarlo sobre la mesa, retomarlo una y otra vez. Sin embargo, los ebooks o libros electrónicos, se visibilizaron, llegaron para quedarse, modificar los hábitos de lectura y hacer parte de la nueva normalidad que vive el mundo, dinamizando el mercado, alcanzando cifras de ventas nunca antes vistas del confinamiento mundial.
De esta manera, los ebooks hacen que ahora no solo los lectores tengan más posibilidades de conseguir libros que antes debían obtener por encargo, esperar mucho tiempo y pagar sumas bastante grandes de dinero; sino que le abre la posibilidad a escritores desconocidos, que exploran con nuevos temas y editoriales más pequeñas, que ya no deben incurrir en gastos astronómicos para estar en el mercado, competir sanamente y seguramente cuando volvamos a la normalidad, ya estaremos tan acostumbrados a la lectura online, que esta seguirá mandando la parada.
No importa sobre qué tema usted quiera aprender o con qué quiera entretenerse, la lectura física o virtual le reduce costos, se adapta a sus espacios, tiempos y necesidades, siempre es un buen regalo y por demás podemos heredarlos y hablar el mismo idioma todos… Ánimo, ¿ya tiene su próximo libro en mente?