La holandesa KLM, por ejemplo, escogió al Alfonso Bonilla Aragón para regresar al mercado colombiano después de 30 años de haber suspendido operaciones. Volvió en el 2015 al país con un vuelo diario triangular entre Ámsterdam-Cali-Bogotá. La española Iberia, al ver las positivas cifras reportadas en el primer año por parte de la holandesa, inauguró su primer vuelo directo desde Madrid hasta la capital del valle. Para ese entonces, Avianca era la única aerolínea con vuelos directos de Cali a España.
Pero entre más crecía la oferta, más crecía la demanda. A finales de 2019, cuando ya había tres vuelos directos diarios entre Cali y Europa, la española Plus Ultra Líneas Aéreas anunció que aterrizaría en el Alfonso Bonilla Aragón a mediados del 2020. Pocos días después, la también española Air Europa anunció que se encontraba tramitando permisos para extender sus operaciones al Valle también. Y, aunque la pandemia imposibilitó el aterrizaje de ambas compañías, la expectativa empresarial por el aeropuerto de Cali seguía creciendo.
En el 2016, el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón superó al Puente Aéreo de Bogotá en el ranking de los aeropuertos más importantes de Colombia y después de haber transportado a 6 millones de pasajeros ese año, se ubicó en el puesto tres de los aeropuertos más utilizados en el país. El volumen de viajeros internacionales que tenían que hacer escala en Bogotá para salir del país, empezó a llamar la atención de las aerolíneas internacionales que empezaron a llegar en bandadas a Cali.
A finales del 2019 llegó la lowcost chilena JetSmart con frecuencias diarias y directas desde Santiago de Chile al Alfonso Bonilla Aragón. La venezolana Albatros también llegó con un vuelo desde Porlamar y American Airlines, junto con la panameña Copa Airlines, ampliaron sus frecuencias diarias desde Miami y Ciudad de Panama respectivamente.
Entrado el año 2020, el golpe que representó la pandemia en aerolíneas como Avianca y Latam, reconfiguraron el escenario de oferta aérea tanto domestica como internacional, lo que fue gasolina para nuevas compañías que estaban listas para entrar a competir en Cali. Cuando el espacio aéreo volvió a ser habilitado por el gobierno en noviembre del año pasado, Avianca ya habría suspendido indefinidamente sus vuelos directos desde Cali a ciudades como Santa Marta, Bucaramanga, Medellín, Barranquilla, entre otros.
Esto le dio fuerza a la recién nacida aerolínea Gran Colombiana de Aviación-AGC para que, con una flota de 4 aviones Boeing 737, hacer de Cali su centro de operaciones para una red de 5 destinos en el norte de Colombia, retomando varios de los destinos suspendidos por Avianca. Entre estos se destaca Barranquilla, Santa Marta, Bucaramanga y Cúcuta. VivaAir y Wingo, por su lado, redireccionaron esfuerzos y recursos a Cali desde donde ampliaron su red de destinos con precios low-cost que les garantizaron una nueva filiación con la sociedad caleña en sus aviones.
Por otro lado, Avianca también tuvo que desatender vuelos internacionales desde el Alfonso Bonilla Aragón a destinos como Nueva York, un vacío que American Airlines decidió llenar rápidamente. Dicha aerolínea gringa ya anunció que empezará a operar vuelos directos entre NYC y Cali a partir del próximo 6 de mayo del 2021. Finalmente, la recién constituida aerolínea Starblue Airlines ya solicitó el permiso de operación a la Aerocivil para prestar un servicio de transporte aéreo público secundario, con base auxiliar en el aeropuerto Alfonso Bonilla de Cali, desde donde volaría en vuelos directos a 5 destinos nacionales y 4 rutas internacionales a Chile, Perú y Ecuador.
Desde el 2020, el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón es administrado por el consorcio Aerocali S.A. cuyos integrantes para ese entonces eran Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea – AENA y Dragados de España, y la entidad financiera Corficolombiana, fue adjudicatario de la concesión del aeropuerto de Cali por 20 años, tras ganar la licitación pública internacional de esta terminal.
Son varios los factores que han hecho del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, una alternativa novedosa para nuevas aerolíneas que quieren aterrizar y despegar de Colombia. La fuerte conectividad entre Cali y Bogotá, la locación estratégica del aeropuerto, los estables niveles de descongestión en sus pistas y la buena gestión administrativa de Aerocali, han catapultado dicho aeropuerto al top 3 de los más importantes de Colombia.
