Los aplausos no dejaron de soñar cuando el presentador anunció que a la tarima subiría Antonio Cervantes .
En el salón estaban apostadas más de 30 viejas glorias del deporte colombiano como él a los que la directora de Coldeportes Clara Luz Roldan homenajeó...” para que a nadie se le olvide quien puso las bases “ dijo ella al colgar las medallas, las más recientes, a los campeones .
Pambelé está rejuvenecido, grueso, no barrigón, optimista y feliz .
Hablé con él antes de recibir su medalla. Me dijo que atrás quedaron los malos momentos, las malas horas .
Camina un kilómetro al día dentro de su casa de Cartagena y su bastón es su familia que no lo desempara y no lo pierde de vista.
No está trabajando en lo que hace en los últimos años, vender enciclopedias ...” Estoy esperando una nueva edición de la gente de Bogotá para empezar a ofrecerla” afirma con una voz clara y con los rastros de la vida que lo llevó a caer y a levantarse como lo hizo tantas veces en los cuadriláteros del mundo .
Rehuyó varias veces a las preguntas que lo devolvían a las frías calles de Bogotá donde tantas veces buceó en las drogas y prefirió hablar en positivo de Dios y de su familia que lo sacó del hueco profundo de las drogas .
Pambelé le ganó por decisión la pelea a las drogas y quiere que en el poco tiempo que tenga en el “ring side” de la vida lo recuerden como lo que es, el campeón orgulloso y eterno de boxeo que le dio gloria y fama a Colombia.