Colciencias, con el programa “Es tiempo de volver”, y el gobierno nacional han hecho un esfuerzo grande para repatriar algunos de los investigadores que por diversas razones han emigrado, partiendo de la premisa de que ellos son mano de obra altamente calificada, que mucho se necesita en este país. Pero no todos lo son, parece.
Como nos suele ocurrir, algunos se enfocan en señalar y hacer ruido alrededor de las deficiencias del programa, que con seguridad existen, y han dejado de lado lo más importante, los aspectos positivos, que también tiene, sin aportar nada distinto a quejas y acusaciones, como si toda la educación recibida en el exterior no fuera suficiente para dejar de pensar en términos pequeños y egoístas. Lo que el país necesita es, justamente lo contrario: soluciones, los problemas ya los tenemos.
Uno, como ciudadano de a pie, sin tanto pedigree como algunos de los quejosos, podría pensar de la misma manera y hacerle algunas preguntas incómodas, como por ejemplo: ¿Cuál es su producción científica? ¿Cuantos papers publicados tiene y cuál es su score? ¿Cómo y qué es lo que van a aportar? Es bueno que el país sepa en qué y en quienes va a invertir unos recursos cuantiosos que no todos recibimos. También podríamos preguntarnos la razón por la que decidieron regresar, que no sean simplemente hacer patria, la nostalgia de la tierrita o las ganas de ajiaco, sino algo más concreto, más medible. Mejor dicho, si estaban tan bien por allá, ¿Por qué regresaron? No deben ser tan malas las expectativas que tienen si tomaron esa decisión.
Es importante escuchar lo que Colciencias tenga para decir al respecto, y, sobre todo, colaborar en la búsqueda de soluciones. Que se presenten los reclamos que sea necesario, acompañados de una o varias propuestas para resolverlos, no como están haciendo, que es crearle tres problemas a cada solución y de paso entorpecer un esfuerzo valioso, que no se presenta frecuentemente; ahí es donde la investigación y la educación deben servir. Esa es la parte difícil para la que, al menos en teoría, se prepararon nuestros cerebros fugados. ¿No es así?