Las naciones latinoamericanas se han enfrentado en múltiples ocasiones a sucesos políticos que han opacado el sistema democrático implantado desde el fin de la irrupción española y la llegada de la República. Es con Simón Bolívar, eje y estandarte del estado unitario, grande y democrático, que la región ha encontrado en la libertad y la posibilidad de tomar decisiones colectivamente, una salida al abismo social.
Pero, irónicamente a lo anterior, el Estado venezolano (por constitución ligado a la idea de Bolívar –ver preámbulo y artículo 1°-) ha traicionado las ideas ampliamente liberales del Libertador.
Si bien la democracia parece un sistema equitativo y apropiado para el siglo XX, carece que la posibilidad de eliminar el riesgo futuro al momento de que el pueblo se pronuncie. La democracia representativa, poseedora de la mayor aplicabilidad global, es un vicio populista capaz de hacernos caer en yerros de gran tamaño.
Venezuela, con un periodo presidencial de seis años y una reelección inmediata y casi definitiva, hace que con el manejo populista de la nación, se domine las urnas (como ha sucedido) y más allá de una elección consiente hacia el destino del pueblo, se permita democratizar y legalizar la dictadura como método amplio y dominante de gobierno.
Por el mismo sendero corría Colombia. Con el acto legislativo de 2004 se pretendía que en un futuro se intentará dominar el país indefinidamente, y ciertamente, así sucedió cuando se presentó el referendo y otro tipo de conatos jurídicos que terminaron como todos sabemos, en la Corte Constitucional.
Álvaro Uribe es el ejemplo, como Maduro, de una dictadura disfrazada en la democracia, en el voto. Si bien, Uribe no puede ser candidato presidencial, trata de ceder su imagen popular a un súbdito para que éste muestre su rostro, pero los actos siguen siendo cometidos por él.
La región debe entender que si bien la democracia no es un sistema perfecto, la diversidad de ideas y el poder diverso permiten que decidamos como pueblo, cuales son mejores entre unos y otros, no entre unos y los mismos.