Mi amiga Jackie, admiradora cual más de la revolución cubana y la obra de Fidel, me escribió emocionada un WhatsApp, para contarme que la película La Red Avispa, que narra la historia de René González, el piloto cubano condenado por espionaje en Miami, se encontraba en el cuarto puesto de las más vistas en Netflix.
Un hecho realmente asombroso. Llevaba tres días en exhibición, debía tener algo muy especial que la hacía tan llamativa. Me dije que tenía que verla. Otra amiga, Claudia, me facilitó su clave, así que pude seguirla casi de inmediato. A decir verdad, me impactó de tal manera que lo menos que puedo es escribir esta nota sobre ella.
Mi sorpresa inicial fue la presentación del contexto. Cuba es una isla que vive bajo el comunismo desde 1959, víctima de un riguroso bloqueo estadounidense que le ha ocasionado serios problemas a su población. Muchos cubanos huyeron del régimen autoritario, la mayoría se instaló en Miami, donde varios grupos militantes luchan por la liberación de la isla.
Con semejante entrada, la película no pinta nada favorable a la revolución. Buen gancho para los anticastristas. Su primera escena es la de un hombre sudoroso trotando por las calles de La Habana Vieja en 1990, al tiempo que un aviso indica que se trata de una historia verdadera. La ciudad, un tanto solitaria y nostálgica, nos revela su extraña belleza detenida en el tiempo.
Después viene la escena familiar en un hogar típico habanero. El apresurado desayuno con la esposa amorosa y la niña de trenzas, de las que el hombre se despide prometiéndoles regresar temprano para ir al cine. Posteriormente la calle, la guagua abarrotada que lo lleva al aeródromo, y su trabajo como piloto de avionetas desvencijadas. Una vida de rutina.
Que se interrumpe con el inesperado escape a baja altura con destino a Miami. La fotografía de la cinta se torna espectacular. Las imágenes de las verdes planicies que rodean La Habana, el azul del cielo y la inmensidad del Caribe deleitan las pupilas. Agentes cubanos llegan a la habitación del fugado, a darle la noticia a su mujer. Su esposo se ha convertido en traidor.
Robó un avión y aterrizó en una base militar en Miami. Allá aparece en una rueda de prensa. Se fue de Cuba porque faltaba todo, la electricidad, la comida, las medicinas, hasta el azúcar es racionada. No necesita asilo político pues es nacido en Chicago, es americano, orgullosamente. En La Habana su mujer enfrenta la situación, no solo ha perdido al esposo, al padre de su hija.
Sino que además ahora es la esposa de un gusano, calificativo con el que compañeros de colegio insultan también a su hija. Sin su marido, su situación económica se torna angustiosa. Muy pronto, cubanos exiliados pertenecientes a la Fundación Nacional Cubano Americana que preside Jorge Mas Canosa, se acercan a su esposo y le consiguen apartamento y trabajo.
Penélope Cruz y Ana de Armas en ´La red avispa´
El hombre, René González, comienza a sufrir la separación de su esposa y su hija. Su mujer, Olga Salanueva, interpretada magistralmente por Penélope Cruz, también empieza a recibir las cartas que él le envía desde Miami. No lee ninguna, herida por el abandono y por su traición a la patria, que ella ama pese a todas las dificultades. Hasta que un día le responde.
Comprende lo que hizo, lo ama, pero hasta ahí llegó su vida en común. Ni piense que ella lo seguirá a Miami, no puede imaginar a su hija criada por un gusano. Mientras tanto él entra en relación con los Hermanos al Rescate, una fundación humanitaria que ayuda a los balseros que huyen de la isla, y que se atreve a volar hasta La Habana a lanzar propaganda antigubernamental.
Esa y otras organizaciones de exiliados cubanos se encargan además, de promover acciones terroristas en la isla. Y trafican con drogas. Detrás de ellas se encuentra la Fundación Nacional Cubano Americana de Jorge Mas Canosa, que aparentemente trabaja por la libertad de la isla de manera legal. Su pieza perversa es Luis Posada Carriles, viejo terrorista exagente de la CIA.
René González no está solo. Hay otros compatriotas suyos en Miami con historias parecidas. Desertores que en realidad son agentes de inteligencia, cuya misión es infiltrar las redes terroristas anticubanas, para descubrir e informar de sus planes a fin de impedirlos. Lo han dejado todo, país, familias, cargando sobre sí el estigma de traidores, para en realidad defender la isla.
Hasta que los atrapan. La película hace gala de una profunda carga emocional, ante el valor, la lealtad, el amor, el sacrificio, la injusticia. Un Fidel, envejecido y enfermizo, expone sus razones y logra al final salirse con la suya. Una cinta heroica y hermosa, aun para los que no gustan de la revolución cubana. Hay verdades que no se pueden negar.
