Foto Portada: Laura Rico Piñeres
Desde que camina Eduardo Andrés ha tenido que ver con la política. Primero fue por obligación cuando su padre lo llevaba cargado al hombro a mítines, manifestaciones, reuniones sindicales y tertulias de eternas e interminables discusiones. Eran los tiempos de Lucho Garzón como dirigente nacional de la CUT, el Partido Comunista y la Unión Patriótica. Luego lo hizo por convicción. De oír miles de discusiones políticas y en especial de ver tantos amigos de Lucho que luego eran asesinados, decidió que la política era lo suyo. Fueron los tiempos del Frente Social y Político, del Polo Democrático. Era inevitable que terminara metido de cabeza en la política, ya fuera al lado de su padre o discrepando de él, como lo hace ahora. Es politólogo de la Universidad Javeriana, con dos especializaciones en Marketing Político y Periodismo, tiene 33 años y forma parte de la nueva dirección de la Alianza Verde.
En su más reciente entrevista su padre afirma que los ‘Verdes’ se fueron para donde Petro, y añade que en términos absolutos Petro controla al Partido Verde ¿qué opinión le merece aquella concepción?
Decir que nos entregamos a Petro o que el jefe natural es Petro es realmente equivocado. Nosotros hemos hecho una alianza con el grupo de Progresistas que se denomina Alianza Verde. Decir que Progresistas es solamente Petro me parece una injusta descalificación. Progresistas tiene gente muy buena en su bancada y en los temas nacionales, como lo es Antonio Navarro, Luis Carlos Avellaneda, Carlos Vicente de Roux, Camilo Romero, para citar algunos. Como todos los partidos hay una heterogeneidad, una diversidad. Si uno se pone a decir que Petro es el jefe, falta a la verdad. Yo, como directivo de Alianza Verde, nunca he hablado con Petro, ni sé que piensa Petro. Él no ha estado vinculado a esta empresa de unirnos en la Alianza Verde.
Entonces, ¿la conjetura de su papá es equivocada?
Si Petro es mi jefe en la Alianza Verde, como afirma mi padre, entonces yo soy un astronauta, como solía decir el mismo Lucho Garzón
Insisto, Petro no es ni el jefe, ni el consejero, ni el ideólogo, ni tiene una influencia directa. Claro que hay amigos de Petro, es normal. Pero entre ellos también hay muchas discusiones frente al gobierno de Bogotá y frente a su forma y estilo de hacer política. Y en el Verde también tenemos nuestras diferencias, tenemos a gente tan diversa como Enrique Peñalosa, Jorge Londoño, John Sudarsky, Antonio Sanguino. Ángela María Robledo, Carlos Amaya, es decir, hay mucha diversidad tanto en el verde como en Progresistas. Acá hay también mucha gente de Compromiso Ciudadano militando en este nuevo partido, sin embargo seria errado afirmar que Sergio Fajardo tiene tomado el partido, por el hecho de tener muchos participante en nuestras filas.
¿Y se lo ha dicho a su papá?
Siempre en la casa ha existido espacio para el debate y la posición distinta de ideas. En este momento yo tengo un proyecto, consolidar la Alianza Verde y convertirla en una opción de gobierno, en la esperada tercería. Mi papá tiene un proyecto que ha sido su eterna obsesión política y personal; la búsqueda de la paz, la solución del conflicto. Él cree que no es el momento para estar pensando en cuestiones electorales, que primero uno debe solucionar el conflicto y después puede pensar en lo otro. Pero yo difiero en eso, porque creo que una cosa no riñe con la otra. Yo sí creo que se puede estar con la paz, buscar la terminación del conflicto y al mismo tiempo buscar el posicionamiento de una nueva opción política. Yo, que conocí muchos amigos de mi papa, personas que admiraba, gente que luego fue asesinada en esta guerra, sería un imposible ético y político decir que pongo por encima el umbral electoral o la aspiración a una curul, frente al logro de la paz duradera.
Su papá también afirma en una reciente entrevista, que el principal referente para lograr la paz es el Presidente Santos. ¿Usted considera que la paz solamente es posible con Santos?
Para nada. Es una falsa disyuntiva considerar que si estamos con la paz estamos con Santos y si no estamos con Santos no estamos con la paz. Estamos con la paz como un principio fundamental, pero queremos posicionar un proyecto político que vaya mucho más lejos, a largo plazo, que después de hecha la paz sea protagonista en la construcción del posconflicto. El presidente Santos ha dicho que para él la paz está por encima de la reelección. El propio Santos nos demuestra que no está personificada la paz y que no es el único que la puede lograr. Claro que celebramos, respaldamos y apoyamos su búsqueda de la paz, es lo más importante que está sucediendo en el país. Seguramente habrá unas personas que le pongan peros a ese proceso que nosotros aplaudimos, pero no hay que personificar el tema de la paz. Si nosotros llegamos a la Presidencia de la República tenemos que garantizar la continuidad de ese proceso de paz. Construir la paz sobre lo construido por Santos y las negociaciones de la Habana
¿Le pesa ser el delfín político de Lucho Garzón?
Eso es inevitable, aunque uno haga política por convicción personal, siempre lo señalaran de cómodo heredero y beneficiario inmerecido de la herencia política de su padre. En ningún momento mi papá me ha dicho “vea mijo usted va a heredar mis banderas”. Tanto así, que hubo elecciones anteriores en las cuales yo no participé, porque no se trata de un tema hereditario, ni de clientelas familiares. Nunca he esperado un guiño de mi padre para hacer política y lo muestra claramente este momento; hay momentos en los que nos encontramos plenamente, como hay momentos en los que tenemos diferencias. Hoy militamos en dos causas políticas distintas, pero nos une la búsqueda de la paz duradera.
¿Cuál ha sido su rol en el Partido Verde y qué está pasando dentro de sus filas?
Desde el 2009 hago parte de sus filas y desde hace un año formo parte de su dirección nacional.
El partido verde esta en un proceso de rectificación y de volver a sus orígenes políticos, que en su momento nos dieron un gran respaldo ciudadano expresado en la Ola Verde. Teníamos la preocupación de cómo afrontar nuestro futuro político frente al proceso de polarización entre Santos y Uribe. Una preocupación que va mas allá de un simple umbral. También estamos en un proceso autocritico, pues es evidente que hemos cometido errores. Después de muchos análisis sobre que hacer frente a la actual coyuntura decidimos que lo más conveniente era buscar un fortalecimiento de las relaciones con Compromiso Ciudadano –grupo que lidera el gobernador Sergio Fajardo- y un acercamiento con Progresistas, por considerarlos los más cercanos ideológica y políticamente, eran los más cercanos para trabajar. Empezamos a trabajar hace meses en este propósito que se acaba de concretar con la conformación de la Alianza Verde. Este es un proceso en construcción que como bien lo ha señalado Claudia López, qué bueno que ya somos más de dos, y aspiramos a que lleguen muchos más.
Su papá bailó junto a Uribe para ayudar a Peñalosa en la campaña de la alcaldía de Bogotá ¿Usted también bailaría junto a Uribe para ganar unas elecciones?
No. El tema de Uribe riñe bastante con la agenda en la que yo he militado, la cual defiendo, he defendido y espero seguir defendiendo. Yo la verdad no puedo lavarme las manos y salir a decir que yo miré para otro lado y me aparté. Fue algo muy costoso. Estuve y apoye la campaña de Peñalosa a pesar de que no me gustaba y no compartía el apoyo de Uribe, lo acompañé por lealtad y disciplina con el partido. Hoy pienso que aceptar el apoyo de Uribe fue un error y que le debemos disculpas públicas a nuestros electores por esta equivocación, que pagamos con la derrota.
Nos gustaría que definiera en una frase a los siguientes personajes:
¿Petro?
Mucho anuncio y poca ejecución
¿Peñalosa?
Buen gerente
¿Mockus?
Ética a toda prueba y recursos públicos sagrados
¿Lucho Garzón?
Paz y lucha contra la pobreza
¿John Sudarsky?
Intelectual y reformador
¿Alfonso Prada?
Político tradicional
¿Si mañana fueran las elecciones por cuál de estos personajes votaría? ¿Petro, Mockus, Peñalosa, Angelino o Lucho?
Creo que es hora de un relevo generacional.
¿A qué aspira políticamente?
Estoy aspirando a la Cámara de Representantes por Bogotá y a consolidar el proyecto político de la Alianza Verde.
¿Antes y durante la alcaldía de su papá (2004 y 2008) él lo metía a todas las reuniones, fue ese su bautismo político?
Yo nací haciendo política, sobre todo en la izquierda de este país. Seguía a mi papá y a mi mamá, que también lo seguía a él en la militancia sindical y política. Siempre estuve en sus debates. Después participe en el Frente Social y Político, en el año 2001 (tenía 21 años), estuve en Polo Democrático y en la creación del Partido o Verde. Siempre acompañé a mi papá en la construcción de todos estos procesos, pero siempre cada uno en sus espacios propios; mientras él tenía un espacio como dirigente, yo iba construyendo mi propio espacio desde otros flancos. Ahora él está respaldando al presidente Santos en el proyecto de la paz, y yo estoy en la construcción de una alternativa para los colombianos que sea protagonista en el postconflicto.
Por @PachoEscobar