Menos de tres semanas restan para el tan esperado 11 de marzo de 2018. Las fuerzas políticas en el Cauca se articulan en masa para lograr obtener representación en la Cámara y en el Senado con diversos candidatos, tanto raizales como foráneos, que pretenden quedarse con miles de votos. He emprendido durante estos meses la realización de un análisis detallado de las múltiples campañas tanto a Cámara como a Senado en el departamento del Cauca. Es por eso que siento la necesidad de difundir y comunicarle a la opinión pública caucana una serie de escenarios de cara a las elecciones legislativas. Pero insisto que este tipo de análisis se deben hacer de una manera aterrizada, concreta y sin vacilaciones. Echo mano entonces de la Realpolitik, término que en el español se traduce “la política de la realidad”, el cual fue acuñado por el político alemán Otto Von Bismark. Hoy abundan candidatos que viven en la nebulosa, difundiendo propuestas tiradas de los cabellos y con anhelos de poder improbables, por no decir, imposibles. En esta primera entrega, dedicaré su atención a Senado de la República.
El Cauca es un departamento que gira en torno a la política. Para nadie es un secreto que cuando llegan las elecciones, la sociedad caucana toma una postura clara y el tema central en todos los parques y plazas de los 42 municipios es el Día D. Los candidatos recorren la geografía caucana en búsqueda de apoyos masivos que conlleven un alto caudal electoral en las urnas. En ese orden de ideas, hay que sentar una posición clara frente a Senado de la República en el Cauca, y se logran identificar dos fuerzas sólidas para la circunscripción nacional. Por un lado, suena con mucho fulgor la campaña de Temístocles Ortega Narváez, quien posee una estructura política sólida en más de 37 municipios, con apoyo de diversos candidatos a la cámara de partidos tradicionales de color rojo y uno naranja. Tito ha sabido llegarle a la gente de las regiones apartadas y aspira una suma considerable de votos que, a mi criterio, obtendrá alrededor de 60.000 votos. Su aval lo catapulta, Cambio Radical a nivel nacional se fortalecerá enormemente. Tiene en la actualidad 9 senadores y aspiran, con razón, a sacar más de 20 parlamentarios. Temístocles tiene gran aceptación en las periferias a raíz de su reciente gestión como Gobernador y sus recorridos constantes por el Departamento. Ortega Narváez es atacado por la opinión pública de Popayán, sin embargo estos ataques no hieren su candidatura en los municipios donde espera masiva participación.
Por otra orilla política, encontramos a Luis Fernando Velasco, candidato rojo quien se encuentra recorriendo no solo el Cauca, sino el Valle del Cauca, Cesar, Cundinamarca, Magdalena, entre otros departamentos, articulando sus llaves a cámara para catapultar su candidatura, convirtiéndola en una campaña tanto de estructura como de opinión. Velasco ha hecho un ejercicio juicioso a favor de nichos bien definidos como los vigilantes, actores, personal de servicio doméstico, entre otros. Velasco Chaves persiste en su apuesta por consolidarse como un líder de opinión no limitándose a nivel regional sino nacional. Sin embargo, su futuro político depende en parte de los resultados de la primera vuelta presidencial para sellar su devenir político de cara a las elecciones regionales y locales de 2019. Las apuestas en el “chuspismo” es la obtención de más de 60.000 votos, pretendiendo sacar menos de la mitad en el Departamento del Cauca.
En las huestes uribistas, encontramos a diversas caras de la política antes militantes en partidos tradicionales. Se destaca sobremanera el “Mono” Gonzalez que, tiene chance de llegar a una silla en el Senado. Esto, debido a una estructura que probablemente lo puede sostener para obtener un máximo de 20.000 votos duros. Este caudal puede llevarlo al Senado por la alta votación que se prevé que obtenga la lista del Centro Democrático a nivel nacional en cabeza del Expresidente Álvaro Uribe Vélez. Paloma Valencia por su parte, no suena en el Departamento, que, si bien, al tener sangre tradicional de la política patoja, no saldrá bien librada electoralmente en territorio caucano.
En cuanto a la circunscripción indígena a Senado, Samuel Tumbo suena a nivel nacional. Ha logrado posicionarse mucho más que su contendor Feliciano Valencia, que a los ojos de muchos, se autoproclamaba como Senador. Tumbo de Páez y de origen nasa, recorre los diferentes municipios tanto a nivel Cauca como nacional. Puede envestirse como senador especial, ocupando quizás, el espacio que deja el saliente Senador Avirama.
El Cauca va a ser protagonista de la toma de votos de foráneos. Termino diciendo que candidatos de los departamentos del Valle del Cauca como Roy Barreras, Heriberto Sanabria Astudillo, Jose Luis Perez, Edison Delgado, entre otros, sacarán un número considerable de votos. Por los lados de Nariño, vemos a los Senadores García Realpe y Miriam Paredes, con hambre de votos. A los ojos de muchos y a mi parecer, lograrán en su conjunto, llevarse más de 90.000 votos, trastocando aspiraciones de raizales. Si bien la circunscripción es nacional, hace falta representación de senadores caucanos en el parlamento. Otrora el Cauca tenía una fuerte incidencia en la cámara alta, generando más peso político a nivel nacional. Muchos insisten en la premisa de “Caucano vota caucano”, argumento válido para algunos, incipiente para otros, que buscan en candidatos foráneos, una representación y participación burocrática en Bogotá.
