Dice el editorial del pasado 29/05/2017 de El Espectador "que hay motivos de peso para introducir más obstáculos a un procedimiento que ya de por sí tiene muchos retos en la práctica”. ¿¡No le faltará un no a esta aseveración? A tenor del resto del editorial parece que fuese una errata involuntaria. Pero es clave que El Espectador precise si la posición del editorialista es que “no hay motivos para introducir más obstáculos a un procedimiento que ya de por si tiene muchos retos en la prácticas” que es en últimas lo que decidió la Corte Constitucional recientemente, dejando en firme la despenalización del aborto en Colombia en las causales de malformación del feto, riesgo de salud para la madre y violación.
Ya hay suficiente ilustración de la ciencia médica sobre la viabilidad intrauterina de los productos de la concepción. Lo expresan sin ambages los investigadores científicos que abordan el tema a nivel universal: los embriones humanos antes de siete meses son inviables fuera del útero. Los malformados que llegan a nacer viven siempre al cuidado de una mujer y a partir de allí serán no una sino dos vidas limitadas. Los embarazos secuelas de violaciones terminan en seres humanos con privaciones afectivas y secuelas psicológicas de muchos tipos. Y en general embarazos no deseados, cualquiera sea la causa: sexo ocasional sin protección, ausencia del padre, rechazo de la pareja o de la familia cercana al embarazo; terminan adoleciendo del afecto de su propia madre y a veces de su entorno.
Clama al cielo continuar un debate en el que la medicina en sus ramas específicas han expresado sus implicaciones fisiológicas —también expresadas por el editorial del 29 de mayo— y la sentencia de la Corte Constitucional al respeto de las tres causales legales para la interrupción del embarazo en Colombia es una luz en ese sentido. Si los especialistas que estudian la psiquis y los problemas sociales hasta la saciedad han divulgado los efectos de estos embarazos no deseados. ¡Quienes presentaron la acción contra la despenalización pretendían que se impusiera un límite de tiempo a las estas causales para ejercer este derecho femenino!
Muchos países del mundo más que despenalizar el aborto lo han legalizado con la sola decisión autónoma, por demás difícil de la gestante. La ponencia del magistrado Rojas Ríos presentaba argumentos contundentes en contra de esta pretensión. Nada de concepciones religiosas al mando del debate. ¿Por qué camándulas, anatemas, prohibiciones, castigos y estereotipos relación a hechos biológicos que comporta el aparato reproductor femenino? Entre tanto, no hay reacciones parecidas contra los hombres en lo que concierne a su parte en la concepción. No conozco un solo caso en la historia en que se haya penalizado algún método anticonceptivo para no engendrar a los masculinos, como dice la policía, Desde el onanismo bíblico hasta el condón, siempre pensado en la contracepción masculina fácil. Las ligaduras y Tés son para las femeninas.
Reitero el derecho al aborto con los simples límites que determine la ciencia médica para la mujer que tome libremente esa decisión. Y con la obligación estatal de garantizar el procedimiento más adecuado en óptimas condiciones médicas que preserven la vida y privacidad de las gestantes.