Es una lástima que cada vez más se mire las pensiones y a los pensionados como carne de cañón, sin pensar en la realidad de un grupo de personas que se ganó a pulso día a día por más de 30 años su honrosa jubilación.
Pero si en los altos cargos no saben cuánto cuesta una docena de huevos, mucho menos la realidad de los pensionados en Colombia.
El presidente, en varias entrevistas, explicó que las "megapensiones" de $4.800.000 deberían pagar impuestos.
Su enérgico tono dejó ver que no está de acuerdo que ellos reciban mesadas "medio decentes".
Y lo son por las siguientes razones:
Primero, ellos no reciben completa su mesada. Les descuentan por derecha el 12% para salud. De $4.800.000, es decir $576.000.
Incluso, hace varios años se les pidió a los gobiernos de turno que disminuyeran ese porcentaje por injusto, pero solo se ajustó a quienes ganan uno o dos salarios.
Los pensionados son los que más aportan al régimen de salud y a las EPS, pues ellos no pueden evadir ni mostrar que ganan menos por medio de piruetas laborales o de contratos como independientes. Por derecha se lo quitan.
Después viene el descuento del 2% que tienen muchos por pertenecer a las cajas de subsidio familiar, es decir $96.000, para tener derecho a disfrutar del turismo de las cajas y de otros servicios que tienen esas entidades.
También está el descuento para el fondo de solidaridad funerario, que en algunos casos es del 1%: $48.000.
Así que ya apenas le quedan algo más de $4.000.000.
Los pensionados son los que más enfermedades de base tienen: diabetes, hipertensión, artritis, etc., etc.
Ellos son el grupo que más gasta en medicamentos, entre el 25 y 30% de sus ingresos. Además, valga la pena decirlo, en las EPS no los atienden bien, pues no reciben todos sus medicamentos, por eso tienen que adquirirlos por sus propios medios.
En un mes, según el Dane, ese 25 a 30% representa entre un $1.200.000 o $1.500.000 en medicamentos. Así la tan mal llamada "megapensión" se va desinflando y quedando en el camino. Para no hacer esto tan largo y tedioso solo tenga en cuenta dos cosas más. Las pensiones suben solo en IPC al año, ni siquiera se incrementan en lo que sube el salario mínimo, es decir año tras año pierden su poder adquisitivo.
Este año los salarios subieron 3.5% y las pensiones, 1.61%. Así ha sido año tras año.
En muchas ocasiones también se ha pedido acabar con esta discriminación en la remuneración, pero ni los senadores ni ningún presidente ha querido hacerlo.
En una de las reformas para incrementar el empleo, el expresidente Uribe quitó la mesada 14, la prima de medio año. Desde el 2010 los pensionados ya no la reciben. Valdría la pena que alguien respondiera a dónde fueron a parar esos dineros o en qué se gastan, pues no tendría nada de raro que fueran parte de los miles de millones que se usan a pagar asesores de reuniones o videos para mejorar imagen.
En las últimas horas, los medios filtraron que ahora se propone que se graven las pensiones a partir de $7.000.000, pero igual 12% para salud ($840.000); 2%, de caja de compensación ($140.000); y 1%, de fondo de solidaridad ($70.000 pesos). Apenas se sobrepasan los $6.000.000, agréguele todo los demás y poco queda...
Y ahora sí, para terminar, casi la totalidad de los pensionados, con un salario mínimo, usa esos recursos únicamente para pagar servicios públicos: agua, luz, gas, telefonía… No alcanza para más.
La mayoría tiene que rebuscarse para el sustento diario o para el arriendo, ya que ese grupo de difícil tener vivienda propia.
Con este panorama, gravar las pensiones no solo es inconstitucional, sino un despropósito que acarrearía más pobreza, ya que aún antes de la pandemia los abuelitos ayudan a los nietos con sus estudios y a sus hijos con el arriendo, los alimentos y hasta en casos no tan extremos sostiene familias que tiene hijos enfermos o en condición de discapacidad.
En fin, sacar recursos de los pensionados para la reforma tributaria es como si la docena de huevos realmente costara $1.800 desde hace muchos pero muchos años.