El entonces candidato a la presidencia de la republica Gustavo Petro, en una visita muy difundida en el municipio de Turbaco Bolívar en el año 2017, expresó en relación con los peajes lo siguiente:
“El país ha quedado tachonado de peajes costosos, la industria nacional se ahoga en sobrecostos en transporte a través de peajes, alto costos de servicios públicos, monopolios de importación de materias primas. Reducir rentas para expandir la producción es tarea de la Colombia humana". Y agregó que, “era necesario adelantar una acción ágil desde un gobierno del cambio para desmantelar este atentado contra el desarrollo del país y de departamentos, tan importantes como el de Bolívar y municipios como Turbaco".
Su retórica en contra de los peajes le representaron en esta región miles y miles de votos, dada la inconformidad de la población con los más de 18 peajes que hay a lo largo y ancho del departamento, pero en especial en el municipio de Turbaco. Sin embargo, el pasado lunes 3 de abril de este año, al presidente Gustavo Petro se le olvidó lo expresado en campaña, y de manera unilateral e impositiva, por medio de su ministro de Transporte Guillermo Reyes, ordenó la reactivación del Peaje de Turbaco, causando un gran malestar en la población que de inmediato se declaró en resistencia civil en contra del nefasto peaje.
La decisión del gobierno Petro constituye además un acto violatorio de los acuerdos establecidos en la mesa de negociación del peaje, en la cual vienen participando la gobernación de Bolívar, la alcaldía del Turbaco, el comité cívico No más Peajes, la ANI, y el ministerio de transporte, y cuyo espacio había tomado la desición de levantar las talanqueras del peaje desde octubre del 2021.
Y para garantizar la reactivación del peaje, el gobierno Petro ordena enviar un contingente de más 400 efectivos del ESMAD, con el fin de reprimir el ejercicio del de derecho constitucional y legal a la protesta pacífica, civilista y democrática del pueblo turbaquero.
El peaje en Turbaco ha sido uno de los más grandes negociados que ha existido en el departamento de Bolívar, plagado de una serie de irregularidades que a todas luces constituyen una afrenta a la sociedad bolivarense.
Ya desde junio de 2021, La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) había confirmado que el peaje de Turbaco, había alcanzado su ingreso esperado en el mes de junio de 2021.
Mediante el radicado ANI No. 20214090744512 del 06 de julio de 2021, el Concesionario Autopistas del Sol S.A.S, informó que, el 30 de junio de 2021, se obtuvo el Ingreso Esperado que se pactó mediante Otrosí No. 5 al Contrato de Concesión No. 008 de 2007.
Igualmente, se le notificó a la interventoría del proyecto, Consorcio GOC 009, mediante radicado ANI No. 20214090810292 del 21 de julio de 2021, que ya el operador privado, es decir la concesión ruta Caribe 1, había alcanzado la Tasa Interna de Retorno, en ingresos que superan los 740 mil millones de pesos, razón por la cual se le remite el Acta de Ingreso Generado, correspondiente al mes de junio de 2021, e informa la obtención del Ingreso Esperado, así lo afirma la ANI en una misiva dirigida a Carlos Vargas, integrante del comité No Más Peaje.
Frente a esta realidad, "la jugadita" del entonces Presidente Iván Duque fue clara, en lugar de liquidar este contrato, como lo establece la ley para que toda la infraestructura instalada en los 240 Km regresara a la nación, lo que hizo fue entregarle a un nuevo operador privado este negociado, con el agravante que ese consorcio es la cuestionada concesión Autopista del Caribe de los Amín, para entregarle 4.3 billones de pesos por 30 años más.
La argucia que utilizó el gobierno Duque en su momento para justificar la entrega del peaje a la concesión Autopista del Caribe, fue la construcción de 74 km de obras viales nuevas, de las cuales ninguna tiene que ver con el mejoramiento de la malla vial del municipio de Turbaco.
Esto fue lo que conllevo a las expresiones ciudadanas de inconformidad que lograron que en más de un año las talanqueras fueran levantadas pero que ahora el denominado gobierno del “cambio”, decide reactivar, garantizándole al gran capital este jugoso negocio.
Le asiste la verdad a las múltiples voces que afirman que la reactivación del peaje de Turbaco, es otra de las tantas faltoneadas de Gustavo Petro.
Mediante la presente columna brindo mi apoyo decidido a las expresiones ciudadanas que resisten contra este nefasto peaje, y las anima a seguir continuando hasta que este sea desmontado.
*Leonardo Jiménez Molinello,* Director de CEDETRABAJO Cartagena, Investigador económico y autor de libro Los Peajes en Cartagena: Un gran negociado.