Muchas personas pensamos que la mejor manera de invertir el fruto de nuestro trabajo es viajando para conocer el mundo. Lugares hay muchos con culturas diferentes: desde los países escandinavos que se constituyen un gran atractivo por sus paisajes idílicos, con pueblos y aldeas encantadores, bellos edificios en madera, un patrimonio único y el lujo de poder contemplar el sol a medianoche, hasta una aventura por el monte Títlis en los Alpes suizos. Indudablemente el mundo ofrece una diversidad de culturas.
Dentro de esta diversidad, nos parece importante conocer un destino turístico de gran relevancia, que figura como un lugar muy apetecido por turistas del mundo entero, y ese es Cuba. Este país insular ofrece una amplia gama de eventos para el viajero, con historia, naturaleza, cultura musical y un abanico de actividades académicas y posibilidades de participar en festivales y ferias.
Cuba no es como la pintan muchos. Cuba, como todas las naciones latinoamericanas, tiene sus dificultades, pero también unas grandes fortalezas que no las tienen otros países. Es la más grande de las islas del Caribe con las playas más hermosas del mundo; recordemos que cuando Cristóbal Colón arribó a las costas de Birán el 27 de octubre de 1492, exclamó una frase que se convirtió en sentencia y que los cubanos la grabaron en mármol para perpetuarla: “Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieran”.
Los recorridos, casi siempre se inician en La Habana con la visita a las cuatro plazas: Plaza de Armas, Plaza San Francisco de Asís, Plaza Vieja y Plaza de la Catedral. Todos estos lugares están rodeados de la magia que le otorgan los años; es por ello que La Habana vieja es un conjunto arquitectónico colonial que fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
De aquí muy cerca hay lugares de mucho interés como el Museo del Ron, el puerto de La Habana, el Malecón, La Bodeguita del Medio, el bar Floridita; el Capitolio Nacional, una réplica del Capitolio de Washington y de la Basílica de San Pedro en Roma, la calle Obispo y muchos más sitios cargados de historia y de leyendas.
El viajero que piensa en Cuba, seguramente piensa en la música cubana, en el ron y cocteles como el exquisito mojito o el daiquirí. Y lo hace muy bien, porque la variada oferta para deleitarse con la tradición musical cubana lo lleva a lugares como El Patio, en la Plaza de la Catedral con orquestas que están tocando desde la mañana; el Cabaret Tropicana que abrió sus puertas en 1939 y que hasta la fecha funciona de manera ininterrumpida todos los días del año.
El Tropicana es el sitio ideal si se quiere conocer a fondo los ritmos cubanos que van desde el danzón, son, mambo, rumba, chachachá, guajira, hasta la salsa cubana. Tropicana es un carnaval con bailarinas en traje de fantasía que hacen los deleites del público más exigente del mundo entero. Tropicana es al aire libre, por eso le llaman “un paraíso bajo las estrellas.”
Uno de los lugares muy emblemáticos es La Bodeguita del Medio: nadie puede decir que estuvo en Cuba si no se tomó una foto en la Bodeguita. Bueno, no solo la foto sino también un delicioso mojito, y también estampó su firma en la pared. Este lugar es emblemático porque era frecuentado por grandes personajes del cine y el deporte de los Estados Unidos; pero también porque era uno de los lugares predilectos por el Nobel de literatura, el estadounidense radicando en Cuba, Ernest Hemingway.
En el bar Floridita se encuentra la estatua de Hemingway en el lugar predilecto donde acostumbraba a sentarse para tomarse unos daiquiris. El escritor hizo famoso el bar, y desde ahí es infaltable visitarlo y tomarse la foto junto a Hemingway.
En lo que tiene que ver con mar y playa, está Varadero con el encanto del Caribe, con la blancura de sus playas y el turquesa del mar. Aquí se pierde un toque el aire cubano para adentrarse a las diversiones con carácter internacional. Varadero tiene 25 kilómetros de playa en la península de Hicacos con un hotelería de las más finas del mundo, con cadenas hoteleras de Canadá, España, Italia y las de la isla. Cuba es una isla maravillosa, con un verano permanente los 365 días del año, con algunas variaciones ligeras con temporada de lluvias y chubascos.
¡Si se trata de pasar momentos inolvidables, Cuba tiene de todo!
