La rabia venció al miedo
Opinión

La rabia venció al miedo

Las gentes se lanzaron a la calle en un desborde de ira e impotencia por el asesinato infame de George Floyd, sin importarles el coronavirus o los trinos amenazantes de Trump

Por:
junio 05, 2020
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Pocas veces se da una movilización de la magnitud de la generada por el asesinato infame de George Floyd. Pero sobre todo movilizaciones con tanta rabia como la que se viven hace más de una semana en los Estados Unidos.

El mismo día de la muerte de Floyd a manos de cuatro policías en la ciudad de Minneapolis, las redes sociales explotaron de indignación ante la frialdad y el racismo con que actuaron los miembros de la fuerza pública. Gracias a personas valientes que se atrevieron a grabar con sus celulares una escena que nadie querría haber visto, el mundo entero presenció cómo asesinos uniformados apachurraban con sus rodillas a un hombre desarmado e indefenso, que suplicaba lo dejaran respirar, mientras un cuarto hombre vigilaba para que nadie interrumpiera la lenta agonía que duró más de ocho minutos.

Después de esto las gentes, en especial los afroamericanos, se lanzaron a las calles en un desborde de rabia e impotencia. Los primeros brotes de ira fueran en la misma ciudad de Minneapolis donde se había cometido el crimen. Los manifestantes incendiaron la estación de policía a la que pertenecían los asesinos y luego siguió el caos que llevó a saqueos y a otros incendios. Pero rápidamente el país entero se movilizó con protestas en las que había blancos y negros, en especial jóvenes, que reclamaban justicia y fin a tanto racismo institucional.

No les importó el coronavirus, tampoco los llamados al orden de parte de algunas autoridades encabezadas por el presidente Donald Trump. Menos los asustó sus trinos con la amenaza de enviar la guardia nacional, ni las balas de goma, ni el gas pimienta, el aviso de castigar alcaldes o gobernadores que no reprimieron las manifestaciones. Por el contrario, el pueblo enfurecido llegó hasta el frente de la misma Casa Blanca y el Presidente tuvo que refugiarse en el sótano de la residencia oficial.

La rabia venció al miedo y ahora son las autoridades norteamericanas las que están asustadas, tanto que en algunas ciudades los guardias se arrodillan humildemente para pedirle perdón al pueblo por el racismo policial y en otras dejaron sus armas en los cuarteles para unirse a las marchas y clamar junto con los jóvenes americanos por justicia y respeto a los derechos de los afros.

Como resultado al primer inculpado, aquel policía que clavó su rodilla en la nunca de Floyd, le cambiaron el cargo de asesinato en tercer grado a asesinato en segundo grado y vincularon como culpables a los otros dos policías que se colincharon para acabar con la vida de un inocente.

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No sé hasta cuando seguirán las marchas, pero de seguro la rabia durará mucho tiempo, en especial si no llegara a salir Trump de la presidencia en las elecciones de noviembre

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No sé hasta cuando seguirán las marchas, pero de seguro la rabia durará mucho tiempo, en especial si no llegara a salir Trump de la presidencia en las elecciones de noviembre. Es posible que con mañas y plata la supremacía blanca gane las elecciones. Entonces de seguro habrán cuatro años de confrontaciones con un presidente insensible al dolor humano, sin la inteligencia requerida para llevar a los Estados Unidos a la pacificación y a la unidad con justicia social para que se acabe esta discriminación odiosa contra la población negra y latina.

Muchos tenemos que aprender de lo que está pasando en América donde hemos visto una represión parecida a la que se aplica aquí contra marchas estudiantiles, sindicales o campesinas. Solo que nuestro racismo, también estructural y también institucional, es solapado, construido a través de formas inequitativas de distribución del ingreso, de la educación y el abandono de los territorios principalmente afros e indígenas.

Esperemos que la justicia prime en Estados Unidos y que en Colombia aprendamos a manifestarnos contra ese racismo nuestro tan fuerte y camuflado como el que mató al señor Floyd que dejó para la historia una frase tan dolorosa como simbólica: “no puedo respirar”.

www.margaritalondono.com

 

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