Aunque La Pulla es el nombre de la videocolumna más vista del país casi todos los seguidores, por no decir todos, bautizaron así a María Paulina Baena, la periodista de cabellos amarillos ensortijados y algo desordenados que desde el día cero, en 2016, fue la imagen del más exitoso contenido multimedia de opinión de El Espectador.
La idea de hacer La pulla nació en la cabeza de Juan Carlos Rincón, el entonces joven editor de opinión del periódico creado en Medellín hace 135 años por Fidel Cano, que para aquel 2016 tenía 25 años. La búsqueda de un producto de opinión político que llamara la atención de los lectores digitales, los más jóvenes, y que lograra visitas para el portal web del periódico y su sección de opinión, fue el chispazo para inventarse La pulla. A parte de ganarse los seguidores que buscaban, La pulla deja ingresos para el medio y volvió famosos a Juan Carlos y a María Paulina, principalmente a ella, quien se convirtió en una youtuber a quien aman como a una rockstar, aunque también esa misma fama le ha levantado odios.
María Paulina se despidió la semana pasada de El Espectador y también de La Pulla. Según lo dijo en el último video que grabó, después de estar diez años en el periódico y siete haciendo el contenido de opinión, buscará otros horizontes.
Llegó al medio de la familia Santo Domingo de la mano de Jorge Cardona, quien fuera el legendario editor general del periódico hasta el 2021, cargo que ejerció durante 16 años, que alternó en el de profesor de la Javeriana, donde María Paulina estudió Comunicación social y Ciencia política, y donde la conoció para luego llevarla al periódico como practicante. En la sala de redacción la mona se ganó un lugar como periodista en las secciones de investigación y medio ambiente, hasta que en enero de 2016 el editor de opinión y los entonces otros guionistas del boceto inicial, Juan David Torres, Daniel Salgar y Santiago La Rotta, la invitaron a hacer casting con otros periodistas para ser la presentadora de su idea multimedia que contó con el espaldarazo de Fidel Cano, biznieto del fundador del periódico de corte liberal.
María Paulina se ganó fácilmente ser la presentadora del nuevo formato. Creó a la perfección el personaje irreverente, fresco y con buen tono que los creadores buscaban. Desde el primer momento hizo gran equipo con el cuarteto que cambió la forma de consumir opinión política en el país. Ninguno de los jóvenes y mucho menos Fidel Cano se esperaban el éxito de aquel video.
Los periodistas dejaron sus secciones a un lado para dedicarse única y exclusivamente a pensar, escribir y hacer pullas. La fama también los alcanzó, principalmente a María Paulina, el rostro oficial de La pulla, quien también se metió en la construcción de guiones.
Pasaron 10 meses, y con millones de vistas encima se ganaron el Simón Bolívar del 2016. Se llenaron de miles de reconocimientos. Se volvieron virales. Fueron y han sido importantes para los jóvenes irreverentes. Dieron de qué hablar. Acercaron la política a las masas digitales. Los invitaron a dar conferencias, charlas, conversatorios y El Espectador empezó a cobrar por ellos. Funcionaron en todos los sentidos. Los videos en Youtube empezaron a facturar por sí solos y la financiación no se hizo esperar. Hasta montaron obra de teatro.
Las pullas que hacían semana a semana eran directas y frenteras contra todo aquel que se movía en la mezcla del poder político con el empresariado. Con argumentos y fuentes que les dieron peso se pusieron encima de todo aquello que les olía a corrupción y a ollas podridas. Se pusieron de lado de las causas que como columnistas independientes decidieron apoyar. Se ganaron enemigos y millones de seguidores. Algunos, como el mismo presidente Juan Manuel Santos, respondieron a sus dardos y eso enamoró aun más a Fidel Cano quien los dio el cien por ciento de su respaldo editorial.
En este momento para el cucuteño Juan Carlos Rincón la encrucijada es peor a la que tenía hace siete años cuando convenció a Fidel Cano de que le prestara su despacho para grabar el primer programa de La pulla y es convencer a sus millones de seguidores que La pulla es más importante que María Paulina Baena quien al dar un paso al costado dejó un hueco que difícilmente alguien llenará.
