Querida Maria Paulina:
Estamos en Mesa de Conversaciones. Pasate por la página web de la mesa, de la OACP, de la FIP, de la Red Prodepaz, del Centro Nacional de Memoria Histórica. Hay curso virtual, abc, acuerdos, 809 páginas que contribuyen al entendimiento del conflicto armado en Colombia, líneas de tiempo de la mesa, cartillas de planeación territorial como instrumento de paz, experiencias de territorios, de gentes que se las vieron con el conflicto y/o que se la han jugado por la paz; poesía del conflicto armado, de las víctimas, películas, canciones, ringletes, y otras cosas.
Son 4 Acuerdos los ya aprobados por la Mesa, entre los que se prioriza planeación territorial para lo que llamas 'Medioambiente', alianzas productivas y asistencia técnica para lo del 'billete', billete para el campo, así sea con la cara de Lleras.
La Paz de la Mesa y sus Acuerdos no lo solucionará todo el país, no es su intención, pero focalizará Jurisdicciones Agrícolas Especiales, donde se cocinará el alimento de la ciudad en la que cómodamente transmites tu Pulla.
María Paulina, estamos en Conversaciones. Con-versar, versar-con.
La arrogancia tras la pantalla, la masculinización de tus gestos al afirmar monolíticamente (¡Iluminista!) cualquier cuestión, contribuyen a mi entendimiento del conflicto armado, como también al entendimiento del miedo que tú y más ciudadanos, tienen y tenemos a la paz ¡Típico!
En Planadas --lugar que ahora habito con 'Medioambiente' y sin tanto 'Billete'--, esos gestos lastiman, desaniman y, lo que fuera pulla-berraca se convierte bulla berraca.
Te invito mijita linda a que tú también te desmovilices; a que transites más serena, del desencantamiento vital al florecimiento de la vida, como dice mi maestra Patty.
¡Esto sí es chévere!
Desmovilízate de la nominación 'Medioambiente', transita, reintégrate, a pensar el territorio, no desde tu muy cómoda Bogotá, con colección de cactus y fósiles vegetales, sino desde el territorio de estas montañas preñadas de humus, de humanos, de humedades. Reincorpórate al uso del humor como lugar de sanación y creación y cogé los hábitos de la paz.
Que este país y sus gobiernos son raros y contradictorios... lo concedo. Que nos da miedo la paz... lo concedo. Pero que no tengas ni un gesto de menguar la violencia simbólica --y en medio de todo, auditiva-- de tus pullas, en un ambiente que ha puesto la palabra paz, en territorios donde estuvo tácita y militarmente prohibida.
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