James Rodríguez empezó la pasada temporada volviendo a ser figura en un equipo de una liga top, pero las lesiones lo fueron afectando al punto que terminó perdiéndose los últimos partidos y fuera de la Copa América. En la Selección fue la gran polémica su ausencia cuando él mismo decía que estaba en condiciones de jugar el torneo y aún así Rueda lo dejó por fuera.
Dolido por quedarse sin Copa América, James se propuso entrenar como nunca antes para empezar como un tiro la nueva temporada y demostrarle a Rueda lo equivocado que estaba. Sin embargo le llegó la mala noticia de que al Everton llegaba Rafa Benítez, el gran verdugo de James en el Real Madrid.
La llegada de Benítez implicó que James tuviera que salir al futbol de Catar, totalmente desechado por el entrenador que nunca lo quiso. Siempre se manejaron las versiones que Benítez no lo quería y el técnico lo negó, pero Richarlison dejó en evidencia que lo del técnico español con James fue personal.
“Cuando llegué de los Juegos Olímpicos hasta me sorprendió lo mucho que corría y se dedicaba a entrenar, entrenando bien. Y de la nada, el entrenador dijo que ya no contaba con él y nadie entendió nada”, dijo en entrevista con TNT Sports. Sin ninguna justificación de peso y casi sin verlo como estaba jugando, la primera orden de Benítez al llegar al Everton fue sacar al colombiano. Eso afectó al equipo que no rindió y tuvo tan malos resultados que Benítez terminó despedido. Pagó el precio de echar a uno de sus mejores jugadores por el odio personal que le tiene desde hace años.