El diplomado en Altos Estudios en Pensamiento Crítico tuvo la oportunidad de disfrutar las conferencias de Deya Pinilla y Albeiro Herrera, coach certificados internacionalmente y con una amplia trayectoria profesional, quienes expusieron las tesis del cambio ontológico y que a continuación se analizan.
En primer lugar, Albeiro Herrera sostuvo el axioma del liderazgo pasivo en un mundo muy activo donde expuso un pensamiento novedoso y reflexivo: si las empresas y sus directivos tuvieran conciencia de la gran oportunidad que poseen de ir más allá del negocio a transformar a todo el personal propositivamente, el potencial que adquiriría dicha organización marcaría un plus difícil de alcanzar por los competidores.
Sin embargo, esta propuesta generativa a partir de la investigación que postula la maestría de sí mismo y el diseño del futuro, donde el coach se posesiona como una herramienta creativa e inspiradora que transforma la vida de las personas, muchos no lo alcanzan a comprender y por ello les es difícil realizarlo.
La idea es superar los procesos empresariales de control para subir en la escala de gestión llegando a la motivación que permita cimentar la inspiración para concertar la transformación, proceso que podría enriquecer las organizaciones si se hiciera de modo planificado como en algunas empresas ya se ha realizado con excelentes resultados.
En una síntesis apretada, es apropiarse del conocimiento más las experiencias para sobreponerse a la volatilidad y la incertidumbre, aprestándose a las nuevas realidades sin temor, con el fin de superar el estrés generalizado en la sociedad modificándolo hacia eutrés o adrenalina positiva contra un distrés que paraliza la reflexión.
El principio ontológico que permite transformar al ser y construir ese liderazgo requerido debe comenzar por el conocimiento de cada individuo respecto a su propia historia con el fin de convertirlo en un propósito de vida que posibilite conocer el camino desde el inicio para que el resultado sea un éxito integral.
Deya Pinilla comenzó con una afirmación que impulsó de inmediato la atención al sostener que la verdad no existe ya que es el lenguaje el que crea la realidad, puesto que depende de nuestra cultura y entorno como enfocamos el pensamiento. Así, entonces, el pensamiento crítico se hace parte de la ontología y ésta también del pensamiento mismo en una unidad dialéctica para crecer.
A partir de allí se concentró en dos herramientas del saber: las afirmaciones y los juicios, y como ellos incluso pueden relacionarse con el sufrimiento dependiendo de su manifestación a través de la palabra.
Si se define a las afirmaciones dentro del campo ontológico que comprende el lenguaje, el cuerpo y las emociones, la realidad puede crearse positiva o negativamente en la medida que se expresen de ese modo. Así, un modo de pensar resiliente mejora las perspectivas en la calidad de vida y, asimismo, genera las condiciones para reproducir ese camino.
Las afirmaciones son interpretaciones que comprueban desde los hechos, por lo cual la palabra sigue al mundo, mientras que los juicios son declaraciones que crean el mundo. El problema radica cuando este último es sustentado en evidencia o simplemente falsifica la realidad. El sufrimiento puede ser una consecuencia.
Al respecto, la tesis es que cuando alguien espera que otro se comporte de determinada manera y no lo hace, padece pues su forma de ver las cosas no se cumple, cuando en efecto lo que es lógico es aceptar cada momento en su integridad para vivir en paz. Si la vida debe ser como el deseo personal, siguiendo órdenes, seguramente la desesperación es lo que procede.
La conclusión ontológica es que la verdad depende del contexto y no es ella, por sí misma, objetiva porque la interpretación cambia su sentido en forma de relativismo cultural, por tanto, compete a cada ser construir su propio proceso de autodeterminación para crecer en esencia utilizando más que el juicio las promesas, los compromisos, las afirmaciones, declaraciones y ofertas, entre otras, que permitan comprender lo vital de ser responsables de sus vidas y disfrutar plenamente para hacer efectivos los sueños propuestos.
Cabe destacar dos aspectos: uno, naturalmente desde los pensadores críticos se abren las discusiones sobre la prospectiva del liderazgo ontológico y hasta donde puede colaborar en las transformaciones humanas vitales, sostenido con experiencias ya establecidas. Dos, la importancia de personas con sabiduría que desempeñando el coaching puedan dirigir procesos y modificaciones de la conciencia para asumir retos que hagan de la persona un gran ser humano.
Bienvenidas las interesantes propuestas alternativas como estas para hacer que la humanidad pueda transitar por siempre en territorios de justeza y prosperidad, en la medida que su bondad e inteligencia la guíen.
