Haber ganado cuatro peleas en las últimas olimpiadas le cambió la vida a Yuberjén Martínez. Ahora no tiene que esperar que su hermana Mariel llegue del colegio para que le preste sus zapatos: ahora, que tiene cinco pares, que cada vez que quiere come su pescado sudado, que lo invitan a saques de honor en los partidos de la eliminatoria en el Metropolitano, al Palacio de Nariño a hablar con el presidente, ahora que le piden autógrafos en la calle, que tiene celular y hasta plan de datos, Yuberjén se siente millonario.
Lo único que le hace falta es cumplirle la promesa a sus papás: hacer una casa más grande para que ellos, dos pastores evangélicos, puedan albergar a todos los fieles que van a su iglesia del Jesús del Buen Camino en Chigorodó. El Comité Olímpico le dio los 70 millones de pesos prometidos. La que, al parecer, le ha fallado es la ministra de Vivienda Elsa Noguera quien, una vez se hizo a la medalla de plata en Río de Janeiro, lo llamó para avisarle que el gobierno de Juan Manuel Santos le regalaría una casa. A casi tres meses la promesa no se ha cumplido.
Sin esperar más plazos Yuberjén compró los materiales para empezar a reformar la diminuta vivienda en donde vive desde que era un niño recién llegado de Arboletes, Antioquia. Con sus propias manos hizo la mezcla, llevó la carretilla y puso los ladrillos. Las fotos las subió a mediados de septiembre a su cuenta de Facebook. Los medios del país las publicaron. La ministra afirmó que el trámite ya se estaba haciendo, que era cuestión de días. Cuarenta días después Yuberjén sigue con los brazos cruzados esperando que la promesa se cumpla. Mientras tanto sigue yendo a eventos como el homenaje que recibirá en medio del Campeonato Nacional de Boxeo categoría Mayores en Barranquilla. En su cuello ya no cabe una medalla más.
Todas las promesas se le están cumpliendo, menos la que le hizo la ministra Elsa Noguera hace ya tres meses. Habrá que esperar, al parecer, hasta febrero de 2017, fecha mencionada por la ministra a comienzos de octubre en la cual se comprometió a entregarle definitivamente la casa.
