“Hoy es la primavera de Bernardo Jaramillo”. La frase de Clara López expresó todo lo que fue el acto de conmemoración de los 25 años del magnicidio del líder de la Unión Patriótica, en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, celebrado el 15 de abril en un auditorio repleto de jóvenes.
En el evento intervinieron, además de la presidenta del Polo, el ex Fiscal y ex Procurador Alfonso Gómez Méndez, Piedad Córdoba, la periodista María Jimena Dusán, Aída Abella, presidenta de la Unión Patriótica y Mariella Barragán, quien fuera esposa de Bernardo e hiciera de moderadora.
“Recordar la memoria debe ser parte del futuro y este país no debe olvidar hijos como Bernardo Jaramillo que siempre estuvo comprometido con la paz”, señaló Ángel Martín, director en Colombia de la Organización de Estados Iberomericanos, resaltando la masiva presencia de estudiantes de colegios y universidades.
Pero Clara fue más allá en este panel de recuerdos y esperanzas: “Yo aquí quiero rememorar una anécdota cuando era candidata a la alcaldía de Bogotá por la UP y estuve una vez en una acto en Kennedy en mi campaña, rodeada por una nuve de policías y escoltas. Solo al final, los asistentes se nos acercaban diciéndonos, casi a escondidas, que dónde conseguían la papeleta para votar por la UP, pues en ese entonces quienes votaban por nosotros eran objetivo militar de los enemigos de la paz”.
“La primavera de Bernardo se siente en este proceso que ha abierto el pueblo colombiano hacia la búsqueda de la paz, por la quie soño siempre él y es su legado más preciado”.
Alfonso Gómez hizo un repaso de una de las características esenciales de Bernardo y que también acompañó a Jaime Pardo Leal, el candidato presidencial de la UP, también asesinado dos años antes.
“Bernardo era un joven entusiasta con un carisma enorme que avasallaba, lleno de alegría y vida, como Pardo y cuya simpatía personal hizo que en poco tiempo obtuviera masde 300 mil votos. El establecimiento es el reponsable de la muerte de estos dirigentes para impedir que la izquierda llegara al poder”, resaltó.
Recordó un pasaje cuando fue Representante a la Cámara en 1988 junto con Jaramillo. “Guardo con celo su discurso en defensa mi candidatura a Procurador General de la Nación cuando toda la derecha se oponía a mi nombre”
Sin embargo, el ex Fiscal sorprendió a todos con una anécdota que demuestra hasta qué punto, en esos años de horrror, las esferas del poder se habían trazado la meta de aniquilar cualquier expresión de cambio.
“Cuando me nombraron como Procurador, el comandante de la DIJIN me llevó a conocer las dependencias de ese organismo de seguridad estatal. Me condujo a un mapa de Colombia lleno de puntos rojos y amarillos y me dijo: 'los rojos muestran donde están los comunistas que hay que acabar para mantener la democracia y los amarillo donde están los idiotas útiles de los comunistas'. En uno de esos figuraba yo, le anoté, pues había sido electo Representante en alianza con los comunistas. El general se quedó mudo”.
Finalizó subrayando que no es cierto que somos un país desmemoriado sino que la memoria la han ideologizado pues el establecimiento y sus medios llaman a recordar las víctimas que les interesa mientras llenan de olvido a personas como Pardo Leal y Bernardo Jaramillo.
Por su lado, Piedad Córdoba, indicó que “el paramilitarismo, como se nos quiere hacer entender, es una fuerza contrainsurgente y así nació, pero lo cierto es que siempre ha estado presente, no contra los levantados en armas, sino para golpear, a sangre y fuego, los procesos por el cambio”.
“La memoria de Jaramillo sigue presente en su legado de hacer política con una ética salvadora, pero el compromiso con su memoria por parte del Estado es acabar el paramilitarismo”. Concluyó que el camino para ahondar en los cambios es ir a una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
María Jimena Dusán, la conocida periodista de Semana, recordó su amistad con Jaramillo y su talante rumbero. “Era un enamorado de la vida y me decía preocupado que estaba en el medio, pues mientras la derecha lo señalaba como guerrillero, la izquierda armada lo matriculaba como parte de la derecha por oponerse a la lucha armada y la combinación de todas las formas de lucha”.
Anotó cómo Lemons, el ministro de Gobierno de Barco, le puso la lápida al cuello al acusarlo de ser parte del brazo armado de la guerrilla, cayendo asesinado pocos días después de esta infamia.
“Yo aprendí de Bernardo a creer en la política, en creer en los sueños de cambio, pero con la matanza de la UP, la izquierda murió prácticamente, y solo volvió a renacer con el Polo”, proclamó.
La presidenta de la UP, Aída Abella, sobreviviente del genocidio, quien acompañó a Bernardo en su campañas, anotó que “el país está cambiando pese a los opositores y como ejemplo citó que en esta mesa estamos seis mujeres y solo un hombre”, lo que arrancó los aplausos de todos.
Recordó que el día que acompañó a Bernardo, con los dirigentes de la UP a inscribir su candidatura presidencial, todos los empleados de la Registraduría salieron a saludarlo y nos decían que iban a votar por él.
“A Jaramillo lo mató, como a Gaitán, el establecimiento, y no por las peleas internas que tenía con los comunistas, sino porque iba a ser presidente de Colombia”.
Denunció cómo el ex ministro de Gobierno de Uribe, Londoño, este 15 de abril, ante el enfrentamiento armado con las FARC que dejó diez militares muertos en el Cauca, llama al comandante del ejército a insubordinarse contra Santos, “es un claro llamado a la guerra civil en el que los colombianos no debemos caer”.
“Yo llamo a los jóvenes, a los colombianos, que crímenes como el de Bernardo jamás se vuelvan a repetir, pero que tampoco muera ningún colombiano por la violencia que nos agobia desde hace más de 60 años. Este país cambia por que cambia”.
Patricia Ariza resaltó el compromiso con la cultura y el arte que siempre mantuvo Bernardo. “Él frecuentaba el teatro La Candelaria y discutía con nosotros sobre una y otra obra dándonos sus puntos de vista. Su legado de paz ilumina este presente que debe marcar un nuevo rumbo para el páis”.
Camilo González Posso, director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación fue el encargado de cerrar el evento. “Este es un homenaje a una generación, a un colectivo para que Colombia fuera un sueño de todos, como decía uno de los lemas de la UP”.
“Con Bernardo y esa generación se apuntaba a gobernar, y que no fueran solo los liberales y conservadores como en el Frente Nacional. Esa opción se abrió paso con la elección de alcaldes de la UP, pero no los dejaron, el establecimiento no podía aceptar esa opción y había que matar en la cuna al nuevo movimiento”.
Terminó citando una entrevista que recintemente le hizo Canal Capital al ex presidente Betancur: A la UP la asesinó el régimen.
“Esa esperanza de la UP se ha mantenido viva y se recupera hoy en la lucha por recuperar los sueños por un país mejor”.
Roberto Romero Ospina