El pasado 26 de agosto se realizó en Bogotá un almuerzo organizado por el Foro Ideas para la Democracia (www.foroideasparalademocracia) en el Hotel Casa Quinta en el centro de la ciudad. Al evento asistieron entre otros, representantes políticos, diplomáticos, periodistas y académicos.
La sesión fue dedicada a los retos que enfrenta Israel en Oriente Medio siendo el invitado especial para la charla de presentación el embajador de Israel en Colombia, Lic. Marco Sermoneta. El Sr. Benjamín Herrera, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, fue el moderador del evento y presentó al embajador y su trayectoria.
El embajador inició su exposición con una descripción de la situación actual de la región. “La primavera árabe no existe. Es el inicio de un largo invierno”, explicó el embajador. Los procesos en Medio Oriente son largos y complicados. En este momento el enfrentamiento más fuerte es entre chiítas, apoyados por Irán, y sunitas, personificados en el Estado Islámico. Este enfrentamiento se está dando en numerosos escenarios de la región.
Ahora hay cuatro estados fallidos en la región: Libia, Yemen, Siria e Irak. Israel es el único país de la región que está negociando la creación de un nuevo estado, un estado que no se quiere que falle porque eso tendría repercusiones negativas para todos. Israel es el único país occidental con frontera física con estos acontecimientos de violencia y terrorismo que se viven en Medio Oriente.
Israel quiere buscar una solución al conflicto con los palestinos
Debido a estos temas de coyuntura, el tema palestino ya no está en las primeras prioridades del mundo árabe. Israel está interesado en avanzar y buscar una solución al conflicto con los palestinos, pero este tema no tiene la misma prioridad que tenía hace cinco o diez años en el mundo árabe.
Para Israel es importante no solo lograr un acuerdo con el pueblo palestino, sino qué tipo de acuerdo se va a lograr y cómo llegar a este acuerdo. Los palestinos no están interesados en negociaciones directas. Se ve en lo que dicen y hacen, como poner condiciones previas a sentarse a negociar, como la liberación de terroristas y el congelamiento de construcción de asentamientos que Israel hizo en el pasado a pedido de los Palestinos, fue utilizado por ellos para arrastrar los pies y no volver a las negociaciones directas.
Hay un cambio de enfoque por parte de los palestinos de negociaciones directas a actividad en otros foros como la corte penal, el consejo de seguridad, etc. También en actividades como deslegitimación del Estado de Israel y boicot internacional.
Israel no puede aceptar intervención externa a las negociaciones, que deben ser directas y cuyo objetivo debe ser dos estados para que los dos pueblos que vivan en paz, con seguridad y reconocimiento mutuo. Principio que existe desde los acuerdos de Oslo. Israel quiere volver a las negociaciones pero la impresión que se tiene es que el otro lado no está interesado.
A falta de diálogos, lo que queda es coordinación en temas de seguridad con la Autoridad Palestina y ayudar a civiles en Gaza. La pregunta es cómo luchar contra el terrorismo y al mismo momento ayudar a los civiles. Hamas sigue aumentando dramáticamente sus capacidades terroristas. Se están viendo los inicios de una fragmentación en Gaza. Hay grupos solitarios, grupos afiliados con Isis. Un mal cálculo de parte de cualquiera de esos grupos puede crear un escalamiento en el conflicto.
Irán, gran desafío regional
Sin embargo, es claro que el desafío más grande en la región es el desafío iraní. Es la diferencia entre miles de terroristas y un estado con cultura milenaria, capacidad de armamento y una ideología que no mide el tiempo a corto plazo. Habría hecho falta un mejor acuerdo que el actual y lo firmado recientemente no arreglará las cosas.
Las preocupaciones con el acuerdo es que este no resuelve el tema nuclear, sino lo pospone. Posponer una amenaza no alivia las preocupaciones de Israel. El acuerdo no habla de otros aspectos de Irán que no se pueden ignorar, como la huella regional, el terrorismo y las capacidades misilísticas de largo alcance. Irán ha llegado a Buenos Aires, tiene lazos con Venezuela y si no se hace un acuerdo que vigile su vinculación con el terrorismo no se pueden levantar sanciones que permitan entrar millones de dólares para financiar actividades terroristas.