Con la expedición unilateral por parte de Duque del decreto de salario mínimo con un exiguo 6 % solo se atendió la voz de los empresarios, al igual que ya lo había hecho con el regalazo de $10,4 billones que les hizo en la reforma tributaria (ley de crecimiento económico).
De esta manera dejó de atender las solicitudes de la bancada sindical: que se decretara un millón de salario mínimo, acompañado con el congelamiento de los servicios públicos y combustibles, con el cumplimiento del acuerdo de la Comisión de Concertación de 2013 por el cual, al igual que se hizo con los empresarios en la reforma tributaria de ese año, se reducía del 12 % al 4 % los aportes de salud a los pensionados y también con un alza general de salarios.
Se cumplía así con el ritual de cada año, en el que en la mayoría de las veces las conversaciones en la Comisión de Concertación terminan con un decreto unilateral del gobierno atendiendo solo a los empresarios.
Lo nuevo, lo constituye el hecho de que el presidente en su alocución desde Cartagena, el 26 de diciembre, donde informó del decreto, se comprometió a apoyar el proyecto de ley de su mentor el senador Álvaro Uribe Vélez relacionado con una prima, para según Duque, completar el millón en el salario mínimo.
La pregunta que al rompe queda es, si estaba de acuerdo con el millón para el mínimo, ¿por qué no lo decretó de una?
Como lo demostraremos se trata de un nuevo engaño, tal como lo han recordado muchas personas en el "día de los inocentes" retrotrayendo la valla con la cual Duque engañó en su campaña presidencial de "Menos impuestos, más salario mínimo".
La tal prima, llamada hoy de competitividad, que inició para ser aplicada hasta 3 salarios mínimos y que ya fue aprobada en comisión y plenaria del Senado, llegará a la comisión de la Cámara, solo hasta para quiénes devenguen 1,5 salarios mínimos y a condición de que estén estudiando, según ha señalado la ministra de Trabajo Alicia Arango. Con este requisito será inalcanzable, dadas las ya dificultades, de tiempo y recursos, que estos trabajadores tienen.
Dicha prima, que no es factor salarial, será el equivalente a 5, 10 o 15 días del salario mínimo según el trabajador labore en pequeña, mediana y gran empresa respectivamente. Y se entregará la mitad en el 2020 y 2021 y solo la otra mitad a partir del 2022. Es decir, serán sumas irrisorias, que en ningún caso para el 2020 completarán el millón. Y eso, que de ser aprobada sería en el primer semestre, perdiéndose entonces el pago de marzo. Así, en el mejor de los casos, los trabajadores en el 2020 que ganen hasta 1,5 salarios mínimos, por cuenta de esta prima recibirían el equivalente mensual adicional al salario de $3.047, $6.095 y $9.143 según trabaje en pequeña, mediana o gran empresa. En ningún momento se acercan al millón los del salario mínimo. Recuerden que faltaron cerca de $20.000 sumados salario mínimo y auxilio de transporte. En definitiva un engaño.
Pero el otro aspecto, de mayor gravedad que el señalado engaño, es lo que tiene que ver con el populismo que la propuesta conlleva y la pretensión de lavarle la cara a Uribe.
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Por cuenta de esta prima los trabajadores recibirían el equivalente mensual adicional al salario de $3.047, $6.095 y $9.143 según trabaje en pequeña, mediana o gran empresa
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Álvaro Uribe Vélez, como congresista y presidente ha sido actor protagónico de todas las iniciativas regresivas, en materia laboral, pensional y sindical de los últimos 30 años.
Entre otras, para recordar, la ley 50 de 1990 (eliminó la retroactividad de las cesantías y flexibilizó el contrato de trabajo), la ley 100 de 1993 ( privatizó la salud, entregó las pensiones al sector privado y elevó la edad y semana s de cotización), en el 2003 privatizó Telecom, el ISS e inició la venta del 20% de Ecopetrol, la ley 789 de 2002 (redujo el recargo nocturno en 4 horas y en un 25 % el pago de dominicales y festivos), el acto legislativo 01 del 2005(acabó los regímenes especiales de pensión públicos y privados), decretó unilateralmente en 7 de sus 8 años de gobierno el salario mínimo atendiendo las solicitudes de los empresarios y obvio negando la de los trabajadores, reglamentó los contratos sindicales en el 2010 para convertir los sindicatos en prácticamente cooperativas de trabajo asociado que fueron prohibidas, persiguió al sindicalismo estigmatizándolo de guerrillero, fomentó la tercerización laboral y las órdenes de prestación de servicio, etcétera, etcétera, que en el conjunto han venido siendo las responsables de la pérdida de derechos y precarización de los ingresos de los trabajadores. Los trabajadores han perdido en estos 30 años de neoliberalismo cerca de 6 % de la participación del trabajo en el PIB, y que para solo el año de 2019 serían $60 billones, que obviamente se ganan los empresarios.
Y por si fuera poco, ha acompañado la formulación y aprobación de 14 de las últimas 15 reformas tributarias, que redujo los tributos de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, trasladándoselos a las clases medias y populares, incrementando la desigualdad.
En conclusión, una altísima proporción en la que se ha venido precarizando los ingresos de los trabajadores se le debe a Álvaro Uribe Vélez y ahora pretende con una medida populista y adicionalmente irrisoria, pasar de benefactor de los trabajadores a quienes ha empobrecido. Sería tanto como si a alguien que se robara $100, hubiese que darle las gracias porque devolvió $1.
Y a eso le apuesta Duque. Lavarle la cara, con un engaño a la gente, a su mentor Álvaro Uribe Vélez.
Mayores razones de inconformidad e indignación traerá este actuar del presidente Duque, de tal forma que habrá mayor movilización social en las redes y en la calle en el 2020.
Posdata: Este 31 de diciembre cacerolazo y quema de años viejos contra este mal gobierno.
Twitter: fabioariascut
Si el presidente Duque estaba de acuerdo con el millón para el mínimo, ¿por qué no lo decretó de una?