Un vuelo poco convencional se dirigió este jueves 9 de febrero desde Nicaragua a Estados Unidos. En su interior viajaban más de 200 presos políticos que el Gobierno de Daniel Ortega liberó “unilateralmente”.
“Se ordena la deportación inmediata y efectiva de 222 personas”, dice un comunicado que leyó el presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua, el magistrado Octavio Rothschuh Andino.
Según el texto, estas personas habían sido “sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía, la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.
El avión privado partió del aeropuerto internacional de Managua con destino a Washington, según informó Berta Valle, esposa del opositor encarcelado, Félix Maradiaga a EFE.
Hasta ahora no se ha confirmado la lista de las personas deportadas. Sin embargo, un funcionario de la Administración Biden aseguró que “algunas de estas personas han estado años en prisión, muchas de ellas por ejercer sus libertades fundamentales, en pésimas condiciones y sin acceso al debido proceso”.
El medio 'Voz de América' aseguró que Estados Unidos ofrecerá libertad condicional a los nicaragüenses por razones humanitarias cuando lleguen a dicho país y tendrán un permiso por un período de dos años.
La liberación de estos 222 presos políticos fue vista como “positiva” por varios exfuncionarios nicaragüenses.
El exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, señaló en su cuenta de Twitter que se trata de “una excelente noticia”. Y añadió: “Conversé con mis fuentes en el Departamento de Estado y 222 presos políticos vienen a la ciudad de Washington”.
Por su parte, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, celebró la medida “en nombre de su dignidad y la tranquilidad de sus familiares”. Sin embargo, señaló: “No olvidemos que la lucha continúa por la restitución de la democracia y la libertad en ese país”.
Organizaciones denuncian que los presos fueron “desterrados”
La liberación también ha sido vista de manera crítica por varias organizaciones y colectivos del país. La Alianza Universitaria Nicaragüense catalogó el traslado de los prisioneros a Estados Unidos como un “destierro” por parte del “régimen de Ortega”.
Además, confirmó que entre las personas que viajaban en dicho avión se encontraban dos líderes estudiantiles, Lesther Alemán y Máx Jérez.
Alemán pidió la renuncia de Ortega en una transmisión televisada del presidente cuando se dio el inicio de un diálogo nacional en mayo de 2018.
La deportación también fue condenada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, opositora al Gobierno.
“Más de 200 presas y presos políticos desterrados hoy ¡son inocentes!”, afirmaron los miembros del grupo.
“Sufrieron prisión ilegal y tortura. Mantenemos la demanda por el restablecimiento de la libertad, la justicia y la democracia”, agregaron.
Una liberación tras semanas de condenas
Esta semana se conocieron las condenas a diez años de prisión de siete religiosos acusados de "traición a la patria". Se trató de cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo que habían sido encarcelados el mismo día que el obispo Rolando Álvarez en agosto de 2022.
Álvarez ha sido el religioso de más alto rango detenido durante el mandato de Ortega.
Tras conocerse la sentencia, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos había denunciado la falta de “piedad contra el clero” en el país.
En repetidas ocasiones, Ortega ha tildado de "terroristas" a los obispos nicaragüenses que mediaron el diálogo nacional de 2018, uno que pretendía buscar soluciones a la crisis política en la que vive el país.