La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantiene su enfoque tranquilo y estratégico ante los nuevos aranceles anunciados por el presidente de EE. UU., Donald Trump. A pesar de las tensiones comerciales, Sheinbaum optó por "mantener la cabeza fría" y esperar una respuesta más clara de Washington antes de tomar decisiones drásticas.
En 2024, México exportó a EE. UU. vehículos y autopartes por un valor de US $182.300 millones, lo que convierte a los aranceles en una amenaza sería para la economía mexicana. A pesar de esto, Sheinbaum ha preferido la calma. “Hemos pasado por esto tres veces; esta sería la tercera”, declaró en su rueda de prensa diaria.
La presidenta mexicana ha sido reconocida por su habilidad para negociar sin entrar en conflictos mediáticos. Óscar Ocampo, analista del Instituto Mexicano para la Competitividad, destacó: “Lo que han logrado es importante. México hizo bien en no mostrar sus cartas antes de tiempo”.
Aunque Trump ha elogiado públicamente a Sheinbaum por su gestión, la incertidumbre persiste sobre si la estrategia de negociación tendrá éxito. Para el exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, un eventual arancel a gran escala podría ser "un golpe fundamental para el sector manufacturero mexicano".
El 3 de abril, Sheinbaum ofrecerá una “respuesta integral” a la amenaza de los aranceles, mientras su equipo sigue trabajando tras bambalinas para reducir o eliminar los efectos negativos.
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