Cuando el presidente Gustavo Petro convocó a las recientes marchas para que la Corte Suprema de Justicia eligiera pronto el Fiscal General de la Nación o apoyaran las reformas sociales, Miryam Luz Triana, presidenta de la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las centrales obreras más grandes del país, no acompañó el llamado del Presidente.
A Miryam Luz Triana, presidenta de una de las tres partes en las que está dividida la CGT, no la recibe la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, después de que la Confederación se declaró independiente del Gobierno Nacional, pero sí se unió a la protesta de este 6 de marzo porque se les está agotando la paciencia.
Desde su polémica elección, Miryam Luz ha estado liderando la defensa del derecho a la asociación sindical que han visto amenazado con el proyecto de Ley de reforma laboral y la expedición del Decreto 0243 del pasado 29 de febrero que afecta a los trabajadores del Estado.
La CGT y los trabajadores de los sindicatos afiliados rechazaron las reformas sociales impulsadas por el Gobierno como las de salud, pensión y laboral porque “la paciencia se agota” ante decisiones del Gobierno que atentan contra los sindicatos minoritarios.
Pese a que estuvieron en la marcha de la oposición al Gobierno, la CGT consideró el hecho una coincidencia e insistieron en que son una organización autónoma e independiente de cualquier otro sector o partido que haya participado o participe en esa esa o en otras marchas.
Myriam Luz Triana, quien ha sido líder sindical desde hace más de tres décadas, insiste en que su lucha es por los trabajadores y la Nación como lo han hecho siempre en el pasado, contra reformas tributarias, el alto costo de vida o leyes, decretos y medidas que afectan a la clase obrera.
Por eso, insisten en hacer reparos al Decreto 0243 del 29 de febrero porque lo consideran como la cuota inicial de la reforma laboral en lo relacionado con el derecho colectivo y de asociación que, en este caso, favorecería a los sindicatos que denominan “mayoritarios” y proclives a las políticas gubernamentales.
Para la CGT, por ejemplo, es nefasto lo que ocurrió recientemente en Ecopetrol, donde por cuenta de una Resolución expedida por el Ministerio de trabajo se coartó el derecho de asociación de los sindicatos minoritarios con el fin de favorecer a la USO, sindicato mayoritario afecto al Gobierno.
La Presidenta de la CGT marchó también para criticar la posición del Ministerio de Trabajo que favorece a un sector de la Confederación después de que esa fracción se declaró en independencia y autonomía frente a las reformas y políticas gubernamentales.
Durante la marcha también se escucharon voces de protesta en contra de la reforma tributaria que, según la CGT, prepara el Gobierno para favorecer al sector empresarial en detrimento de la clase trabajadora, rechazan el alza exagerada en los combustibles, el alto costo de vida, los ajustes en los peajes, el incremento del impuesto predial y la incertidumbre e inestabilidad del país derivadas de decisiones gubernamentales, corrupción o escándalos.
Los trabajadores le pidieron al Gobierno examinar la coyuntura en un ambiente de diálogo y concertación, propiciar soluciones y medidas de contención frente a la recesión, en lugar de propiciar mayores enfrentamientos y pugnacidad.
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