La prensa y la basura de Peñalosa

Surge la pregunta ¿por qué en diciembre de 2012 cuando se presentó una emergencia sanitaria a raíz de la no recolección de basura por 3 días en la administración de Petro, los espacios de los medios de comunicación estaban atiborrados con imágenes de las calles capitalinas repletas de basura? y ¿por qué en la actual emergencia sanitaria esta noticia pasa a ser de cuantía menor?

Sencillo: porque la basura ahora es de Peñalosa, el consentido de los poderosos que manejan los medios de comunicación privados y la inmensa parte de la economía nacional y distrital.

Es evidente el pétalo de rosa con el que la prensa privada trata a Peñalosa y la áspera lija con la que refriega a Petro.

Tampoco se preocupan por resaltar la grave problemática que acarrean las ideas del apodado visionario y gerente Peñalosa, como la actual masacre laboral de los trabajadores de Aguas de Bogotá que no continuarían con el servicio de aseo que Petro les había adjudicado en un porcentaje. Cerca de 4.000 mil trabajadores quedan sin empleo. Anunciaron que demandaran al actual alcalde [1] y han protestado frente a este atropello desembocando en la no recolección de los desechos en la ciudad y el posterior abuso de la fuerza por parte de la facilista “solución” peñalosista de “echarles el ESMAD”.

Las redes –contrario a la prensa privada– han estallado con la noticia y muestran la cara que los medios ocultan, el retorno de los contratista privados a colmar todo el espectro de quienes manejan el aseo en la capital (William Vélez, íntimo de Uribe y aliado con el paramilitarismo, y Alberto Ríos, íntimo de Vargas Lleras) [2]. Desde grupos de Facebook como Guerra Universitaria, Internautismo Crónico y otros han convocado a la ciudadanía a manifestarse frente a esta nueva jugarreta de la administración. Como era de esperarse en pocos minutos desde inicios de la tarde dominical el ht #LaBasuraDePeñalosa se posicionó como el primero en Colombia, donde las políticas y medidas autoritarias de la denominada “Bogotá Mejor Para Todos” inspiran un rechazo masivo. Y mientras tanto, el proceso de revocatoria de Peñalosa sigue atascado por el CNE pese a los fallos judiciales que le ordenan destrabarlo [3].

La inquietud surge otra vez: ¿si fuese Petro en vez de Peñalosa, seguiría trabada esa revocatoria?

¿Por el actual problema de las basuras, Peñalosa será investigado, multado, embargado, linchado mediáticamente, destituido e inhabilitado como se hizo con Petro? ¿A qué obedece esa desparpajada protección de parte del establecimiento hacia el actual mandatario de la capital?

Interesante cuestión, fácil resolución. Es obvio, los hechos dicen más que mil palabras.

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