Esto de observar la realidad de Boyacá cada día causa más y más asombro. Veo en los periódicos del departamento cómo están creando una marea en contra de las obras que adelanta la administración de Carlos Amaya Rodríguez, pero no veo nada de lo que esta pasando por ejemplo en la vía al Cusiana, por la que tanto inflaban la camisa el exgobernador de Boyacá y hoy contralor de Bogotá Juan Carlos Granados y su jefe de Cambio Radical Germán Vargas Lleras. Un puente de más de 100 metros que conecta a dos departamentos (Boyacá y Casanare), que costó un millones de dólares, está a punto de partirse y nadie dice nada. Y que no digan que hoy se enteraron, si eso se sabe hace varios meses.
La comparación es sencilla: se daña una alcantarilla en una bonita obra de casi 3 kilómetros en mi bella ciudad de Duitama y se arma un escándalo gigantesco: los medios sacan en primera página y se dedican día y noche a ese tema. Que las obras del actual gobierno se caen, que no sirve, que nada de nada, cuando los duitamenses estamos felices con esa obra.
También leo que se cae un muro de unos pocos metros de un hospital que por fin será una realidad en Moniquirá luego de 30 años de abandono de los políticos y enorme show. Pero nada dicen de que las anteriores administraciones nada hicieron precisamente para levantar ni siquiera un murito.
Hablan que las inauguraciones de la actual administración se caen cuando lo que se tapó fue una alcantarilla, pero no dicen que la del actual contralor de Bogotá no inauguró una y que dejó todo el tal contrato plan a medias y que las tales 7 maravillas las deberíamos poner las 7 marranadas porque nada de nada.
No es por pensar mal, pero algo está pasando en los medios de comunicación del departamento y en las redes sociales que parece que no quieren reconocer lo del actual y callar los desastres de las obras que con tanto escándalo anunciaba Granados y su jefe Vargas Lleras.
O nadie se acuerda que el mismo Granados inflaba el pecho cuando recorría la vía al Cusiana diciendo que era obra de él y hoy nada dice cuando se le está cayendo.
Que los medios no nos echen cuentos a los duitamenses y boyacenses y que ojalá en los próximos días nos cuenten quién va a responder penalmente por eso y se vea algo del puente a punto de partirse y que digan sin temores que el desastre de esa obra tiene nombres propios: Granados y Vargas Lleras, o dirán que también es culpa de Amaya.