La ausencia de Jesús Santrich en la tarima de Cartagena el 26 de septiembre de 2016, y luego en el Teatro Colón el día de la firma definitiva del Acuerdo de Paz el 24 de noviembre de ese mismo año tras la derrota del Plebiscito, el 2 de octubre, tenía una explicación. Nueve días antes en la X Conferencia, la última de las Farc en armas a donde asistieron al menos 200 guerrilleros, Santrich había pronunciado un breve pero contundente discurso que levantó roncha. A la hora de escoger los comandantes que debían estar en el acto de protocolización de los Acuerdos, no hubo asiento para alguien que había sido tan crítico y premonitorio de que las cosas no saldrían bien como lo fue Santrich en su intervención el 17 de septiembre de 2017 en el Yarí.
El suyo fue uno más de casi 100 discursos durante los tres días que duró la reunión, pero ninguna con el contenido que explica en algo su comportamiento 3 años después: el posible regreso a las armas junto a su más cercano comandante, Iván Márquez, y otro puñado de dirigentes guerrilleros como Romaña, El Paisa, Zarco Aldinever Morantes, Iván Alí, entre otros, y todos de la cuerda de Márquez.
Empezó con una cita del asesinado Comandante máximo de las Farc Alfonso Cano, a quien reemplazó Timochenko, que recoge el sentimiento que quería expresar Santrich:
“Desmovilizarse es sinónimo de inercia, es entrega cobarde, es rendición y traición a la causa popular y al ideario revolucionario que cultivamos y luchamos por las transformaciones sociales, es una indignidad que lleva implícito un mensaje de desesperanza al pueblo que confía en nuestro compromiso y propuesta bolivariana”. (Alfonso Cano)
El gran pleno, como todas las Conferencias guerrilleras, fue hermética y entonces no se filtró un ápice del malestar y la desconfianza que significaba para algunos entregar las armas sin garantías frente a un Estado en el que no creían y que expresó Santrich en este discurso.
Septiembre 17 de 2017
X CONFERENCIA NACIONAL DE LAS FARC-EP.
CAMARADA TIMOLÉON JIMÉNEZ, DELEGADOS A LA X CONFERENCIA DE LAS FARC-EP, COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS.
“Desmovilizarse es sinónimo de inercia, es entrega cobarde, es rendición y traición a la causa popular y al ideario revolucionario que cultivamos y luchamos por las transformaciones sociales, es una indignidad que lleva implícito un mensaje de desesperanza al pueblo que confía en nuestro compromiso y propuesta bolivariana”. (Alfonso Cano)
Fraternal saludo para todas y todos los Delegados y asistentes a la X Conferencia de las FARC, con el anhelo de que las determinaciones que en este histórico certamen tome la máxima instancia de Dirección de nuestra organización insurgente, sean las más acertadas para continuar la lucha por la toma del poder para el pueblo, en función de la construcción del socialismo, la Patria Grande bolivariana y la paz con justicia social, por la que lucharon Jacobo Prías, Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arebas, Miriam Narváez, Jorge Briseño, Mariana Páez, Alfonso Cano y toda la constelación de heroínas y héroes fundadores y continuadores del sueño de emancipación para Colombia.
Presento algunas ideas que creo pueden contribuir al debate de las tesis de discusión y a la elaboración de las conclusiones que tracen el derrotero a seguir por nuestra organización, cualquiera sea la circunstancia que nos impongan las nuevas formas de movilizarnos, si fuere el caso, y el compromiso revolucionario que nos cobija.
1. Las tesis de discusión de la conferencia, recogen claramente lo esencial de los Acuerdos alcanzados en La Habana, encaminados a la terminación del conflicto y a la construcción de una paz estable y duradera. La información y el análisis de las perspectivas que generan para continuar la lucha por la ruta de la legalidad son suficientes para ayudar a concretar el objetivo número uno que al respecto se plantea este importante certamen. Se podría decir también, que son una buena elaboración que ayuda a definir las disposiciones políticas y organizativas para iniciar el tránsito hacia un partido o movimiento político legal, si ese es el camino que se decide por esta suprema instancia política y militar.
2. Las tesis vendrían a ser el insumo fundamental para sentar las bases de fundación del nuevo partido o movimiento político en que se conviertan las FARC-EP, si es que luego del análisis del contexto político nacional e internacional, esa es la determinación que toma la X Conferencia, lo cual se correspondería con el segundo propósito de nuestra cumbre insurgente y nos colocaría sobre la vía de la lucha política legal, sin armas, si las circunstancias lo permiten, y asumiendo todos los riesgos que nuestra experiencia histórica enseña, sin pasar por alto que la caracterización del régimen no ha variado según se colige de la persistencia del paramilitarismo, las políticas liberticidas de la seguridad ciudadana y del nuevo código de policía, o de las políticas represivas de la movilización y protesta social, o de las políticas económicas neoliberales extractivistas, de financiarización y reprimarización, que siguen atentando contra los intereses de las mayorías y contra la soberanía misma del país, en un mundo en el que se agudiza la crisis sistémica del capitalismo voraz.
3. Es acertado lo planteado por las tesis en cuanto a que los acuerdos abren la posibilidad de iniciar la construcción de la paz, comenzando por hacer realidad los compromisos de beneficio para los sectores poblacionales empobrecidos del campo. No obstante, debemos advertir que siguen siendo muy limitadas las áreas priorizadas para implementar la RRI, son evidentes las falencias respecto a los sectores urbanos cuyos problemas de ninguna manera quisieron ser abordados por el gobierno; o son notorios y de suma trascendencia los déficit en materia de política económica, y demás asuntos sustanciales que se expresan en la carencia de soluciones para las 42 salvedades que marcó la insurgencia sobre temas de tanta importancia como lo son el poner fin al latifundio o a la extranjerización de la tierra, o asuntos como el cambio de la doctrina militar de seguridad nacional y del enemigo interno, lo mismo que en cuanto a adelantar la depuración de la fuerza pública y la adecuación de su presupuesto como de su gigantismo, a la nueva situación de paz como compromiso de no repetición, por ejemplo. Al respecto, aunque firmar el acuerdo final denota rasgos constituyentes, agregándose además que el Acuerdo suscribe el compromiso de convocar “a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”, la constituyente que ha sido uno de los propósito central nuestros, sigue en vilo requiriendo nuestra máxima atención en su condición de tarea política central.
4. La tesis 17 Sobre el capítulo de implementación, precisa con claridad los aseguramientos tomados por las FARC-EP para darle carácter vinculante a los acuerdos participando de su implementación. Pero de manera clara también, la situación fiscal del país indica las dificultades para su materialización en la medida que el Fondo del 4% del PIB (32 billones de pesos anuales o 10 mil millones de dólares anuales durante 10 años), no se logró. Incluso, no creemos que el compromiso de inversión sobrepase un punto del producto interno bruto por año, lo cual se complica si tomamos en cuenta que ese monto no es de más de 8 billones de pesos.
Podemos decir, agregando argumentación referente a los problemas fiscales que hacen prever incumplimiento de los acuerdos por parte de un Estado que prioriza el servicio de la deuda y el gasto de seguridad y defensa, que ha pasado de recibir 23.3 billones en 2013 por renta petrolera, a proyectar cero en 2017. Se calcula que por esta y otras razones se reducirían los ingresos del Estado en 4.2% del PIB.
5.En medio de estas circunstancias, dentro del ámbito insurgente y de nuestro partido revolucionario, tiene la X Conferencia la autoridad máxima y el reto histórico de decidir el rumbo de la lucha en momentos en que Colombia se debate entre el Si y el No de un plebiscito infestado de manipulaciones y tergiversaciones de guerreristas y de partidarios de una falsa paz que suelen interpretar amañadamente el fin de la guerra, no como la superación de sus causas sino como el silenciamiento y desaparición de las FARC. Y en medio de ese torbellino se mueven con dificultades y dilemas, también los partidarios de la verdadera reconciliación nacional. Ese es el reto que se nos presenta al tener que tomar una determinación respecto a las vías y las formas para proseguir la lucha. Y si el camino fuere el de abandonar las armas, es cuando mayor serenidad, responsabilidad, audacia y compromiso deberemos jurar en cohesión, unidad y máxima disciplina partidaria, para asumir la construcción de una nueva modalidad de militancia, en la legalidad, dentro de las reglas de una democracia burguesa aún colmada de vicios, trampas y desafíos que significarán batallas políticas en terreno algo desconocido para nosotros. Para ello, entonces, deberemos, a partir de la experiencia de 50 años de abnegada resistencia histórica, convocar el Congreso Constitutivo que defina la adecuación programática, Estatutos y Dirección Política para actuar en el marco de un régimen que aún no da muestras prácticas de cambio en su caracterización neoliberal y en su sometimiento a Washington.
6. Deberá en cualquier circunstancia la X Conferencia tomar determinaciones no solamente sobre los compromisos que se derivan de los acuerdos en la etapa de la implementación, sino sobre el rumbo que deba dársele a la lucha clandestina, al PC3, al MBNC y a las milicias, como dejar en claro nuestra política de alianzas, el camino a seguir en caso de persistir el terrorismo de Estado, o la represión contra el movimiento popular, como nuestro relacionamiento con el ELN.
7. La Conferencia deberá trazar planes alternativos para el caso muy posible de incumplimiento de los Acuerdos por parte del gobierno, sobre todo los más inmediatos tendientes a dar estabilidad en la cohesión política y garantía de subsistencia a los combatientes y militancia en general.
8. Nuestra reflexión y planeación final deberá darse respecto a qué hacer frente al supuesto de una derrota del SI frente al NO en el plebiscito del 2 de octubre.
La Conferencia del Yarí, tierra adentro en el Caquetá, fue la oportunidad para cientos de periodistas de mostrar al mundo una guerrilla, entonces emblemática como la más antigua del mundo, y entrar en contacto con los comandantes sin armas y de camisetas. Rodaron las imágenes de la expectativa de un proceso de paz que saldría adelante y que dio para rematar la última conferencia de las Farc con una fiesta donde sobró el trago, la música y el baile. Santrich, como todos los comandantes fue uno de los protagonistas en la rumba que se prolongó hasta la madrugada tal como lo registra este video.
Así la pasó @JSantrich_FARC en la X Conferencia de Farc, antes de convertirse en partido político #Santrich pic.twitter.com/RFvegWJtAU
— Las2orillas (@Las2Orillas) 9 de julio de 2019
Lo cierto es que el regreso a la clandestinidad estaba contemplado entre sus planes incluso antes de la firma de un Acuerdo de paz en el que el fondo nunca creyó.