En estos momentos el impacto sobre la economía global debido al confinamiento de la población a causa de la pandemia generada por el virus del COVID-19 ha generado pérdidas incalculables en el PIB de todas las naciones.
Una de las estrategias defensivas del fútbol, popular deporte de conjunto, es la posesión del balón, la cual consiste en tener mayor tiempo el control de la esférica. Gestionando el objeto con el cual se consiguen los goles en la meta contraria o se reciben en la propia, de esta forma estadística y probabilísticamente hay mayores posibilidades de conseguir el triunfo en un partido de fútbol, y en la vida.
En estos momentos de crisis, en los platos de la balanza se encuentran la salud pública y la economía mundial, un equilibrio difícil de igualar, de lograr.
Una de las estrategias planteadas para tratar de buscar este equilibrio en estos momentos es el aislamiento selectivo, es decir solo se aislarán voluntariamente las personas y núcleo cercano que presenten y/o que se le diagnostiquen síntomas para esta grave enfermedad viral.
Con esta estrategia de aislamiento selectivo, si se realiza una analogía con el fútbol, en estos momentos, el balón está en el lado de la cancha de los ciudadanos del común, depende y recae en cada uno de los miembros de la sociedad la responsabilidad para cumplir y seguir al pie de la letra los diferentes protocolos de bioseguridad que en un alto porcentaje impiden que el virus llegue a incubarse y propagarse.
En la vida como en el fútbol, la clave se encuentra en el cuidado y defensa de las áreas cercanas, entonces, para cuidar la salud estando el balón en terreno propio, se debe mantener el distanciamiento social, usar adecuadamente el tapabocas y realizar lavado frecuente de manos con agua y jabón. Manteniendo el arco en cero, no se perderá ni empatará el partido de la vida, se ganará y ojalá por goleada.
La posesión o tenencia de la pelota en el fútbol y en la vida es fundamental, fácil de exponer, no tan fácil de realizar. Para que la economía no siga deteriorándose, la activación de los diferentes sectores productivos se está reiniciando, y para salir al ruedo laboral, sea el que fuere, debe hacerse respetando y acatando todas las normas que este nuevo virus obliga a seguir.
En el fútbol, el éxito de la estrategia de la posesión de la pelota es tener la habilidad e inteligencia para no perder el control de la esférica cerca de la portería propia, o en momentos en que los jugadores del mismo equipo estén desubicados. Con la COVID-19 al acecho, y con el balón en terreno propio, no se puede tener un milisegundo de desconcentración, el enfoque en la seguridad y cuidado personal debe estar al ciento por ciento, no hay oportunidad ni tiempo para permitir el menor descuido y cometer un error que tendrá un precio muy alto.
Este es un partido que la humanidad está por ganar, enfundados en la camiseta de la responsabilidad y la auto gestión, apalancados en la consciencia social y el respeto a las normas y protocolos que esta nueva realidad exige.
