Cuando leemos o escuchamos los conceptos que escribidores de la historia tienen de nuestro municipio, observamos sus acepciones que tratan de explicar el origen del comportamiento social de sus habitantes. Este revisionismo histórico no interpreta la realidad sobre la “rebeldía", tanto de los aborígenes pastusos como los de la época presente, como se pretende insinuar en un escrito de un distinguido hijo afuereño pastense.
El mencionado escrito desde su primer renglón establece una categoría no definible como “la nación española de Pasto”. ¿Como así ? Se quiso hacer un análisis empírico sociológico que no concuerda con el sustantivo propio de la ciudad de Pasto. Sin embargo, estas formas gramaticales no son las importantes sino el contenido que se quiere fijar en el lector sobre hechos políticos recientes, que el escribidor histórico relacionó para conducir un factor de orden político que es el verdadero objetivo de todo el escrito.
Y es aquí donde vemos cómo trata de influir históricamente en un hecho netamente político que hace perder el valor que pudo tener en principio el pomposo título de Pasto rebelde, desde Antonio Nariño hasta Petro.
Esta pequeña disección, que se trató de hacer pasar como un reflejo de la actual juventud pastusa, requirió de mi observación para quienes leen tan importante medio informativo Las2Orillas. No traguen entero, especialmente sobre la muy acomodada descripción de nuestros antepasados con los recientes hechos políticos que dieron como resultado la victoria del Dr. Iván Duque Márquez.
Yo diría, y así lo insinuamos a todos los seguidores del distinguido contendor Gustavo Petro, que realicen cualquier tipo de campaña hacia el futuro, pero que no se enmarquen en dilatorias y bizantinas discusiones, con el anhelo de ensalzar para sus intereses personales o colectivos el nombre del candidato perdedor.
Decir que la votación pastusa se convirtió en fortín de “la izquierda nacional” es una falacia y un despropósito que no consulta con la realidad política local, porque no se puede desconocer que dicha votación es un importante porcentaje departamental que corresponde a un sector político que no es de izquierda y es el que dirige Sergio Fajardo. Así lo han dicho muchos de sus adeptos que inclusive manifiestan que serán los que van a impulsar su candidato para el siguiente período presidencial de Colombia.