Sucedió el pasado viernes a las 5 y 45 p. m. Los pocos turistas y los vehículos que recorrían la Avenida Santander en Cartagena, entre las murallas y el mar Caribe se sorprendieron al ver un desfile motorizado de 25 camionetas de la Policía Nacional que iban detrás de una carroza de caballos cartagenera ataviada de insignias de la institución. En ella, lo averiguó el periodista Norbey Quevedo quien lo hizo público a través de agenciaipi.co, iba el teniente coronel Fredy Barbosa Molano, comandante operativo de la Policía de la capital de Bolívar y su novia, una distinguida dama de Chía. Casarse en plena segunda ola de la pandemia, cuando en ese día se reportaron 9 muertos por covid-19 en Cartagena, no es delito, pero que lo siguieran 25 vehículos policiales, por lo menos llamaba a escándalo. Solo faltaba que el director del magazín de TV de las 6 p. m. fuera en el desfile en la cuatrimoto en la que recorre las calles aledañas a las playas de la Colombia trágica.
La acuciosidad de Quevedo al ver el video, que transeúntes colgaron inmediatamente en redes, lo llevó a averiguar que se trataba de un matrimonio colectivo de 25 policías y sus parejas, que tradicionalmente dizque se celebra en la primera semana de diciembre en la catedral de la ciudad amurallada. Por alguna razón, rayana con la insensatez que ha invadido al desprestigiado cuerpo policial colombiano, se les olvidó que 50 personas más los padrinos, más los acompañantes son una multitud que irrespeta normas prohibitivas en plena pandemia, que provoca innecesariamente la posibilidad del contagio y despierta el asombro indignado de la ciudadanía.
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Si la Policía no estuviera soportando el grotesco espectáculo de sus dos más altos generales halándose de las greñas y sacándose los trapitos al sol porque no hay gobernante que lo impida…
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Si la Policía no estuviera soportando el grotesco espectáculo de sus dos más altos generales halándose de las greñas y sacándose los trapitos al sol porque no hay gobernante que lo impida. Si la Policía no tuviera a 16 de sus agentes detenidos mientras se los investiga por pertenecer tan activamente a la fuerza guardiana del orden como a una banda de atracadores en Cali. Si la Policía, en fin, no pasara por todos los pantanos que ha venido pasando, este show del matrimonio del coronel Barbosa y las 25 parejas apenas si habría llegado a ser un acto más de la ridiculez nacional. Pero como no hay gobierno que se haga respetar, ni comandante en jefe de las fuerzas armadas que de verdad ejerza el mando, la posibilidad de que la actual Policía sea reemplazada por una Gendarmería Nacional y métodos y personal uniformado sean purgados y puestos bajo las órdenes de un verdadero Director Nacional son imposibles. Como tal, episodios tal vez peores que los narrados se van a seguir repitiendo y por miedo o por lo que sea nadie reacciona. Y después preguntarán quien toreó el avispero.