En abril de 2023, un juez del Juzgado Primero Administrativo Oral del Circuito de Villavicencio ordenó dos días de arresto para la entonces Directora de Reparación de la Unidad para Víctimas, Clelia Anaya Benavides. La autodenominada Comunera indígena del Resguardo de Toribío del Cauca por adopción había incumplido el fallo de una tutela que la obligaba a indemnizar a una víctima, algo que para el juez constituyó una actitud omisiva que además la hizo merecedora de una multa de dos salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Sin embargo, esa no fue la única mancha del paso de la psicóloga y especialista en Cultura, Paz y Derecho Internacional Humanitario por la Unidad para las Víctimas bajo los mandos de Patricia Tobón, puesto que dejó una imagen negativa en varios funcionarios de la entidad, quienes la acusan de tener un temperamento complicado, de tomar decisiones con base al genio con el que amanezca en el día y de tratar mal a sus subalternos.
Aún con todo esto, la Cancillería no tuvo ningún problema en darle el cargo de Cónsul General en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, nombramiento que se hizo oficial con el Decreto 1123 del 30 de agosto de 2024 y que, como viene siendo costumbre, es en provisionalidad al tratarse de una persona que no hace parte de la carrera diplomática y consular.
Otra más para la lista
De esta manera, Anaya se suma a una extensa lista de diplomáticos en provisionalidad regados por el mundo que incluye a pesos pesados como Irene Vélez en Londres o Sebastián Guanumen en Chile y a funcionarios de menor calibre como Aixa Kronfly en Sevilla, entre muchos otros, por lo que no sorprendería que su nombramiento, así como la mayoría de los demás, sea demandado por organizaciones y sindicatos de la Cancillería como Asodiplo y Unidiplo.