En los últimos días se han conocido las propuestas de dos referendos constitucionales de origen popular.
Uno presentado por, el hoy exsenador, Álvaro Uribe Vélez, en el cual se incluiría la eliminación de la JEP, una sala especial para las FFMM., eliminación de la participación política para los guerrilleros que han firmado los acuerdos de paz, una justicia con una sola corte, disminución de un 30 % del Congreso, congelación de los gastos del estado por 6 años, ingreso solidario igual al que está dando Duque de $160.000, bono pensional por familia con titularidad del recién nacido dependiendo de los recursos fiscales, gratuidad educativa(sic) con focalización socioeconómica, pública y privada con libertad y sin el adoctrinamiento de Fecode (sic). Para el desarrollo del referendo Uribe propone una Comisión legislativa de 30 ciudadanos elegidos por el Congreso, quienes le darían la forma al referendo y en 6 meses si no se ha adoptado, las expide el presidente Duque mediante decretos con fuerza de ley (sic).
El otro presentado por el senador Roy Barreras, ha propuesto como temas centrales, la revocatoria de Duque y la incorporación constitucional de la revocatoria frente a cualquier mal presidente, la renta básica universal y un bono pensional de un salario mínimo y la educación gratuita. A esta propuesta el candidato presidencial Gustavo Petro le adiciona una reforma a la salud y a las pensiones como derechos fundamentales y un subsidio a las nóminas de las mipymes.
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El presentado por el senador Roy Barreras propone la revocatoria de Duque y la incorporación constitucional de la revocatoria frente a cualquier mal presidente
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Al rompe, las propuestas se diferencian de manera significativa en si se respeta el actual estado social de derecho o se cambia por uno que centralice más los poderes en el ejecutivo y subordine o debilite a la rama judicial y al congreso, y en especial, se derogue el acuerdo de paz, como se ve de la propuesta de, el exsenador, Álvaro Uribe Vélez.
El actual mandatario y el partido de gobierno, el Centro Democrático, en diversas oportunidades han anunciado las mismas o muy similares propuestas del exsenador Álvaro Uribe Vélez, todas ellas amparadas en que todos los males de la institucionalidad del país se explican por unos acuerdos de paz que presuntamente le han entregado el país a los terroristas y socialistas del castrochavismo que representa el actual partido, sin armas, de La Rosa de las Farc, como si los que gobernaran no fueran ellos.
Sin querer en este momento hacer un dictamen sobre el destino que uno u otro referendo pueda tener, sí se puede decir que en estos dos referendos se desarrolla una fuerte batalla política, claro, de polarización, pues se trata es de defender o no el estado de derecho que tiene aún normas de la vida democrática que el país requiere para no entrar en el túnel siniestro del autoritarismo que nos propone, el ex de todo, Álvaro Uribe Vélez, que en verdad es el fascismo, es decir, la instalación en el país de un régimen de terror y persecución a quienes piensan diferente, eliminándose las libertades y garantías individuales y colectivas con las cuales hoy, con muchas dificultades, aún se puede ejercer la oposición y la protesta.
Nos quieren imponer la violencia política, como instrumento para resolver las diferencias de la polarización. Y esto es para todo demócrata, inadmisible.
Posdata: el referendo de Roy Barreras, con las adiciones propuestas, bien podría ir configurando una muy amplia convergencia, que derrotando el referendo uribista, muestre la unidad hacia las elecciones del 2022 que defienda la democracia y avance en los temas de los derechos sociales.
Twitter: fabioariascut
