La poesía no nos pertenece a los poetas

La poesía no nos pertenece a los poetas

Cuando dicen que es polaca, pero que habla español, propongo la entrevista. Vino al Festival de Poesía Cali, 2023, procedente de Polonia; concretamente de Cracovia

Por: Manuel Tiberio Bermúdez Vásquez
septiembre 13, 2023
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La poesía no nos pertenece a los poetas

Cuando dicen que es polaca pero que habla español, propongo la entrevista porque tengo la certeza de que me podré entender con ella, así sea a media lengua, —pienso—para conocer su sentir, para escuchar su opinión, y si hay tiempo, para conocer su tono en el verso.

Tiene un nombre fácil y un apellido en el que a uno se le enredan las letras que lo conforman: Marta Eloy Cichocka;  y no habla español a media lengua como se supone: habla un castellano fluido, sin ningún acento que en ella, es una canción para el oyente.

Vino al Festival de Poesía Cali, 2023, procedente de Polonia; concretamente de Cracovia en donde vive. Es poeta, y profesora de literatura, traductora y también es fotógrafa. Es la tercera vez que viene a Colombia, pero es su primera estancia en Cali.

¿Cómo le ha parecido este Festival de Poesía en Cali?

«Me pareció muy intenso por el número de participantes, intenso porque había varias actividades y esas actividades se llevaban a cabo en varios lugares y al mismo tiempo. Yo lamentaba que no pudiera participar en otras lecturas. Incluso un día yo tenía un diálogo poético programado en la Universidad del Valle, sede Buga, y me cancelaron el recital con los demás poetas porque por razones de logística era imposible que yo pudiera participar en las dos.

Me parece complejo; me parece más complejo que los festivales de poesía que yo conozco y que se organizan en Polonia. Pero eso también se puede explicar por el número de poetas hispanohablantes que participaron; no solamente los poetas caleños y colombianos, sino también los del exterior».

Pude apreciar que hay mucho joven participando en este Festival. ¿Es bueno ese entrevero de voces o deberían tener espacios diferentes?

«Yo soy muy partidaria de mezclar las generaciones porque, en esto yo soy bastante vertical. Creo que la poesía no nos pertenece a los poetas. La poesía es una especie de don; la inspiración no nos pertenece, viene de un espacio misterioso y esto sucede en todos los idiomas: es así: una parte de inspiración y otra parte de trabajo.

Pero tiene usted razón. Hay poetas que son más experimentados pero los poetas jóvenes no quiere decir que no tengan cosas que compartir, yo creo que sí. Es como los poetas raperos que son excelentes»

Lo que quiero decir, no es que no se les de espacio, debería ser mejor que tuvieran su propio momento; por decir algo: en la mañana para ellos, y en la tarde se fueran a escuchar a los que ya tienen oficio a los que se les puede aprender?

«No sé –dice en tono de duda- . A mí me parece muy bonito coexistir, mezclar, pero con la atención puesta en escucharnos. Porque los poetas que ya tienen oficio también un día fueron jóvenes y es muy bonito cuando hay estos encuentros intergeneracionales. A mí me parece más provechoso.  Si ponemos a los poetas jóvenes a las 10 de la mañana, los poetas que tienen oficio no van a ir a escucharlos».

La poesía es una dimensión de libertad

¿Para qué sirve la poesía?

«La poesía no sirve. La poesía es una dimensión de la libertad humana. ¿ y para qué sirve la libertad?: para vivir. Para mí la poesía es tan importante como el aire, como la energía. Es una dimensión de creación».

¿Cómo vio el trabajo poético que se está haciendo: las calidades poéticas, las motivaciones;  al menos de los que participaron con usted?

«Es una pregunta muy difícil porque en realidad un Festival con tantísima dimensión y tan intenso, como lo dije al principio, no nos permite, en realidad, concentrarnos en la obra de cada uno. Hay demasiados autores, demasiados poetas. Lo que si pudimos hacer es conocernos, intercambiar libros y nos vamos a poner a leer nuestras obras.

Aquí, he podido descubrir al poeta, al personaje, Miguel Iriarte y recibí su libro y lamento no haber podido asistir a su recital ya que estaba en otro lugar, pero me lo voy a leer tranquilamente en el avión de regreso a Polonia. Lo mismo pasa con otros descubrimientos.

Aquí por ejemplo estoy con mucha gana de conocer más la poesía de la Argentina, Romina Funes, conocer más la poesía de Yirama Castaño,  a quien conocí pero solamente en la pantalla, o por ejemplo, Alfredo Pérez Alencart».

¿Cuál es la posición de la mujer en el quehacer poético actual y cómo las percibió en este Festival?

«Hay diferencias pero también hay similitudes. En Polonia también hay más poetas hombres que son reconocidos en esto que se llama “el campo literario” tienen una posición. Justamente ellos dirigen festivales, ellos encabezan los jurados literarios. Es muy importante ver que básicamente los que dirigen el movimiento del campo literario son hombres; por eso merece la pena subrayar que aquí estamos también las mujeres creadoras, no luchando en contra de los colegas hombres sino completando el panorama.

Me parece un poco más; —no quiero emplear la palabra machista—, interesante porque yo personalmente no creo en esta división. Yo creo más en la diferencia entre una buena poesía y una mala poesía, y eso se da independientemente del sexo o de la orientación sexual. Pero también me parece interesante justamente escucharnos y descubrir que tenemos afinidades o que no las tenemos, pero eso no depende del sexo, ni de la edad»

En estos festivales habrá voces que sobresalen por el quehacer, por el mostrar, por la propuesta. ¿Cuáles fueron esos descubrimientos en este Festival de Cali, 2023?

«Ya lo mencioné, sobre todo la poeta Argentina, Romina Funes, ya que tiene una manera de leer bastante fuerte e inolvidable. Por otra parte creo que algunos sí que me descubrieron a mí porque soy, digamos, la más exótica de todos porque vengo de un país de habla no hispana y sin embargo hablo español. Últimamente, incluso, escribo poesía en Español, y creo que eso si que causó muchísimo interés de cómo una poeta polaca de repente puede escribir poesía en Español; dialogando con Antonio Machado o con Alejandra Pizarnik.»

¿Y por qué esa fluidez y dominio del Español?

«Algunos lingüistas dicen que el idioma Polaco es tan difícil que si uno habla polaco ya puede aprender a hablar cualquier otro idioma. A lo mejor es así.

Yo hablo español, francés e ingles, intenté estudiar árabe, alemán y ruso, pero es el español el que más me gusta pues es un idioma que me permite expresarme mejor».

Quizá por eso, en alguno de sus poemas dice:

“tengo cuatro lenguas
en la primera callo
en la segunda hablo
en la tercera escribo
en la cuarta cuento sólo conmigo”

¿Por qué la poesía y no la novela o el cuento?

«Porque no tengo tiempo. Yo tengo muchísimo trabajo como profesora y los poemas que escribo me permiten concentrarme, pero es cierto que tardé  dos años en terminar un poema; pero los poemas que escribo no son tan largos. Me gustaría escribir novela pero lo que si escribo son libros teóricos.

¿Qué se lleva de Cali?

Artesanías —dice riendo—. Me gustan los collares emberá, las mochilas guayú, todo esto que es tan hermoso y que no llega a Polonia, o es muy raro que llegue allá.

¿Qué cree que le deja usted a Cali?

«Muy buena pregunta—ríe— pero esa pregunta se la dejamos a los amigos comunes y a quienes me escucharon o me lean.

¿Pero, que piensa  que ha dejado —riposto— a partir de los escenarios en los que estuvo?

«Creo que lo que intento hacer es contagiar esta pasión que tengo por hacer las cosas. Como dije antes: la poesía no es nada elitista, es una dimensión de libertad. La poesía está por todas partes y ser poeta, no significa escribir poesía. Escribir poesía es una cosa: es anotar, apuntar, trabajar el texto; pero se puede ser poeta y contagiar con esta manera poética de ir por el mundo fuera de las casillas; eso es lo que me gustaría haber dejado».

Eso me hace pensar que muchas personas se sienten poetas porque son capaces de poner una línea de texto sobre otra.

«No es eso. Ser poeta es sobre todo ser sensible, ser generoso y también conectar con algo que nos une, no nos separa, volviendo a los temas de la poseía masculina, femenina, joven o más experimentada. Creo que la poesía es algo que nos une: es como el aire».

Hay un fantasma aterrando a mucha gente y que se llama Inteligencia Artificial. ¿Cómo ven los poetas esta aparición que espanta a muchos?

«Depende del poeta. Yo veo más riesgos de mi oficio como traductora, y no como poeta. Creo que no debe espantarnos la Inteligencia Artificial, ya que es básicamente una herramienta y hay que usarla como lo que es. Lo que no me gusta es hablar del algoritmo en el contexto de creatividad. No me gusta imaginar el mundo donde los seres humanos vamos a tener que trabajar para que el ChatGPT, cree poemas, o fotos. Yo creo que la creatividad nos pertenece a los seres humanos».

Pero va a haber mucho oportunista que querrá fungir como poeta con la ayuda de la IA.

Si: pero los oportunistas no nos interesan

¿Qué quiere agregar a esta charla?

Lean poesía, y si puedo agregar algo —dice sonriente—un anuncio publicitario: tengo un libro publicado en Colombia, un poemario que se titula En jaque, antología publicada por la editorial Domingo atrasado de Bogotá y se consigue online. Por favor lean poesía, ah, y léanme a mí.

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