Una de las decisiones más controversiales en la historia del ciclismo moderno fue la de Nairo Quintana, uno de los pocos corredores del pelotón internacional en tener tres podios en las tres grandes vueltas. Dejaba el Movistar, un poderoso equipo, siempre rankeado entre los dos mejores del mundo. Lo abandonaba después de que el equipo le demostrara que no le interesaba en lo más mínimo su desarrollo como ciclista.
Por eso se pasó a un equipo de segunda división en el panorama mundial del ciclismo como el Arkea. En sus primeras dos temporadas Nairo tuvo un comportamiento bastante gris. Además el equipo sólo era invitado, entre las grandes vueltas, al Tour de Francia. Este año parece pintar bueno para Nairón, nombre con el que se conoce el ciclista en todo Boyacá. Su equipo en teoría iría a las tres grandes vueltas. Pero el Arkea acaba de declinar la invitación al Giro, carrera que Nairo supo ganar en el 2014 y ser subcampeón tres años después.
El equipo adujo que se centrarán con Nairo a la cabeza en la Vuelta y el Tour sin embargo la verdadera razón es que no tienen los líderes ni el presupuesto que se requiere para estar en las tres principales vueltas ciclísticas del planeta.