Estos son los datos que se desprenden de las últimas encuestas de Gleeden – la plataforma de encuentros extraconyugales líder en América Latina, pensada por y para mujeres – y, especialmente, de su último estudio “Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en Colombia”, realizado por la consultora Dive Marketing para Gleeden hace un año y actualizado recientemente.
En definitiva, la principal conclusión del estudio en cuanto a felicidad sexual es que los colombianos están más satisfechos con sus relaciones estables que con su vida sexual. Curiosamente, el 60% afirma ser feliz con su relación de pareja, por lo que se observa que el sexo no es el principal factor que valoran para que una relación funcione, sino que valoran más otros aspectos.
Una evolución de la plenitud sexual en negativo
“Definitivamente, los colombianos no tienen una vida sexual plena” – afirma Mariona Gabarra, sexóloga de Gleeden. “Tradicionalmente, se asumía que, cuando una pareja llevaba mucho tiempo junta, la parte pasional disminuía o, sencillamente, las personas aguantaban en relaciones donde no eran felices y la sexualidad no funcionaba”.
En la actualidad, recalca Gabarra “estamos avanzando hacia una sociedad más liberal, donde la mujer no aspira a tener un marido y una familia sino a crecer como persona individual, lo que es muy positivo… pero nos hemos ido hacia el extremo opuesto, y creemos que, con relaciones más cortas, nuestra vida sexual será más satisfactoria y no ha sido así”.
“Hoy día podemos observar que, en general, las relaciones son menos estables y hay mucho más sexo esporádico, pero, como las personas siguen sin tener una buena educación sexual, no saben disfrutar del sexo: ni en pareja ni en relaciones esporádicas. Y de ahí el incremento cada vez mayor del sexo online y el sexting, porque las relaciones reales no son satisfactorias. Y, en parejas estables, la vida sexual se va apagando al entrar en la rutina y no se busca una solución o una ayuda – como sí se hace en otros campos, como en el caso de la salud”.
“En el campo sexual nadie nos ha enseñado a mantener la pasión, la chispa, pero poder, se puede”. “Mi gran consejo” – concluye Gabarra – “es la educación sexual, las terapias de pareja en cuanto aparece el primer bache. Solo de esta manera, podremos conseguir una vida sexual plena y feliz tanto con la pareja estable como con relaciones esporádicas”.