Hasta 2019, Felipe Rocha Medina solía presentar a los clientes de la Agropecuaria Achury Viejo y Compañía Sociedad en comandita los verdaderos estados financieros de la firma, cuyo patrimonio neto se acercaba entonces a los $10.600 millones de pesos. Les hablaba de un 2018 difícil en el que los resultados del ejercicio fueron menores a los mil millones, si bien las ventas bordearon los $2.000 millones.
De ahí en adelante, ya no compartió con ellos las cifras y a aquellos que acudían a las oficinas de la sociedad, llamada así en honor a la ganadería de toros de casta que él y su familia heredaron de su abuelo Benjamín Rocha Gómez, les hablaba entusiasta de un portafolio de inversiones respaldado por tierras con los mejores pastos y amplios lotes de reses para abastecer una franja importante del mercado de carne y leche.
“Están las fincas y están los pastos y necesitamos mayor inversión para que con el engorde ganemos todos”, le dijo un día a una de las clientes a la que atendió en un apartamento adaptado como oficina en el barrio Los Rosales. Le mostró las proyecciones de crecimiento y rentabilidad, factores que crecerían fabulosamente de acuerdo con el peso que cobraran las reses. Fue allí cuando la empresa se transformó en una pirámide.
Ella y otros inversionistas, que se ven frustrados al dejar de percibir las ganancias y al perder la pista del dinero entregado al rico heredero, recuerdan que recientemente descubrieron que el modelo de negocio expuesto por Rocha era prácticamente calcado de otro que hace 15 años les presentó a sus clientes David Wigoda, condenado y prófugo presidente de la siniestrada firma Factor Group.
El modelo de negocio de Rocha es muy similar al de David Wigoda con Factor Group, quien está prófugo de la justicia
Las escalas que relacionaban la inversión con las ganancias proyectadas eran idénticas. Muy parecidos fueron también los tiempos en los que la rentabilidad era visible antes de que el modelo colapsara. En el caso de Factor Group fue de siete meses y en el de la sociedad de Rocha fueron seis.
Felipe Rocha les hizo saber a través de emisarios a sus inversionistas que les responderá hasta donde le sea posible y que su familia, que inicialmente no tuvo conocimiento de lo que ocurría, será solidaria con él. El apoyo de su mamá, María Francisca Medina de Rocha, es seguro porque ella figura como representante legal suplente de su hijo. En una de las cláusulas de los contratos a través de los cuales fueron captados cerca de $ 50.000 millones de pesos -que hoy, con intereses llegan a los $ 70.000 millones- Rocha deja en claro que en caso de una falta temporal o absoluta de su parte respondería su suplente.
Esa responsabilidad solidaria podría trasladarse al campo penal en caso de que las víctimas de la pirámide decidan instaurar un proceso por captación masiva y por una posible estafa. Por ahora ninguno de los afectados se ha animado a hacerlo, entre otras cosas prefieren estar seguros de que ellos mismos no incurrieron en infracciones al Estatuto Tributario al no haber reportado sus inversiones ante la DIAN.
Con la asesoría de su abogado, Fabio Humar, los inversionistas que se sienten engañados han empezado a acopiar información sobre bienes de Rocha que podrían ser objeto de medidas cautelares y eventualmente servir para restituir las acreencias. La abogada María Paulina Riveros, asesora de Rocha; no descarta la posibilidad de colaborar en la identificación de bienes susceptibles de ser entregados en dación de paso, en el entendido de que su cliente sufrió un traspiés financiero y tiene la voluntad de reponerse a partir de la devolución de recursos a quienes confiaron en él.
Entre los bienes más significativos en Colombia están las dos haciendas de la ganadería de Rocha Hermanos en Sesquilé, Cundinamarca, y en el corregimiento de Doima, municipio de Piedras, en el Tolima, donde nació la ganadería de lidia de su abuelo, con la que empezó la fortuna familiar.
También hay bienes en el exterior que, como lo demostró la Superintendencia de Sociedades en el caso de Estraval, no son inalcanzables. Una consulta en la página oficial de Miami Dade, que incorpora un registro de bienes, les ha servido para confirmar que Felipe Rocha, su mamá y su hermana Claudia Rocha Medina tienen un apartamento situado sobre la Avenida Brickell, condominio Townhouse. La propiedad fue construida en 1963 y está avaluada en US$305.000.
Registro de propiedad del condominio de Felipe Rocha y María Francisca Medina
A través de consultas informales otro de los afectados más influyentes lograron conocer que los saldos de la cuenta a las que transferían sus recursos son muy bajos. La cuenta sigue activa en el Banco Davivienda, entidad que no ha recibido orden de las autoridades financieras o judiciales para congelarla.
Los que se creían los clientes de mayor confianza del fondo creado para el manejo de las inversiones han dado fe de que Felipe Rocha Marulanda, padre del presidente de la sociedad, no sabía que su hijo hubiera incluido en los portafolios el negocio del engorde del ganado cebú. Incluso se sorprendió cuando algunos de ellos lo llamaron para preguntarle qué pasaba con los rendimientos prometidos. En otras palabras, Rocha padre sabía por supuesto de la existencia de la sociedad, pero no del portafolio que ofrecía intereses hasta del 40 por ciento a quienes le apostaran a la ceba del ganado.
Chat con instrucciones de Felipe Rocha para un depósito en Davivienda. (Las2orillas omitió apropósito en esta imágen los últimos tres números de la cuenta)
De hecho, Rocha Marulanda solo ha comerciado con vacas y sementales usados para encaste de sus toros de lidia, la mayoría de ellos comprados a las ganaderías españolas de Santa Coloma y Parladé.
Los inversionistas que confiaron grandes sumas a su hijo se abstenido por ahora de presentarse públicamente por sus nombres. “Algunos somos vergonzantes porque, estamos familiarizados con los negocios, nunca fuimos capaces de prever que algo así nos podría pasar”, comentó uno de ellos. Los hijos del expresidente Juan Manuel Santos, no han confirmado o desmentido que sean unos de ellos, pese a que Martín ya fue mencionado públicamente como uno de los inversionistas.
En el curso de estos días se decidirá si una conciliación podría frenar pleitos penales y procesos administrativos que suelen ser largos y costosos.
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