A dos años de iniciado el proceso de La Habana, los jóvenes que no han conocido un solo día en paz se manifiestan:
La juventud le habla a la Mesa de La Habana
Bogotá, 19 de noviembre de 2014
Señores
NEGOCIADORES DEL GOBIERNO NACIONAL Y LAS FARC
Respetados negociadores:
Lo que queremos que suspendan es la guerra, no el proceso de paz, es un clamor nacional que interpretamos como juventud esperanzada en terminar de una vez por todas esta guerra. Hoy hace dos años se inició el proceso y hoy nos movilizamos para defenderlo pero también para exigir que liberen al general, a los soldados, a los civiles y que decidan una tregua ya para desescalar el conflicto.
Somos conscientes del esfuerzo que ustedes están realizando, reconocemos los avances y aceptamos que no es fácil superar una guerra de más de medio siglo, pero exigimos más celeridad y compromisos para avanzar hacia la paz.
El país no aguanta más muertos, ni tolera un solo secuestro más, no queremos seguir llorando sobre la sangre derramada de jóvenes en los campos de Colombia, ni sentir la angustia por los desaparecidos, los reclutamientos forzados, el servicio militar obligatorio y la zozobra de amenazas constantes. Si el proceso de La Habana es irreversible, se debe acordar una tregua para que las partes contendientes asuman de manera unilateral y voluntaria el desescalamiento del conflicto armado. No atacar civiles, cesar el reclutamiento, suspender siembra de minas antipersona, liberar secuestrados, parar bombardeos y ataques a la infraestructura económica, es un imperativo para construir confianza en el proceso de paz.
Colombia no está condenada a una guerra perpetúa, no nos arrebaten la esperanza de construir la PAZ. Como jóvenes, nos han conducido a engrosar bandas de criminalidad, somos la carne de cañón del conflicto armado. Merecemos otras oportunidades distintas a las de la guerra. Nosotros no inventamos esta guerra, y aun así tenemos que padecerla. No queremos ser otra generación de la guerra, queremos pensar y construir un país diferente, donde nuestra preocupación principal sea la educación y el trabajo y no la guerra. Queremos y merecemos una vida digna y en paz.
Esperamos que ustedes cumplan su palabra de acabar la guerra, que nosotros nos empeñaremos en construir la paz. Tregua Ya.
Manifiesto de jóvenes por la paz de Colombia