Pedir a Cuba que extradite a los cabecillas del ELN es ingenuo y un error estratégico a nivel militar.
Iván Duque ha solicitado la extradición de la cúpula del ELN que estaba en la mesa de negociación creada por el expresidente Santos. Negociaciones que fueron detenidas por el gobierno actual, una vez que el ELN atentó contra la Escuela de Cadetes General Santander.
Para retomar las negociaciones, el presidente exigió un cese de acciones beligerantes y la liberación de todos los secuestrados. En vista de que nada de lo anterior sucedió el presidente optó por pedir la extradición de los cabecillas entre los cuales está alias Gabino, el máximo comandante del grupo armado.
Cuba se niega a cumplir la solicitud y el principal argumento radica en lo pactado con el gobierno del expresidente Santos. “En caso de que las negociaciones fracasen se debe garantizar el retorno de las partes al lugar de extracción“, es decir, según la perspectiva Cubana el gobierno de Duque debe respetar los términos pactados por el gobierno del expresidente Santos.
El problema radica en que las dos posturas son válidas. Cuba quiere cumplir con lo firmado y Colombia, en su lucha contra el narcotráfico, no quiere perder la oportunidad de capturar a los cabecillas más importantes del ELN.
Sin embargo, hay que resaltar el error ético que tiene la solicitud del gobierno Colombiano.
Lo cierto es que los cabecillas llegaron a Cuba a partir de unos diálogos de paz y al no continuar con los diálogos se debería respetar el retorno de los cabecillas a territorio Colombiano, es un error militar dejar que pasen más tiempo en Cuba.
En la historia reciente Cuba ha demostrado tener afinidades con los movimientos revolucionarios. Por otro lado los bloqueos económicos que le impone Estados Unidos solo incrementan el ideal anticapitalista en los gobernantes Cubanos.
Estados Unidos decidió poner a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo y el gobierno colombiano lo respaldó exigiendole a Cuba que priorice las relaciones con ellos y no con la guerrilla del ELN.
¿Tiene sentido pedir la extradición de terroristas a un país que es acusado de defender terroristas?
Duque está siendo ingenuo en su estrategia militar si cree que Cuba piensa extraditar a los cabecillas del ELN.
Estas son algunas de las posibilidades de lo que puede ocurrir a futuro.
Primero, Duque puede seguir exigiendo la extradición de los cabecillas. Ellos fácilmente se pueden quedar en Cuba hasta las elecciones del 2022 y esperar que un nuevo gobierno retome las negociaciones y si no sucede, podrían repetir la fórmula hasta el 2026. Al final Cuba les va a dar asilo.
Segundo, Duque puede permitir que los cabecillas regresen a Colombia según los protocolos establecidos por Santos y una vez que los cabecillas se encuentren en territorio colombiano, proceder a la captura de la cúpula.
Tercero, Duque puede remitirse a los éxitos del pasado, infiltrar elementos con los cuales rastrear a los cabecillas, permitirles entrar a territorio y realizar una labor de inteligencia que permita darle un golpe real al cuerpo del ELN, no solo a unas cabezas que son fácilmente reemplazables.
Finalmente, hay que pensar en el precedente que se deja si los cabecillas son extraditados por Cuba, ¿los grupos armados volverían a negociar con Colombia?
